![]() |
| Estudio de la Univ. de Bristol analizó 18 cráneos de terópodos y descubrió que la evolución generó múltiples estrategias de alimentación en depredadores gigantes. |
El estudio, publicado en Current Biology, demostró que el tamaño no determinaba la potencia de mordida: terópodos menores como el Raptorex ejercieron mayor estrés craneal que gigantes como el Acrocanthosaurus.
Implicaciones ecológicas
Según reportó Science Alert, Rowe explicó que esta "diversidad biomecánica" sugiere que los ecosistemas prehistóricos albergaron más especialización y menos competencia de lo estimado. Mientras los tiranosáuridos asumieron el rol de trituradores de huesos, otros terópodos evolucionaron hacia estrategias de desgarro rápido que requerían menor fuerza pero mayor precisión.
Esta partición de nichos ecológicos permitió la coexistencia de múltiples superdepredadores en un mismo territorio. Los hallazgos redefinen la comprensión de las redes tróficas mesozoicas, indicando que la evolución produjo "múltiples soluciones" para la vida carnívora gigante sin repetir patrones mecánicos.

No hay comentarios:
Publicar un comentario