viernes, 23 de enero de 2015

Caribe ibérico en el Cretácico

Interesantísima la nueva publicación científica sobre los dinosaurios europeos de finales del Cretácico. Uno de sus autores,Xabier Pereda, es colaborador activo del Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes.

Blogosaurio
Alguno de los destinos vacacionales más deseados suele tener como destino un archipiélago. Desde nuestras Islas Canarias hasta Bahamas, Hawái, Tahití o Indonesia la visita a uno de estos paraísos de la naturaleza requiere habitualmente una larga travesía en buque o en avión. Sin embargo, los habitantes de la Península Ibérica podríamos viajar a un archipiélago sin movernos de nuestra propia posición actual realizando otro tipo de viaje: un viaje en el tiempo hasta finales del Cretácico.
Durante el Cretácico Tardío tuvo lugar un importante cambio global, condicionado por fluctuaciones en el clima y en el nivel de los océanos, que implicó modificaciones en las constitución de los continentes y de los mares, así como en las faunas que los poblaron, antes de la extinción masiva que produjo el impacto del asteroide que aniquiló, entre otros grupos, a los dinosaurios no avianos.
En los tiempos cretácicos, y especialmente a lo largo del Cretácico Tardío, se experimentó un notable ascenso del nivel del mar, con la consecuente inundación de tierras anteriormente emergidas, la expansión de mares epicontinentales (es decir, someros) y la profundización de las plataformas carbonatadas intraoceánicas existentes. Estos procesos transformaron a Europa en un extenso archipiélago compuesto por numerosas islas.
 

El archipiélago europeo hace unos 75 millones de años, a finales del Cretácico. IB: Iberia; PY-PRO L: Pirineos-Provenza. Los números indican asociaciones de vertebrados estudiadas. / Csiki-Sava y coautores-R. Blakey-ZooKeys.

Este inusual escenario paleogeográfico, consistente en un archipiélago dinámico con fluctuaciones en su configuración, convierte a Europa en una región peculiar para el estudio de la evolución de los vertebrados continentales -y, especialmente, de los dinosaurios- en la etapa previa a la gran extinción que aconteció hace 66 millones de años, en el límite entre el Cretácico (Era Mesozoica) y el Paleógeno (Era Cenozoica).
Ahora se acaba de publicar un formidable compendio de 161 páginas en la revista ZooKeys en el que un equipo liderado por el paleontólogo rumano Zoltán Csiki-Sava disecciona el registro fósil de vertebrados continentales del Cretácico Tardío de 76 yacimientos europeos. Los resultados del manejo de tal volumen de datos aportan nueva información acerca de las variaciones de faunas en un periodo crítico de la evolución de los dinosaurios no avianos. ¿Fue el meteorito la gota que colmó el vaso de su progresiva extinción o bien únicamente provocó una catástrofe imprevista cuando todavía estaban en plena forma?

 
Los yacimientos de vertebrados continentales del Cretácico Tardío analizados por el equipo investigador (en algunos casos un punto engloba a varios yacimientos). / Csiki-Sava y coautores-ZooKeys.
 
Fósiles de vertebrados continentales representativos del Campaniense-Maastrichtiense de España: tortugas (A,B), serpientes (C,D), dinosaurios (E,F,G), cocodrilos (H,I) y un diente de mamífero (J). / Csiki-Sava y coautores-ZooKeys.

Los resultados de este amplio estudio muestran una evolución compleja de las faunas de vertebrados europeas, caracterizada por endemismos regionales y por diversos eventos de migraciones de especies. Los investigadores concluyen que las faunas de las diferentes islas de la Europa cretácica evolucionaron bajo condiciones diferentes, incluso en ocasiones sin ninguna relación entre ellas, en función de la situación paleogeográfica, del contexto tectónico y de las particularidades paleoambientales de cada isla, factores afectados, además, por  la actuación de procesos globales (variaciones del nivel del mar o cambios climáticos).
Señalan, asimismo, que a pesar de que se registra un cambio faunístico a mediados del Maastrichtiense -el último piso geológico del Cretácico- no se aprecia ningún declive posterior en la diversidad de las asociaciones de vertebrados continentales europeos. Más concretamente, el registro fósil de los Pirineos españoles demuestra que los dinosaurios vivieron hasta las proximidades del límite Cretácico-Paleógeno sin que decreciera significativamente su diversidad. De hecho, hay evidencias de que los dinosaurios no avianos estaban en Europa en el intervalo del periodo de los últimos 400.000 años del Cretácico, el intervalo de resolución temporal más preciso que permite el registro fósil actual.


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