Son más de 10 huellas fosilizadas en la cuenca del Tacutu, hecho que modifica la comprensión paleontológica de una región que siempre pareció borrar su propio pasado
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| Las huellas atribuidas ornitópodos y dinosaurios acorazados muestran una diversidad inesperada en un territorio considerado inadecuado para fósiles (Freepik) |
Sin embargo, un equipo de investigadores de la Universidad Federal de Roraima (UFRR) comprobó que esa percepción no representaba toda la verdad. Lo que ocurrió en la cuenca del Tacutu abrió un vacío nuevo en la línea de tiempo sudamericana.
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| El hallazgo de huellas de más de 103 millones de años en la cuenca del Tacutu revela que la Amazonía conservó rastros prehistóricos pese a su ambiente hostil ( adolfo-atm - X) |
El hallazgo documentado se construyó a partir de una observación que sorprendió al equipo. Las marcas revelaban la presencia de distintos grupos, lo que mostraba un ecosistema mucho más diverso de lo que se imaginaba. Algunos rastros correspondían a rapaces, predadores ágiles que dominaron varios ambientes del planeta.
Otros pertenecían a ornitópodos, herbívoros bípedos que convivían en grandes manadas. También aparecían señales de xireóforos, un linaje acorazado que desarrolló placas óseas en la parte superior del cuerpo. Ningún registro permitía determinar especies exactas, pero el conjunto mostraba un mosaico inesperado.
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| Se estima que la cuenca del Tacutu podría albergar cientos de huellas más lo que convertiría a la región en un sitio icnológico clave de Sudamérica (Agencia Brasil) |
El descubrimiento generó una respuesta rápida entre especialistas que buscaban comprender cómo este rincón amazónico resistió la erosión, los cambios de nivel del agua y la intensa dinámica geológica.
En la región de Tacutu, la historia geológica operó de manera diferente. El investigador Lucas Barros explicó que en aquel tiempo el área funcionaba como un valle muy húmedo, rodeado de cauces fluviales y vegetación abundante. El lodo recibía las pisadas de los animales y, con el paso del tiempo, perdía humedad y se endurecía. Esa capa endurecida quedaba enterrada bajo nuevos sedimentos y se convertía en una roca capaz de resistir la erosión.
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| Investigadores de la UFRR identificaron por primera vez evidencia concreta de dinosaurios en la Amazonía lo que modifica la comprensión paleontológica regional ( Crédito: JPavani/Reproducción) |
La preservación también dependió de un detalle ecológico que parecía menor, pero que desempeñó un papel esencial: una franja de vegetación de sabana que aún existe en la cuenca. Esa área más abierta permitió que ciertos afloramientos rocosos quedaran expuestos sin que la selva los cubriera por completo.
Gracias a esa ventana geológica, los investigadores encontraron no solo huellas, sino también fósiles de plantas, restos de invertebrados, troncos petrificados e impresiones de hojas.
“Esta franja de sabana nos permite encontrar afloramientos en las rocas y verificar si contienen algún material fósil”, comentó Barros. La Amazonía, que siempre pareció borrar su historia, ofreció una excepción inesperada.
El hallazgo que esperó once años
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| La cuenca del Tacutu funcionaba como un valle húmedo donde el lodo endurecido permitió que las pisadas se transformaran en rocas capaces de resistir el clima (Agencia Brasil) |
La historia del descubrimiento no fue lineal. En realidad, empezó en 2014, cuando un grupo de estudiantes de geología de la UFRR participó en una salida de campo dirigida por el profesor Vladimir Souza.
En aquel momento, la universidad no contaba con un especialista en paleoecología ni con los equipos necesarios para analizar las huellas. La ausencia de recursos y la preocupación por posibles intervenciones externas llevaron al equipo a tomar una decisión drástica: guardar silencio. Souza explicó que, si divulgaban el hallazgo demasiado pronto, otros grupos podrían apropiarse de la investigación y desplazar el trabajo local.
El proyecto quedó archivado durante años, mientras las rocas esperaban a que una nueva generación retomara el desafío. Recién en 2021, Lucas Barros decidió revisar el material. Lo hizo con apoyo del paleontólogo Felipe Pinheiro, de la Universidad Federal de Pampa (Unipampa). Ambos desarrollaron una línea de estudio que combinó trabajo de campo, análisis detallado y técnicas modernas.
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| El uso de fotogrametría permitió crear modelos 3D detallados que revelaron nuevos afloramientos y ampliaron el alcance científico del descubrimiento (Crédito: NHM/Reino Unido) |
La revisión del sitio transformó lo que parecía un conjunto aislado en un yacimiento vasto y prometedor. Barros estima que la cuenca del Tacutu podría contener cientos de huellas aún sin analizar. Durante su investigación, detectó nuevas áreas en el Territorio Indígena Jabuti y encontró cuatro zonas con un potencial científico enorme. Los rastros no solo aumentaron en número, sino también en variedad. Las distintas profundidades, tamaños y orientaciones de las huellas sugieren dinámicas ecológicas que todavía no se comprenden por completo.
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| Investigadores de la UFRR identificaron por primera vez evidencia concreta de dinosaurios en la Amazonía lo que modifica la comprensión paleontológica regional |
La lectura del paisaje geológico actual también ofrece pistas para futuras exploraciones. La región muestra una alternancia de áreas boscosas y zonas abiertas que permiten identificar afloramientos rocosos sin la interferencia inmediata de la vegetación tropical.
Esta configuración, que no es común en la Amazonía, funcionó como una ventana natural a un pasado remoto. La erosión expuso rocas que permanecían enterradas desde el Cretácico, y esa exposición permitió la detección de huellas que, en cualquier otro sector de la selva, se habrían desintegrado.
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| El descubrimiento contradice la idea tradicional de que la Amazonía no preserva fósiles y abre nuevas preguntas sobre la fauna que habitó el Cretácico temprano ( Créditos: Jorge Blanco) |
Esos temores dificultan el acceso científico a zonas clave y frenan el análisis detallado de los registros. A pesar de esas dificultades, Barros y su equipo avanzan en acuerdos para continuar las exploraciones de manera responsable y transparente.
El equipo cree que Tacutu podría convertirse en uno de los yacimientos icnológicos más importantes de Sudamérica. La posibilidad de que la Amazonía albergue un capítulo paleontológico tan extenso obliga a replantear el mapa fósil del país y del continente.
La región, que siempre pareció borrar su propio pasado, mostró que conserva historias más profundas de lo que se imaginaba. Bajo la selva, late un registro prehistórico que recién empieza a revelarse.
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