Los restos fósiles de un dinosaurio en la Sierra de la
Demanda, en el yacimiento Valdepalazuelos-Tenadas del Carrascal, situado en las
proximidades del municipio burgalés de planeta,
durante el intervalo del Jurásico al Cretácico --hace aproximadamente 145
millones de años--.
TORRELARA (BURGOS), 27 (EUROPA PRESS)
Vértebra caudal. / C.A.S. |
Los restos fósiles de un dinosaurio en la Sierra de la
Demanda, en el yacimiento Valdepalazuelos-Tenadas del Carrascal, situado en las
proximidades del municipio burgalés de Torrelara, podrían aportar datos
novedosos sobre la evolución de los titanosauriformes en el planeta, durante el
intervalo del Jurásico al Cretácico --hace aproximadamente 145 millones de
años--.
Los trabajos de la XIV campaña de excavaciones
paleontológicas han recuperado cientos de elementos fósiles que han quedado
documentados en 145 registros, según ha indicado el Colectivo Arqueológico y
Paleontológico de Salas (CAS) a través de un comunicado remitido a Europa
Press.
El conjunto de piezas ha permitido identificar a un
dinosaurio de tipo saurópodo titanosauriforme --de gran tamaño, cuadrúpedo y
herbívoro-- y cuyas características anatómicas recuerdan a las de especies de
saurópodos que no son tan antiguas.
Entre los elementos fósiles recuperados se encuentran 10
vértebras de distintas regiones de la cola de un saurópodo, de las cuales una
alcanza los 55 centímetros de altura, lo que indica que el individuo poseía un
tamaño gigante --algo menor que el recientemente descrito Europatitan
eastwoodi--.
También se ha hallado parte del sacro, formado por tres
grandes vértebras fusionadas en una sola pieza que requirió de un trabajo
complejo para su extracción, además de varios huesos craneales fragmentarios,
uno de ellos del maxilar; fragmentos de huesos de las extremidades y un
metatarso; costillas dorsales; dos dientes de cocodrilo, y material carbonoso.
El equipo de excavación ha estado formado por 25 personas
entre estudiantes universitarios, licenciados, doctorandos y doctores de
biología, geología, prehistoria, arqueología y gestión ambiental, procedentes
de Francia, Italia, México, Burgos, Valladolid, Salamanca, Madrid, País Vasco,
País Valenciano y Asturias.
Los trabajos han expuesto en superficie unos 100 metros
cuadrados de la capa en la que yacían los huesos fosilizados de dinosaurios,
compuesta de margas grises correspondientes a una llanura de inundación de un
río donde quedó depositado el cadáver del animal.
En años anteriores --desde 1990-- se localizaron algunos
huesos fosilizados de este yacimiento, que recogieron algunos vecinos y otros
que custodia el Museo de Burgos. Con este museo el equipo investigador se ha
puesto en contacto para poder hacer un estudio de esas piezas, pues el objetivo
es analizar todos los elementos anatómicos recuperados.
El balance de la campaña ha sido, según los arqueólogos del
CAS, "muy satisfactorio", pues se ha comprobado que el yacimiento no
solo es rico en huesos fosilizados y en buen estado de conservación, sino que
todos los indicios apuntan a que la extensión real del yacimiento es mayor y se
podrían recuperar más huesos. Esta previsión significa que se podría disponer
de más información sobre otras partes del esqueleto del animal, para lo cual
habría que desarrollar una nueva campaña de excavaciones.
Durante la excavación se han atendido varias visitas,
algunas de ellas de grupos organizados --en torno a 300 personas-- que recibían
información sobre los trabajos que se realizaban y los hallazgos que iban
apareciendo. También ha sido visitado por el Doctor Xabier Pereda Suberbiola,
experto en dinosaurios de la Universidad del País Vasco y personal del Museo de
dinosaurios de Igea, en La Rioja.
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