En ‘El viaje de Arlo’, un niño y un apatosaurio se hacen amigos
Están por todas partes y, sin embargo, los dinosaurios no
nos dan miedo. Hace años que se sabe que no se extinguieron del todo, ya que
las aves son un grupo de terópodos que sobrevivió a la crisis de hace 66
millones de años. La nueva producción de Pixar, que se estrena esta semana,
imagina cómo habría sido el mundo si los dinosaurios –no aviarios– siguieran
poblando la Tierra. Paleontólogos españoles reflexionan sobre esa hipótesis de
ciencia ficción.
Fotograma de la película El Viaje de Arlo (The Good dinosaur) / Disney España |
Un pequeño cavernícola que se comunica por gruñidos y un
apatosaurio parlante son los protagonistas de El viaje de Arlo (The Good
Dinosaur en EE UU). En este filme, humanos y dinosaurios conviven en un planeta
en el que el asteroide que causó la extinción de estos grandes reptiles a
finales del Cretácico, en vez de impactar en la Tierra, pasó de largo.
Las aves son los dinosaurios de la actualidad que encogieron durante 50 millones de años
“¡No se han extinguido!”, exclama Francisco Ortega,
paleontólogo y profesor de Biología Evolutiva en la Universidad Nacional de
Educación a Distancia (UNED) al preguntarle por la película. “Tenemos unas
10.000 especies de dinosaurios conviviendo con nosotros, habitando los bosques
y las ciudades, como mascotas, como alimento. De hecho, es difícil mirar al
cielo y no ver un dinosaurio”.
Y así es. Las aves son los dinosaurios de la actualidad que
encogieron durante 50 millones de años para llegar a ser del tamaño de un
pájaro. De hecho, representan un grupo muy especializado de dinosaurios que se
han adaptado al vuelo. “Ya sé que esta idea no está todavía generalizada entre
el gran público, pero los paleontólogos lo tenemos claro”, dice a Sinc Xabier Pereda Suberbiola, doctor en paleontología y profesor en la Universidad del
País Vasco.
Que quede claro:
nunca convivimos con ellos
Pero en la película no se refieren a estos vertebrados
voladores, sino a los extintos de gran tamaño, como tiranosaurios o
ceratópsidos.
En el escenario que propone lo nuevo de Pixar –y muchas
otras producciones cinematográficas previas– conviven dinosaurios no aviarios
con humanos. Esto es algo que no ha ocurrido en la historia de la vida en la
Tierra, por lo que hablar de ello es pura ciencia ficción.
La vida de los
mamíferos no habría sido igual
Superado este primer baño de realidad, la hipótesis de qué
hubiera pasado está más abierta entre los paleontólogos. “Si no hubiese
ocurrido una crisis de diversidad en el Cretácico muy probablemente los
mamíferos no hubiesen tenido la posibilidad de evolucionar como lo hicieron y,
seguramente, el proceso que conduce a la aparición de humanos no hubiera
ocurrido”, argumenta el paleontólogo de la UNED. Pereda es de la misma opinión,
“podemos suponer que ‘quizás’ la radiación de los mamíferos no habría sido la
misma que conocemos”.
Diplodocus, Allosaurus, Stegosaurus llevaban millones de años extintos cuando se produce la gran crisis de final del Cretácico
Después de la extinción de los dinosaurios no aviarios, los
mamíferos placentarios se diversificaron enormemente. Entre el Paleoceno y el
Eoceno inferior, en unos 10 millones de años aparecieron una veintena de
linajes que incluyen a las formas ancestrales de todos los grupos modernos,
desde murciélagos a sirenios, pasando por roedores, primates, caballos o
elefantes.
“Con los dinosaurios presentes, quizá los mamíferos no
habrían podido evolucionar del mismo modo que lo hicieron entonces, y también
‘quizá’ los primates no habrían podido aumentar de tamaño y dar lugar a formas
con una arquitectura cerebral como la que poseen los representantes del linaje
humano”, apunta el científico de la Universidad del País Vasco, a la vez que
señala que esto último es pura especulación “porque no podemos rebobinar la
historia de la vida en la Tierra y ver lo que habría pasado”.
Incluso puede que no
existiéramos
Más contundente se muestra el paleontólogo de la Universidad
de Zaragoza José Ignacio Canudo: “Le debemos al meteorito, no lo dudes, que
nosotros estemos aquí”, enfatiza. “Los mamíferos convivieron con los
dinosaurios durante cientos de millones de años, aparecimos en el registro
fósil prácticamente a la vez. Lo que ocurría es que nuestros ancestros ocupaban
un nicho ecológico más sencillo, eran pequeños y no lograban conquistar más
allá del suelo o los ecosistemas más reducidos”.
“Le debemos al meteorito, no lo dudes, que nosotros estemos aquí”, enfatiza José Ignacio Canudo
Fidel Torcida, director del Museo de Dinosaurios de Salas de
los Infantes va un poco más allá: “Nunca lo podremos saber porque la evolución
es un proceso aleatorio. Queremos ponerle un cierto orden con el concepto de la
selección natural, pero realmente los caminos evolutivos nunca se pueden
predecir. Cuando ocurre la crisis de finales del Cretácico, los dinosaurios
estaban en declive en algunos lugares y en otros no tanto. ¿Podrían haberse
diversificado los mamíferos con los dinosaurios presentes? Igual sí, nunca se
sabe. De la misma manera que hemos aparecido, también quizás nunca hubiera
sucedido independientemente de la existencia de otros animales”.
El dinosaurio
‘humano’, ¿por qué no?
Puestos a imaginar, Luis Alcalá, director de la Fundación
Conjunto Paleontológico de Teruel–Dinópolis habla de la recreación mental
ideada por científicos y conocida como dinosauroide. Esta pseudopredicción
evolutiva, que apareció hace unos años, proponía la evolución hasta la
actualidad de un dinosaurio pequeño, muy espabilado, con ojos y cerebro grande
de finales del Cretácico, el Troodon.
La reflexión acerca de ese reptil, que posiblemente tendría
vista estereoscópica y bastante inteligencia, propone que si hubiera podido
desarrollar el cerebro, probablemente habría acortado su cuello y no
necesitaría la cola para hacer el balanceo hasta llegar –como pura ficción– a
parecerse a un ser humano.
“El juego intelectual sería, quizás, si los dinosaurios no
se hubieran extinguido algunos de ellos podrían haber sido bípedos, perdido la
cola, desarrollado el cerebro y ser como los lagartos aquellos de la serie V”,
dice Alcalá.
La única certeza es que sin la caída del asteroide
–combinada con otros eventos como el vulcanismo – el mundo, tal y como hoy lo
conocemos, sería completamente distinto.
Cómo domesticar a un
velociraptor
El discurso fantástico de las novelas y el cine ha inventado
trucos para justificar la coexistencia de humanos y dinosaurios –como mundos
perdidos y recuperación genética–. Otros filmes le han dado alguna vuelta de
tuerca más, como el amaestramiento que proponía la última película de la saga
Jurassic World (2015).
“La domesticación de animales actuales se podría reproducir
igual con algunos –no sé si pocos– dinosaurios. Es de suponer que los
carnívoros evolucionados y de pequeño tamaño serían tan amaestrables como lo
son hoy en día sus parientes cercanos, los loros o las aves rapaces”, sugiere
Ortega.
El paleontólogo no cree que los humanos hubiesen tenido
problemas tampoco en seleccionar variedades de dinosaurios herbívoros para su
explotación ganadera o como animales de carga. “Si lo hemos hecho con algunos
mamíferos, no veo problemas para hacerlo con algunos dinosaurios”.
Esto se aplicaría también a las especies no domesticadas. De
la misma forma que no es lo mismo tratar con un perro que con un tigre, las
especies depredadoras que no hubiesen pasado por un proceso de domesticación
serían incompatibles con otras especies e, incluso, con los humanos.
“Podemos imaginar el adiestramiento de algunos terópodos
(carnívoros), al menos, de aquellos de tamaño pequeño a mediano como los
'raptores' de Jurassic World”, apunta Pereda, al que la escena de
adiestramiento de esta película no le resulta muy creíble. “Amaestrar un raptor
del tamaño de Deinonychus podría resultar tan complejo como domar tigres,
leones u osos en los circos actuales”.
“Tampoco sería raro que un velociraptor se coma al domador,
a veces hay fieras que atacan”, añade el director de Dinópolis.
Para saber más
Los apasionados de estos temas, además de consultar la
cartelera, pueden buscar libros de ficción que especulan sobre cómo habrían
evolucionado los dinosaurios no aviarios si no se hubieran extinguido. Uno de ellos
es el del paleontólogo Dougal Dixon The New Dinosaurs: An Alternative Evolution
y más recientemente Demain, les animaux du futur de Sébastien Steyer y Marc
Boulay.
Zona geográfica: España
Fuente: SINC
Eva Rodríguez
Periodista y redactora de SINC especializada en información
sobre ciencias naturales y sociales.
2 comentarios:
los alumnos de Vinuesa, a través de Inmaculada, han trabajado hoy con este blog en su clase de lengua. Genial!
¡Genial! :)
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