El examen con micro-CT del cráneo de un anquilosaurio encontrado en Austria ha revelado que esta especie de dinosaurio herbívoro acorazado era perezoso y sordo.
Reconstrucción de la vida del dinosaurio Struthiosaurus austriacus del Cretácico Superior de Austria - FABRIZIO DE ROSSI/UNIVERSIDAD DE VIENA |
Si bien es probable que muchos dinosaurios vivieran en
grupos, al menos algunos anquilosaurios parecían preferir una vida solitaria
debido a su inferior sentido del oído. Eso es lo que concluyeron los
científicos de las universidades de Greifswald y Viena cuando examinaron la
caja craneal del dinosaurio austriaco con un tomógrafo computarizado de alta
resolución para producir un modelo tridimensional digital. Sus hallazgos se publican en Scientific Reports.
Los cráneos fósiles, que albergaron el cerebro y otros
tejidos neurosensoriales, son raros pero importantes para la ciencia porque
estas estructuras pueden proporcionar información sobre el estilo de vida de un
animal determinado. Por ejemplo, los oídos internos pueden insinuar las
capacidades auditivas y la orientación del cráneo.
Struthiosaurus austriacus es un nodosáurido comparablemente
pequeño del Cretácico Superior (80 Ma) de Austria y proviene de una localidad
cercana a Muthmannsdorf, al sur de Viena. Los restos fósiles de este dinosaurio
ya pertenecían a la colección del Instituto de Paleontología de Viena en el
siglo XIX. Para su estudio, Marco Schade (Universidad de Greifswald), Cathrin
Pfaff (Universidad de Viena) y sus colegas examinaron la diminuta caja craneana
(50 mm) para revelar nuevos detalles de la anatomía y el estilo de vida del
Struthiosaurus austriacus. Con estos datos, fue posible conocer más sobre su
sentido del equilibrio y la audición.
Los resultados de este estudio muestran que el cerebro de
Struthiosaurus era muy similar a los cerebros de sus parientes cercanos. Por
ejemplo, el flóculo, una antigua parte evolutiva del cerebro, era muy pequeño.
El flóculo es importante para la fijación de los ojos durante los movimientos
de la cabeza, el cuello y todo el cuerpo, lo que puede ser muy útil si un
animal de este tipo intentaba apuntar a posibles competidores o agresores.
"A diferencia de su pariente norteamericano
Euoplocephalus, que tenía una maza en la cola y un flóculo claro en el yeso del
cerebro, Struthiosaurus austriacus puede haber confiado más bien en su armadura
corporal para su protección", dice Marco Schade en un comunicado.
Junto con la forma de los canales semicirculares en el oído
interno, esto sugiere un estilo de vida excepcionalmente lento de este
herbívoro austriaco. Además, los científicos encontraron la lagena, hasta
ahora, más corta de cualquier dinosaurio. La lagena es la parte del oído
interno donde tiene lugar la audición y su tamaño puede ayudar a inferir unas
débiles capacidades auditivas. Este estudio ofrece nuevos conocimientos sobre
la historia evolutiva de los dinosaurios y su mundo, en el que Europa estuvo en
gran parte sumergida en el océano.
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