Estos nuevos yacimientos permitirán estudiar cómo se movían los grupos humanos entre este valle y la sierra de Atapuerca
Equipo de investigadores del proyecto Cota 1000 en el nuevo yacimiento de La Revilla en Hortigüela (Burgos). Fotos de la Fundación Atapuerca. |
En esta primera campaña de prospección se ha trabajado en
los municipios de Salas de los Infantes, Hortigüela, La Revilla y Contreras y
en ella han participado un equipo de arqueólogos, arqueólogas y estudiantes de
Prehistoria de la Universidad de Burgos (UBU).
El trabajo de campo ha consistido primeramente en localizar
y seleccionar los puntos susceptibles de contener depósitos de más de millón de
años. Seguidamente se ha realizado una visita a dichos lugares donde se ha
llevado a cabo una batida del lugar que ha permitido verificar si realmente
había restos de herramientas de piedra. En total se han descubierto media
docena de lugares en los que se han recuperado una colección de un centenar de
herramientas de piedra.
De todos los lugares descubiertos destaca el nuevo
yacimiento de 'La Revilla' situado al noroeste de la localidad de Hortigüela.
En este lugar se ha llevado a cabo un sondeo arqueológico de ocho metros
cuadrados y una profundidad de dos metros y medio, donde se han hallado una
docena de herramientas de piedra de cuarcita y cuarzo. El análisis inicial de
estas piezas arqueológicas apunta a una forma de talla antigua que se conoce
como 'achelense' o 'modo tecnológico II'. Esta tecnología aparece a la península
Ibérica hace algo más de medio millón de años y está muy bien documentada en el
cercano yacimiento de 'La Revilleja de Valparaiso' (Hortigüela) o en el
yacimiento de 'Galería' de la sierra de Atapuerca.
El estudio de estos nuevos yacimientos del valle del Arlanza
permitirá modelizar los movimientos realizados por los primeros grupos humanos
que ocuparon este tramo del río y relacionarlos con los yacimientos de la
sierra de Atapuerca de esta cronología. En palabras de Eudald Carbonell,
codirector del proyecto, «durante el Paleolítico los ríos Arlanza y Arlanzón
funcionaron como auténticas autopistas por las que se desplazaban continuamente
los grupos humanos en su camino hacia la sierra de Atapuerca. Por lo tanto, el
estudio de estos nuevos yacimientos será clave para entender cómo se produjeron
las primeras llegadas de estos grupos cazadores y recolectores a este lugar de
Europa occidental». Del mismo modo el análisis del conjunto de herramientas
líticas permitirá comprender cómo era su tecnología y qué estrategias
desarrollaron estos grupos humanos para gestionar este territorio.
'La Revilleja de Valparaíso'
Lasca de cuarcita descubierta en el nuevo yacimiento de La Revilla en Hortigüela (Burgos). |
Estos trabajos de prospección han sido dirigidas por Eudald Carbonell i Roura (Catedrático de Prehistoria de la Universidad Rovira Virgili, Profesor Colaborador Honorífico en la Universidad de Burgos y vicepresidente de la Fundación Atapuerca), Marta Santamaría Díez (beneficiaria de una ayuda económica para investigación de la Fundación Atapuerca), Marta Navazo Ruiz (Profesora Titular de Prehistoria de la Universidad de Burgos), Alfonso Benito Calvo (Investigador del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, CENIEH) y Rodrigo Alonso Alcalde (Museo de la Evolución Humana – Universidad de Burgos).
Esta intervención arqueológica organizada por la Fundación
Atapuerca y la Universidad de Burgos, ha sido posible gracias a la colaboración
del Servicio Territorial de Cultura de la Junta de Castilla y León, los
Ayuntamientos de Hortigüela, Cascajares de la Sierra, Barbadillo del Mercado,
Contreras, La Revilla y Salas de los Infantes.
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