Un nuevo e importante yacimiento de fósiles en Nueva Gales del Sur (Australia), contiene magníficos ejemplos de animales y plantas fosilizados de la época del Mioceno.
Uno de los fósiles descubiertos - MICHAEL FRESE |
Durante los últimos tres años, un equipo de investigadores,
dirigido por el doctor Matthew McCurry, paleontólogo del Museo Australiano (AM)
y de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW), y el doctor Michael Frese,
de la Universidad de Canberra, ha excavado en secreto el yacimiento y ha
descubierto miles de especímenes, como plantas de la selva, insectos, arañas,
peces y una pluma de ave.
McCurry explica que los fósiles se formaron hace entre 11 y
16 millones de años y son importantes para entender la historia del continente
australiano.
"Los fósiles que hemos encontrado demuestran que la
zona fue en su día un bosque húmedo templado y muy húmedo y que la vida era
rica y abundante aquí, en las Central Flats de Nueva Gales del Sur --añade enun comunicado--. Muchos de los fósiles que estamos encontrando son nuevos para la
ciencia e incluyen arañas de trampilla, cigarras gigantes, avispas y una
variedad de peces".
El profesor asociado Michael Frese, que tomó imágenes de los
fósiles utilizando microfotografía de apilamiento y un microscopio electrónico
de barrido (SEM), subraya que los fósiles de McGraths Flat muestran una
conservación increíblemente detallada.
"Mediante la microscopía electrónica, puedo obtener
imágenes de células individuales de plantas y animales y, a veces, incluso de
estructuras subcelulares muy pequeñas", apunta.
"Los fósiles también conservan pruebas de las
interacciones entre especies --prosigue--. Por ejemplo, tenemos contenidos
estomacales de peces conservados, lo que significa que podemos averiguar qué
comían.
También hemos encontrado ejemplos de polen conservado en los
cuerpos de los insectos, por lo que podemos saber qué especies polinizaban qué
plantas".
"El descubrimiento de los melanosomas (orgánulos
subcelulares que almacenan el pigmento melanina) nos permite reconstruir el
patrón de color de las aves y los peces que vivieron en McGraths Flat.
Curiosamente, el color en sí no se conserva, pero al
comparar el tamaño, la forma y el patrón de apilamiento de los melanosomas de
nuestros fósiles con los de los especímenes existentes, a menudo podemos
reconstruir el color y/o los patrones de color", explica Frese.
Los fósiles se encontraron en una roca rica en hierro
llamada 'goethita', que no suele considerarse una fuente de fósiles
excepcionales.
"Creemos que el proceso que convirtió a estos
organismos en fósiles es la clave para que se conserven tan bien. Nuestros
análisis sugieren que los fósiles se formaron cuando las aguas subterráneas
ricas en hierro desembocaron en un pozo, y que una precipitación de minerales
de hierro encajó los organismos que vivían en el agua o cayeron en ella",
añade McCurry.
Según explica, las plantas y animales fosilizados son
similares a los que se encuentran en los bosques tropicales del norte de
Australia, pero que había indicios de que el ecosistema de McGraths Flat estaba
empezando a secarse.
"El polen que encontramos en el sedimento sugiere que
podría haber habido hábitats más secos alrededor de la selva tropical más
húmeda, lo que indica un cambio a condiciones más secas", resalta McCurry.
El Director Ejecutivo de Ciencia del Real Jardín Botánico de
Victoria, el profesor David Cantrill, apunta que la variedad de fósiles
conservados, junto con una extraordinaria fidelidad de preservación, permite
obtener una visión sin precedentes de una época importante del pasado de
Australia, una época en la que los ecosistemas mésicos aún dominaban el
continente.
"Los fósiles vegetales de McGraths Flat nos ofrecen una
ventana a la vegetación y los ecosistemas de un mundo más cálido, que
probablemente experimentaremos en el futuro.
La conservación de los fósiles de plantas es única y
proporciona una visión importante de un período de tiempo para el que el
registro fósil en Australia es bastante pobre", añade Cantrill.
Por su parte, el científico jefe del Museo Australiano y
director del Instituto de Investigación del AM, el profesor Kristofer Helgen,
señala que el yacimiento fósil da vida a una imagen del interior de Australia
que ahora apenas podemos creer que existió.
"Australia es el continente más singular desde el punto
de vista biológico, y este yacimiento es extremadamente valioso por lo que nos
dice sobre la historia evolutiva de esta parte del mundo. Proporciona más
pruebas de los cambios climáticos y ayuda a llenar las lagunas en nuestro
conocimiento de esa época y región", subraya Helgen.
"El AM tiene una rica historia de expediciones e
investigaciones científicas, y nos encanta que el público esté siempre fascinado
por estos esfuerzos humanos fundamentales de exploración y
descubrimiento", añade.
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