Restos paleontológicos del esqueleto de Bruno, un dinosaurio
herbívoro. / EFE
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Bruno era herbívoro, medía 5 metros, pesaba 600 kilos y su
enorme esqueleto ha sido extraído setenta millones de años después de su
muerte, convirtiéndose en el ejemplar de dinosaurio más grande hallado en
Italia y uno de los restos más completos del continente.
Se trata de un ejemplar de la familia de los hadrosáuridos
de cinco metros de longitud que murió en el Cretácico tardío en un área que hoy
coincide con la costa de la italiana Trieste (nordeste), en un yacimiento
conocido como el «Villaggio del Pescatore».
Sus restos fueron encontrados en 1998 por el artista local
Bruno Zoppolato, quien le da nombre, y su extracción de las rocas en las que
permanecía inserto se ha extendido hasta este año, cuando se logró obtener por
completo su imponente cráneo.
Por el momento se ha recuperado el 70 % del cuerpo de Bruno
-en un bloque de piedra de casi mil kilos- pues aún queda por obtener la cola,
mientras que otras partes han desaparecido por la erosión.
«Es el más grande que tenemos en Italia y además uno de los
más completos en Europa», celebró en declaraciones a Efe Flavio Bacchia, que ha
coordinado el proyecto con su empresa Zoic, dedicada al estudio de restos
paleontológicos a nivel internacional.
Se trata presumiblemente de un adulto con «pico de pato» que
vivía en esta zona comiendo frutos y hojas, pues la hierba tal y como la
conocemos en la actualidad no existía, y su conservación ha sido posible dadas
las «extraordinarias condiciones» del lugar.
«Cualquier cosa que caía en esta especie de trampa tenía
posibilidad de conservarse», subraya.
El experto cree que su importancia, en primer lugar, reside
en que aunque el hadrosaurio es bastante común, la especie localizada «solo
existe en Italia», aunque haya otros «parecidos» en el mundo.
Bruno es el segundo dinosaurio que se encuentra en el
yacimiento, después de Antonio, otro dinosaurio al parecer de la misma especie
pero más pequeño y menudo y localizado hace treinta años.
El experto paleontólogo explica que el hecho de que en el
lugar se hayan encontrado dos dinosaurios permite intuir que puede haber muchos
más y, de hecho, ya se han localizado otros once.
«Ese yacimiento, además de su valor científico, porque son
especies nuevas para la ciencia, tiene un valor de divulgación cultural,
turística y económica única en Italia», apunta Bacchia.
Y es que, según apuntó, «en Italia no hay más yacimientos de
dinosaurios» y, si no se tienen en cuenta las huellas, que si que se
distribuyen en varios puntos de la península itálica, solo se conservan los
restos de otros tres ejemplares.
Son un pequeño carnívoro hallado en Benevento (sur), otro
también carnívoro pero más grande en Varese (norte) y por último un par de
vértebras cerca de Roma, todos en rocas empleadas en construcciones y «no
ligados directamente al yacimiento del que provienen».
Por esa razón el «Villaggio del Pescatore» constituye «una
joya y un tesoro» para el Estado italiano que, ante la certeza de que el lugar
alberga nuevos y numerosos restos, «debería valorarlo de la mejor manera
posible», defiende el experto.
Bacchia cree que se requiere «una decisión por parte de
Italia de proseguir las labores» y después invertir en el estudio de la zona
pues, aunque los fósiles son propiedad del Estado desde 1939, la extracción de
Bruno le ha costado a su empresa 82.000 euros.
«Nosotros apoyamos al sector público pero no podemos
sustituirlo, no sería justo y correcto», reivindicó.
Y es que esos fósiles permiten «reconstruir el clima, el
ambiente y el modo en qué vivían» estos fascinantes seres que habitaron la
Tierra, o lo que es lo mismo, «abrir una ventana sobre un mundo de setenta
millones de años de antigüedad».
Por el momento Bruno, recuperado de su largo letargo de
millones de años, permanecerá expuesto en el centro de información turística de
la localidad de Sistiana y finalmente será acogido en el Museo Cívico de
Historia Natural de Trieste, por ahora su última morada.
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