La decisión sobre si las huellas de dinosaurios de Salas serán el cuarto bien Patrimonio de la Humanidad de Burgos se conocerá como muy tarde el 3 de agosto. «Hay posibilidades razonables de éxito», afirman desde el Museo
La candidatura de la Península Ibérica ha superado en esta ocasión el trámite que frenó la de 2006, cuando se requirió la entrada de Portugal y nueva documentación.
Esperanzados, pero cautos. Con buenas sensaciones pero sin lanzar las campanas al vuelo tras conocer, de fuentes oficiosas, que los evaluadores de la Unesco han emitido un informe favorable sobre la candidatura de las icnitas de la Península Ibérica a Patrimonio de la Humanidad. Un documento que da vía libre y despeja el camino para lograr este reconocimiento al atestiguar el interés científico de las huellas de dinosaurios y avalar la gestión conjunta de un proyecto en el que participan seis comunidades autónomas, entre ellas Castilla y León con el yacimiento de Costalomo de Salas de los Infantes y el de Soria, y Portugal.
«Estamos muy bien situados pero hay que esperar a ver qué pasa, mucho mejor posicionados que hace dos años», reconoce el director del Museo de los Dinosaurios de Salas, Fidel Torcida, al hacer referencia a la candidatura presentada en 2006. En esa ocasión, el organismo mundial, a través de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, requirió información complementaria de carácter científico y técnico, además de sugerir la presencia de Portugal, ahora con tres yacimientos seleccionados de un total de 11, en el proyecto. Cuando el país vecino quiso entrar, el tiempo se echaba encima y hubo que retrasar la presentación conjunta de la propuesta.
Esta vez los evaluadores de la Unesco, que visitaron el yacimiento de Costalomo el pasado mes de noviembre, no parecen haber puesto ‘pegas’ a la candidatura, con lo que entra de lleno en la recta final del proceso de evaluación. Será a finales de julio, entre el 25 y el 3 de agosto, cuando el Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco -integrado por 21 estados- se reúna en Brasilia para decidir qué proyectos son los elegidos para entrar a formar parte de esta prestigiosa lista. Entonces, Burgos conocerá si cuenta con el cuarto bien de esta categoría, que se sumaría a la Catedral, el Camino de Santiago o los yacimientos de Atapuerca.
De entre las excelencias de este segundo proyecto, Torcida resalta que Portugal ha aportado yacimientos «muy buenos» y que se ha realizado una evaluación más profunda de las características de la candidatura, con lo que los obstáculos anteriores están «perfectamente superados». «Ahora, la valoración positiva está mucho más fundamentada y aparentemente, hasta donde yo sé, no existen condicionantes», subraya el director del Museo.
Con todo ello, las «buenas sensaciones» se han disparado entre los responsables del centro expositivo, de la Fundación para el Estudio de los Dinosaurios de Castilla y León y del Colectivo Arqueológico de Salas de los Infantes. El reconocimiento supondría un espaldarazo al trabajo que se viene realizando en la Demanda, sobre todo en lo que respecta a la importancia del yacimiento de Costalamo, un lugar único en el mundo por la formación en relieve de las huellas y considerado como la ‘bandera’ de la candidatura de España y Portugal.
Contra Corea y Bolivia
Por su parte, la Junta de Castilla y León confía en que la candidatura pueda incluirse en la lista de Patrimonio Mundial, aunque precisa que compite con otras relevantes como la de Corea y Bolivia. Fuentes del Gobierno regional subrayan que en el proyecto presentado se pone de relieve la importancia de las icnitas como «inestimable fuente de información» para conocer el comportamiento y la evolución de estos animales extinguidos hace 65 millones de años. «Estos valores son los que pretende poner de relieve esta candidatura, integrada por 11 yacimientos que ilustran la relevancia de los cientos existentes en la Península Ibérica», aseguran. Concretamente son: Tereñes (Asturias), Fuentesalvo y Costalomo (Castilla y León), Las Cerradicas (Aragón), El Peladillo y Los Cayos (La Rioja), Tambuc (Valencian) y Fumanya (Cataluña). En Portugal, Pedreira do Galinha y Vale de Meios (Santarem) y Pedra da Mua (Setúbal).
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