Y también es “un importante recordatorio de que los caminos evolutivos pueden ser impredecibles”
![]() |
| © Brennan Stokkermans/National Museums Scotland |
En un trabajo publicado hoy en Nature, el mundo conoce al Breugnathair elgolensis, un reptil de la era jurásica con el cuerpo corto y los miembros de un gecko. Pero como lo indica su nombre en galés “falsa víbora del Egol”, sus mandíbulas y dientes en gancho se parecen a los de las pitones de hoy. La combinación se presentaba como imposible cuando los paleontólogos desenterraron el fósil en 2015, y naturalmente supusieron que los huesos pertenecían a animales diferentes.
La reclasificación ubica al Beugnathair en un grupo de escamosos extintos – orden de reptiles que incluye a lagartos y serpientes – denominado Parviraptoridae. El grupo en sí presentaba enigmas para los paleontólogos porque la mayoría de los “individuos” comprenden fósiles fragmentados, con piezas sin identificar, según los investigadores.
Revisión del fósil
![]() |
| © Mick Ellison/AMNH |
Con ese análisis armaron un esqueleto casi completo de una extraña criatura híbrida, con aspectos de lagarto y de serpiente. La criatura, de unos 35 centímetros de largo desde la cabeza a la cola, se veía extraña aunque técnicamente era lógica. Esta “criatura que parece una quimera es de hecho un miembro de los Parviraptoridae”, escribió en News and Views Hussan Zaher, paleontólogo de la Universidad de São Paulo en Brasil.
Los orígenes
![]() |
| © Duncan McGlynn/National Museums Scotland |
Los autores del trabajo no están sugiriendo que las serpientes hayan evolucionado a partir del Breugnathair. El tamaño del reptil era relativamente grande en comparación con otras especies similares de su tiempo, por lo que sus presas probablemente serían las lagartijas o las crías de dinosaurio. Pero los investigadores no pueden afirmar con certeza si el Breugnathair es una extrañeza evolutiva o una criatura que representa una tendencia mayor en la historia genética de las serpientes.
“El Breugnathair tiene características de serpiente, como los dientes y las mandíbulas, pero en otros aspectos es sorprendentemente primitivo”, explicó en declaraciones Roger Benson, autor principal del trabajo y paleontólogo del Museo de Historia Natural de EE.UU. “Esto podría indicarnos que los ancestros de las serpientes eran muy diferentes a lo que esperamos, o podría también ser evidencia de que los hábitos depredadores como los de las serpientes evolucionaron por su lado en un grupo primitivo ya extinto”.
“El mosaico de características primitivas y especializadas que encontramos en los Parviraptoridae, como lo demuestra este nuevo espécimen, nos recuerda que los caminos evolutivos pueden ser impredecibles”, explicó Susan Evans, coautora del estudio y paleontóloga del University College London en el Reino Unido.
“Este fósil nos lleva lejos pero no nos indica el final del camino”, añadió Benson. “Sin embargo, aumenta nuestro entusiasmo acerca de la posibilidad de entender de dónde provienen las serpientes”.
Este artículo ha sido traducido de Gizmodo US por Romina Fabbretti. Aquí podrás encontrar la versión original.



No hay comentarios:
Publicar un comentario