martes, 11 de enero de 2022

En Lago Barreales Jorge cuida el sueño del dinosaurio gigante

El 13 de febrero de 2000 un grupo de paleontólogos descubrió el Futalognkosaurus en cercanías del Lago Barreales. Ese día, nació un sitio que apuesta a la ciencia, la educación y el turismo, comandado por el paleontólogo Jorge Calvo, que hoy busca hacerlo crecer.

Los restos de dinosaurios se fueron acomodando en un galpón y el museo,
que era repositorio y se adaptó a los huesos. Fotos Emiliana Cantera
Tierra roja, agua azul, un camino cortado y la hamaca paraguaya que se mece con una brisa mientras un perro viejo se acomoda a la sombra. Debajo de los sauces eléctricos las carpas Koi nadan en una fuente rodeada de estatuas, entre el verde que perfora la aridez del paisaje. Cerca, en los galpones, el gran jefe o cacique de los dinosaurios, comanda la vida del lugar hace décadas.

Hace calor y el paleontólogo Jorge Orlando Calvo recorre el lugar que lo capturó hace 20 años. “Recibimos la denuncia que habían encontrado unos huesos en el tope de la barda, contra el Lago Barreales. Éramos doce, porque nunca un paleontólogo llega solo, siempre lo hace con un equipo de técnicos y voluntarios”, relata desde una silla de plástico, a la sombra.

De la excavación que nació en el 2000 para sacar al dinosaurio gigante,
 se creó el Proyecto Dino. Fotos Emiliana Cantera
Al llegar hicieron una excavación pero se dieron cuenta que no daba el material porque estaba destruido. Antes de partir, decidieron hacer una revisión, como se hace siempre. Caminaron y vieron un cerro cerca del lago. Buscaron huellas, no había hasta ese momento fósiles interesantes, salvo el fósil de una tortuga.

Pero el 13 de febrero del 2000, Paulina Carabajal, una estudiante de la Universidad de la Plata cerca de la rueda de una camioneta encontró un hueso de 10 centímetros, y ese es el “había una vez” de esta historia.

Corrieron la camioneta y en una hora había desenterrado una vértebra de 60 centímetros, perfecta. “Se comenzó la excavación, se sacaron 5 vértebras, pedimos presupuesto y conseguimos dinero para trabajar 40 días. Encontramos la cadera del dinosaurio, era gigante, pero no la podíamos sacar porque no había fondos” recuerda.

En el paisaje, hay un cilindro de chapa recostado sobre la tierra roja. Jorge va por las pasarelas de madera que suben, bajan y conectan un salón con otro. En uno, convertido en un aula, camina por el pasillo entre los bancos de escuela. La pared de la izquierda está cubierta por estanterías con rocas minerales y fósiles de todos los tamaños y desde un póster gigante el dibujo animado de un dinosaurio sonríe.

El Futalognkosaurus tiene más de 30 metros de altura, y está en tierras pertenecientes a la comunidad mapuche Paynemil. Desde un principio, la comunidad los ayudó, también Chevron y en el 2001, Duke Energy, que tenía a su cargo la operación de Los Barreales, les pidió que hagan un proyecto. En febrero del 2002, comenzó la excavación. Después de la crisis, muchas petroleras que acompañaban a la ciencia, comenzaron a ayudar a comedores.

Fotos Emiliana Cantera
Ellos, decidieron que lo mejor era extraer el dinosaurio e irse pero descubrieron que “El Futa”, no estaba solo. Todo el ecosistema de hace 90 millones de años, con cocodrilos, reptiles voladores, plantas, peces, los esperaba allí abajo.

Comenzaron a pedir, a quedarse, todo lo que hay llegó por donaciones. Se creó Proyecto Dino en 2002 y luego se transformó en el primer y único parque geo-paleontológico de Sudamérica con la ciencia volcada a la educación, el turismo y el aprendizaje. Esa era una auténtica tierra de gigantes.

Fotos Emiliana Cantera
Desde el fondo del aula Jorge agarra una tabla que tiene tres globos terráqueos y enciende la luz que llevan adentro. Agarra un fémur original de un dinosaurio, y mientras habla un ave, le hace el coro de fondo.

Explica que del dinosaurio, se rescató el 80% pero queda la mayoría de la cola enterrada. La cadera es la más grande del mundo preservada con 2,55 metros de ancho y el fémur con casi 2 metros de largo sorprende.

Busca dar vida al dino

Jorge Calvo recuerda cómo llegó a ser paleontólogo, en su Córdoba natal. Iba a ser ingeniero civil, le tocó el servicio militar y si estudiaba podía salir.


“Me puse a hacer un curso de estructuras antisísmicas y me di cuenta que los números conmigo no iban y no podía estar encerrado. Fui a ver a la universidad carreras naturalistas. Los paisajes y la roca me llamaban la atención, me incliné por la geología, pero me crucé con la paleontología y me encantó”, dice.

Se recibió y llegó a Neuquén. Tiene 60 años, y trabaja hace 34 años en la región. Conoce toda la historia de la paleontología, con sus “intríngulis chingulis”.

Hoy, la pandemia volvió solitario ese lugar. Solo quedan tres personas: él, un técnico y un geólogo. Jorge da clases en la Universidad del Comahue y en la Universidad de La Pampa.

Abre el candado del galpón. Los pasos suenan sobre el piso de tierra y el olor del lugar, recuerda al de esa habitación de la abuela que nunca se abría. La luz entra tímida por las ventanas y la puerta que queda abierta. Con paciencia levanta los lienzos que esconden los huesos.

En el aula, donde solían ir chicos de escuelas de la región a aprender
sobre paleontología.
“Cuando uno visita un museo hay huesos, pero no sabes que ves. Yo explico los grandes grupos de dinosaurios. Cuando los sacamos, con la retro del Ejército los trajeron desde el campo de abajo y lo pusieron acá. El galpón era la mitad. Nunca más se movieron y el museo, que era repositorio, se adaptó a los huesos”, explica mientras muestra partes del dinosaurio que se encontró en una bodega de Añelo.

Con su mano compara el tamaño de las huellas de algunos reptiles de 100 millones de años de Picun Leufú. La historia del megaraptor, el depredador de “El Futa”, gana la escena. Jorge dice que hace días pasaron por ahí unos alemanes, que encontraron el lugar en una página, porque está presente en guías internacionales como Lonely Planet Argentina.

Camina hasta el laboratorio y tres cuises salen como ratas por tirantes a esconderse debajo de unos tablones. En la entraba hay unas piedras grandes y muestra cómo se limpia la pieza. Luego se sienta en el microscopio, se pone unos vidrios de aumento a la altura los ojos, demuestra el trabajo que se hace allí para separar la roca de los huesos.

“Mi idea era que los estudiantes aprendan la práctica de paleo en el lugar, con originales. Por mucho tiempo venían de distintas universidades, independientemente del turismo, pero no hay apoyo. Pasaron dos años de pandemia, sin fondos. La tierra es de la comunidad mapuche, el uso lo tiene la universidad, pero yo vivo y arreglo todo con mi sueldo. No hay aportes”, asegura.

Los fósiles están, la geología está, y dice que él tiene que estar en el lugar porque funciona bien como algo educativo, turístico, cultural. Espera que alguien haga algo y saber qué hacer con eso.

“Falta que las autoridades decidan qué quieren hacer, si quieren que sea un centro turístico, si la universidad quiere que sea una escuela de campo para estudiantes, si el ministerio de turismo quiere desarrollarlo”, subraya y saluda a los que lo visitan.

¿Cómo llegar? a Proyecto Dino

Desde sus inicios recibió turistas nacionales
e internacionales.

– Está ubicado a 90 kilómetros de Neuquén capital, en la zona de Loma de la Lata, sobre la costa norte del lago Barreales.

– Para acceder, hay que tomar la ruta 51. En un momento se termina el asfalto y hay que seguir por el ripio.

– Cuando veas las construcciones sobre el margen izquierdo en el km 61 descubrirás que el camino está cortado. Debes doblar a la derecha para tomar un desvío que te llevará al lugar. Se recomienda, ponerse en contacto con Jorge Calvo antes de ir, para confirmar el día, la hora de visita y el estado del camino.

– Contactos: Tel 299-6741597 proyectodino@yahoo.com.ar. También está en las redes, en Facebook como Proyecto Dino y en www.proyectodino.com.

rionegro.com.ar

Fósiles excepcionales de una Australia verde en un nuevo yacimiento

Un nuevo e importante yacimiento de fósiles en Nueva Gales del Sur (Australia), contiene magníficos ejemplos de animales y plantas fosilizados de la época del Mioceno.    

Uno de los fósiles descubiertos - MICHAEL FRESE
Según publican sus descubridores en Science Advances, el nuevo yacimiento fósil (denominado McGraths Flat), situado en Central Tablelands, cerca de la ciudad de Gulgong, representa uno de los pocos yacimientos fósiles de Australia que pueden clasificarse como "Lagerstätte", es decir, un yacimiento que contiene fósiles de calidad excepcional.   

Durante los últimos tres años, un equipo de investigadores, dirigido por el doctor Matthew McCurry, paleontólogo del Museo Australiano (AM) y de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW), y el doctor Michael Frese, de la Universidad de Canberra, ha excavado en secreto el yacimiento y ha descubierto miles de especímenes, como plantas de la selva, insectos, arañas, peces y una pluma de ave.   

McCurry explica que los fósiles se formaron hace entre 11 y 16 millones de años y son importantes para entender la historia del continente australiano.

"Los fósiles que hemos encontrado demuestran que la zona fue en su día un bosque húmedo templado y muy húmedo y que la vida era rica y abundante aquí, en las Central Flats de Nueva Gales del Sur --añade enun comunicado--. Muchos de los fósiles que estamos encontrando son nuevos para la ciencia e incluyen arañas de trampilla, cigarras gigantes, avispas y una variedad de peces".

Según recuerda, "hasta ahora ha sido difícil saber cómo eran estos antiguos ecosistemas, pero el nivel de conservación de este nuevo yacimiento fósil significa que incluso pequeños organismos frágiles como los insectos se convirtieron en fósiles bien conservados".  

El profesor asociado Michael Frese, que tomó imágenes de los fósiles utilizando microfotografía de apilamiento y un microscopio electrónico de barrido (SEM), subraya que los fósiles de McGraths Flat muestran una conservación increíblemente detallada.   

"Mediante la microscopía electrónica, puedo obtener imágenes de células individuales de plantas y animales y, a veces, incluso de estructuras subcelulares muy pequeñas", apunta.   

"Los fósiles también conservan pruebas de las interacciones entre especies --prosigue--. Por ejemplo, tenemos contenidos estomacales de peces conservados, lo que significa que podemos averiguar qué comían.

También hemos encontrado ejemplos de polen conservado en los cuerpos de los insectos, por lo que podemos saber qué especies polinizaban qué plantas".   

"El descubrimiento de los melanosomas (orgánulos subcelulares que almacenan el pigmento melanina) nos permite reconstruir el patrón de color de las aves y los peces que vivieron en McGraths Flat.

Curiosamente, el color en sí no se conserva, pero al comparar el tamaño, la forma y el patrón de apilamiento de los melanosomas de nuestros fósiles con los de los especímenes existentes, a menudo podemos reconstruir el color y/o los patrones de color", explica Frese.   

Los fósiles se encontraron en una roca rica en hierro llamada 'goethita', que no suele considerarse una fuente de fósiles excepcionales.

"Creemos que el proceso que convirtió a estos organismos en fósiles es la clave para que se conserven tan bien. Nuestros análisis sugieren que los fósiles se formaron cuando las aguas subterráneas ricas en hierro desembocaron en un pozo, y que una precipitación de minerales de hierro encajó los organismos que vivían en el agua o cayeron en ella", añade McCurry.

Según explica, las plantas y animales fosilizados son similares a los que se encuentran en los bosques tropicales del norte de Australia, pero que había indicios de que el ecosistema de McGraths Flat estaba empezando a secarse.  

"El polen que encontramos en el sedimento sugiere que podría haber habido hábitats más secos alrededor de la selva tropical más húmeda, lo que indica un cambio a condiciones más secas", resalta McCurry.

El Director Ejecutivo de Ciencia del Real Jardín Botánico de Victoria, el profesor David Cantrill, apunta que la variedad de fósiles conservados, junto con una extraordinaria fidelidad de preservación, permite obtener una visión sin precedentes de una época importante del pasado de Australia, una época en la que los ecosistemas mésicos aún dominaban el continente.

"Los fósiles vegetales de McGraths Flat nos ofrecen una ventana a la vegetación y los ecosistemas de un mundo más cálido, que probablemente experimentaremos en el futuro.   

La conservación de los fósiles de plantas es única y proporciona una visión importante de un período de tiempo para el que el registro fósil en Australia es bastante pobre", añade Cantrill.

Por su parte, el científico jefe del Museo Australiano y director del Instituto de Investigación del AM, el profesor Kristofer Helgen, señala que el yacimiento fósil da vida a una imagen del interior de Australia que ahora apenas podemos creer que existió.

"Australia es el continente más singular desde el punto de vista biológico, y este yacimiento es extremadamente valioso por lo que nos dice sobre la historia evolutiva de esta parte del mundo. Proporciona más pruebas de los cambios climáticos y ayuda a llenar las lagunas en nuestro conocimiento de esa época y región", subraya Helgen.   

"El AM tiene una rica historia de expediciones e investigaciones científicas, y nos encanta que el público esté siempre fascinado por estos esfuerzos humanos fundamentales de exploración y descubrimiento", añade.

europapress.es

sábado, 8 de enero de 2022

Descubren en Chile fósiles de ranas que habitaron la Patagonia hace más de 70 millones de años

Un estudio realizado por paleontólogos de la Universidad de Chile identificó dos tipos de ranas que vivieron hace más de 70 millones de años junto a dinosaurios

Ilustración de una de los dos tipos de ranas que habitaron la Patagonia chilena
hace más de 70 millones de años. Foto: Universidad de Chile
Un equipo de investigadores de la Universidad de Chile identificó dos tipos de ranas que habitaron la Patagonia hace más de 70 millones de años junto a dinosaurios como el acorazado Stegouros elengassen, recientemente encontrado en zonas cercanas a las Torres de Paine en el extremo sur.

El estudio, publicado en la revista internacional Cretaceous Research, confirmó que ambas familias sobrevivieron a la extinción masiva ocurrida hace 66 millones de años tras el impacto del asteroide Chicxulub, hito que provocó la desaparición de los dinosaurios, y tienen parentesco con especies endémicas que actualmente ocupan el área como la rana gigante chilena.

Fue tras dos campañas de prospección paleontológica realizadas en 2017 y 2018 que los investigadores dieron con estas nuevas piezas de fauna prehistórica localizadas en el Valle del Río de las Chinas, siendo el registro fósil más austral de este tipo de ranas a nivel global hasta hoy.

El investigador de la Red Paleontológica de la Universidad de Chile y científico a cargo del estudio de estos fósiles, Felipe Suazo, detalló que estas ranas vivieron en un clima de mucha lluvia y temperaturas templadas en verano, con un ecosistema sostenido por el meandro de la desembocadura de un río.

"(En estos ecosistemas) se apreciaban bosques de helechos, coníferas Nothofagus. Probablemente, existieron áreas de inundación, las que eran pobladas por diversos animales adaptados a ambientes dulceacuícolas, como ranas, tortugas y hasta cocodrilos. Complementando a esta particular fauna, también se han identificado restos de linajes ya extintos de mamíferos, como Magallanodon y Orretherium; además de dinosaurios”, explicó Suazo.

Sobrevivientes a Chicxulub

Las familias Pipidae (Kuruleufenia) y Calyptocephalellidae (Calyptocephalella), a las que pertenecen los fósiles encontrados, lograron superar el evento de extinción masiva que borró de la faz de la Tierra de los dinosaurios, contando con parientes que a la fecha se pueden encontrar tanto en la Patagonia chilena como argentina.

"Las causas por las que lograron sobrevivir y proliferar durante el Cenozoico, la época que continúa al Mesozoico, no están claras. Sin embargo, el registro fósil demuestra que ambas familias proliferaron con una diversidad de especies particulares en la Patagonia sudamericana", apuntó Suazo.

“La morfología de estos fósiles es casi idéntica a la que presentan los huesos de la actual rana grande chilena, pero debido a razones conservadoras se decidió asignar estos fósiles solo a un nivel de familia, a la espera de nuevos restos que permitan corroborar si pertenecen o no al género Calyptocephalella o a un nuevo género aún desconocido para la ciencia”, agregó el científico. 

“Fósil viviente”

Imagen de un ejemplar de una rana grande chilena, cuya morfología es
similar a los fósiles encontrados. Foto: Universidad de Chile
La familia Calyptocephalellidae, un verdadero "fósil viviente", explicó Suazo, se encuentra hoy amenazada por la acción humana.

“Esta familia actualmente es endémica de Chile, es decir, las especies pertenecientes a esta familia solo se distribuyen en nuestro país, lo cual dista mucho de su historia evolutiva, en donde era posible encontrarlas distribuidas en la Patagonia chilena y argentina e inclusive en la Península Antártica”, afirmó.

Actualmente, esta especie es considerada como una de las más grandes del mundo y se encuentra con categoría vulnerable en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza debido a la pérdida de ecosistemas dulceacuícolas de los últimos años.

eluniverso.com

viernes, 7 de enero de 2022

Descubren en Gales huellas de dinosaurios de hace 200 millones de años

Un equipo de paleontólogos ha descubierto huellas de lo que parece ser un saurópodo o un pariente de esta especie de dinosaurio.

Peter Falkingham, Natural History Museum, London
La paleontóloga Mary Anning, conocida en todo el mundo por sus hallazgos de los lechos marinos del período Jurásico en la localidad inglesa donde vivía, despertó el interés por esta disciplina y la posibilidad de encontrar un fósil de la era Jurásica incluso a día de hoy. De ahí que haya muchos visitantes que se acerquen a las costas de Dorset para tal empresa. Ahora, un equipo de paleontólogos del Museo de Historia Natural de Londres ha encontrado huellas de dinosaurio de hace 200 millones de años en una playa de Gales (Inglaterra): en la Formación Blue Anchor.

Convencidos de que las impresiones estudiadas y fotografiadas eran huellas en la playa, se preguntaron qué tipo de criatura las hizo.

"Sabemos que los primeros saurópodos vivían en Gran Bretaña en ese momento, ya que se han encontrado huesos de Camelotia, un saurópodo muy temprano, en Somerset, en rocas que datan del mismo período", explica Susannah Maidment, paleontóloga del museo que participó en la investigación que recoge la revista Geological Magazine.

Parece ser que uno de estos primeros saurópodos pudo haber dejado estas huellas que son bastante irregulares pero que miden más de 20-60 cms de diámetro y tienen una profundidad de más de 5-10 centímetros.

"No sabemos si esta especie fue la que hizo las huellas, pero es otra pista que sugiere que algo así podría haber hecho estas huellas", dicen los expertos.

Las huellas tendrán que dejarse en la orilla y acabarán desapareciendo con el tiempo; no se puede hacer otra cosa, por lo que el equipo ha tomado imágenes en 3D de estas huellas para poder estudiarlas en el futuro una vez ya hayan desaparecido para siempre.

Referencia: Peter L. Falkingham et al. Late Triassic dinosaur tracks from Penarth, south Wales. Geological Magazine, published online December 29, 2021; doi: 10.1017/S0016756821001308

muyinteresante.es

Descubren en Brasil cinco huevos fosilizados de una especie "desconocida" de dinosaurio carnívoro que vivió hace más de 60 millones de años

Los investigadores realizarán pruebas de laboratorio para determinar a qué especie pertenecen los restos.

Imagen ilustrativa. / Wikimedia Commons / Gary Todd
Un equipo de investigadores descubrió en el estado brasileño de São Paulo un conjunto de huevos de dinosaurio fosilizados que data del Cretácico superior, hace entre 60 y 80 millones de años, comentó el paleontólogo William Roberto Nava al medio Globo.

De acuerdo al científico, la primera aparición de restos huevos fosilizados en el parque Los Girasoles, en el municipio de Presidente Prudente, ocurrió en 2020, cuando se encontraron huevos de cocodrilo, por lo que continuó la exploración del sitio.

Durante las excavaciones realizadas en agosto de 2001, detalló el experto, el equipo desenterró cinco huevos que presentaban características distintas a los hallados previamente, principalmente en cuanto al tamaño y las características del cascarón.

Según explicó el investigador, la cubierta de los huevos de cocodrilo se caracteriza por tener una superficie externa porosa o lisa, mientras que los fósiles recientemente encontrados presentan una textura rugosa en forma de "pequeñas ondas".

"Mientras que los huevos de cocodrilo miden 6 centímetros de largo por 3,5 de ancho, estos huevos de dinosaurio carnívoro miden alrededor de 12 a 13 de largo por 6 a 7 de ancho. Por lo tanto, son mucho más grandes, lo que indica que no son huevos de cocodrilo, sino de alguna especie desconocida de dinosaurio carnívoro", explicó Nava.

Del mismo modo, el paleontólogo señaló que las características de los fósiles son muy similares a las de algunos ejemplares hallados en Argentina y Mongolia. Asimismo, comentó que actualmente no es posible determinar a qué especie pertenecen los restos, ya que no se han hallado otro tipo de rastros, como dientes o partes de huesos, que faciliten su identificación.

"Como el único registro son huevos aislados, habrá que hacer un estudio de laboratorio para determinar aproximadamente a qué especie o a qué grupo de dinosaurios carnívoros de pequeño tamaño pertenecían los huevos", apuntó.

actualidad.rt.com

Tierra de Dinosaurios, una ruta jurásica para toda la familia en la provincia de Burgos

Burgos esconde en la Sierra de la Demanda varios yacimientos del período Jurásico-Cretácico.

Dinosaurios en Burgos, en La Pedraja, Sierra de la Demanda. Turismo Burgos
Los dinosaurios fascinan a los más pequeños. Así que saber más de ellos es un plan estupendo para disfrutarlo en familia. La provincia de Burgos esconde en la Sierra de la Demanda varios yacimientos del período Jurásico-Cretácico.

Aventurarse en 'Tierra de Dinosaurios' es teletransportarse millones de años en el tiempo para encontrarse cara a cara con esos gigantescos vertebrados que poblaron el planeta hace más de 200 millones de años. La ruta descubre cómo vivieron, cómo se alimentaron, cómo evolucionaron y cómo y por qué desaparecieron.

Recorremos los yacimientos de Quintanilla de las Viñas y Regumiel de la Sierra, con parada en Mambrillas de Lara y Salas de los Infantes

En Salas de los Infantes está el Museo de Dinosaurios. Turismo Burgos
En ‘Tierra de Dinosaurios’ podremos descubrir afloramientos rocosos que se remontan 144 millones de años atrás, en la transición entre el Jurásico y el Cretácico. Todo un privilegio poder ver los restos que dejaron impresos nuestros antecesores más remotos.

El trayecto comienza en Quintanilla de las Viñas, en el yacimiento Las Sereas 7, que forma parte de un mega yacimiento de 5 kilómetros de longitud y que se extiende hasta La Pedraja. Aquí se conservan más de un millar de icnitas, entre las que destacan los saurópodos, vegetarianos cuadrúpedos de varias toneladas que dejaron sus huellas en las márgenes del gran lago subtropical que cubrió esta zona hace millones de años.

MUSEO DINOSAURIOS SALAS
Si seguimos por la carretera hasta Salas de los Infantes llegaremos a Costalomo, un enclave prácticamente único en toda Europa. Las garras de los dinosaurios se hundieron en el barro y el hueco que dejaron se rellenó posteriormente con arenas. Las capas de sedimentos se depositaron encima, conservando las huellas con su forma original bajo tierra durante milenios. Aquí se encuentra el rastro mejor conservado de Atila, un temible dinosaurio carnívoro que los científicos creen que medía hasta 10 metros de largo y 4 de alto.

El Museo de Dinosaurios

En Salas de los Infantes está el Museo de Dinosaurios. Expone los principales restos arqueológicos y paleontológicos de la zona de la Demanda. Aquí se alojan los restos del Demandasaurus darwini, el lagarto gigante Arcanosaurus ibericus, la tortuga Larachelus morla y el Europatitan eastwoodi, en honor a Clint Eastwood.

MUSEO DE SALAS DE LOS INFANTES
Este mismo verano los excavadores han hallado en la provincia de Burgos una nueva icnoespecie de dinosaurio no catalogada hasta la fecha a la que han bautizado Iniestapodus burgensis (“Pie de Iniesta burgalés”).

La última parada de la ruta es en Regumiel de la Sierra. Una estatua a tamaño real de un dinosaurio nos da la bienvenida. El yacimiento de El Frontal consta de 86 icnitas pertenecientes, en su mayoría, a iguanodóntidos, dinosaurios ornitópodos que solían caminar sobre dos patas. Se han hallado restos que pertenecerían a un iguanodóntido cuadrúpedo, lo que solo ocurría ocasionalmente.

20minutos.es

MEMORIA DE ACTIVIDADES FUNDACIÓN DINOSAURIOS CYL 2021

Puedes ver la Memoria de actividades 2021 de la Fundación para el Estudio de los Dinosaurios en Castilla y León cliqueando en la siguiente imagen o en el enlace de más abajo.















http://www.fundaciondinosaurioscyl.com/es/burgos/