jueves, 18 de diciembre de 2025

Hallado en el Parque Nacional del Stelvio el mayor yacimiento de huellas de dinosaurios de los Alpes: un paisaje intacto del Triásico Superior que reescribirá la paleontología europea

Descubierta en el Parque Nacional del Stelvio una "autopista" triásica de dinosaurios: un yacimiento de miles de huellas redefine la paleontología alpina a las puertas de los Juegos Olímpicos.

La denominada «capa 0», que aflora en las altas paredes de las Cime di Plator.
Solo aquí se cuentan unas dos mil huellas fósiles, en su mayoría atribuibles a
dinosaurios prosaurópodos. Crédito: Elio Della Ferrera, Arch.
PaleoStelvio (PNS, MSNM, SABAP CO-LC)
Una extensión de varios kilómetros de paredes dolomíticas casi verticales en el Parque Nacional del Stelvio, conserva el rastro de un suceso biológico de una escala sin precedentes en la región alpina: miles de huellas de dinosaurios, formadas por manadas de grandes herbívoros hace aproximadamente 210 millones de años, han sido identificadas en la remota Valle di Fraele, entre Livigno y Bormio, localidades que acogerán competiciones de los próximos Juegos Olímpicos y Paralímpicos Milán-Cortina 2026.

La noticia, hecha pública este lunes 16 de diciembre de 2025 en una conferencia de prensa en Palazzo Lombardia, revela la existencia del sitio de icnitas más extenso de los Alpes y uno de los depósitos de huellas fósiles del Triásico más ricos a nivel global, un lugar que nunca antes había sido señalado ni estudiado y que, por su magnitud y complejidad, ocupará a geólogos y paleontólogos durante décadas.

El hallazgo se originó el domingo 14 de septiembre de 2025, cuando el fotógrafo naturalista Elio Della Ferrera, durante una excursión para fotografiar fauna, observó con sus prismáticos una serie de depresiones alineadas en estratos casi verticales de dolomía. Intrigado, ascendió por un pendiente escarpado hasta la base del afloramiento y confirmó su sospecha inicial: cientos de huellas fósiles, algunas de hasta cuarenta centímetros de diámetro y con claras impresiones de dedos y garras, cubrían la roca.

El complejo de cumbres Plator-Doscopa visto desde la orilla norte de los lagos de Cancano, situados a 1960 metros de altitud. Los afloramientos con huellas de dinosaurios, nunca vistos hasta ahora, se distribuyen a lo largo de siete crestas a altitudes comprendidas entre los 2400 y los 2800 metros, a lo largo de casi cinco kilómetros. Por eso se habla de la «valle de los dinosaurios». Crédito: Cristiano Dal Sasso, Arch. PaleoStelvio (PNS; MSNM; SABAP CO-LC)

Al día siguiente, contactó al paleontólogo Cristiano Dal Sasso del Museo di Storia Naturale di Milano, quien, tras recibir las primeras imágenes, certificó el carácter dinosauriano de las improntas. La cadena de custodia se activó de inmediato; esa misma jornada se alertó a la Soprintendenza Archeologia, belle arti e paesaggio per le province di Como, Lecco, Sondrio e Varese, que a su vez informó a la Dirección del Parque Nacional del Stelvio, en cuyo territorio se encuentra el yacimiento.

Para una primera evaluación, la Soprintendenza constituyó un grupo de trabajo que, además del Museo de Milán y del Parque, integró al icnólogo Fabio Massimo Petti del MUSE de Trento y al geólogo Fabrizio Berra del Departamento de Scienze della Terra «Ardito Desio» de la Universidad de Milán.

Un primer y breve reconocimiento in situ se realizó acompañado por el Nucleo Carabinieri “Parco dello Stelvio” de Valdidentro, encargado de la documentación fotográfica, videográfica y geo-paleontológica presentada. La ubicación exacta, dada su fragilidad, no ha sido divulgada; el área carece de senderos y su estudio exhaustivo requerirá el empleo sistemático de drones y tecnologías de teledetección.

Las huellas mejor conservadas muestran claramente los largos talones, los dedos y las marcas de las garras, a pesar de haber estado expuestas durante miles de años a la nieve y el hielo, incluso durante las últimas glaciaciones. Crédito: Elio Della Ferrera, Arch. PaleoStelvio (PNS, MSNM, SABAP CO-LC)

El escenario triásico y sus protagonistas

Los análisis geológicos sitúan las huellas en la Dolomia Principale (también llamada Dolomia del Cristallo en la zona), una formación del Triásico Superior que data del Norico, un período comprendido entre 227 y 205 millones de años atrás. En esa era, la región era una vasta plataforma carbonatada de mar bajo, con extensas llanuras de marea tropical bañadas por el océano Tetis, donde los dinosauros dejaron sus huellas en fangos calcáreos. La posterior orogenia alpina deformó y elevó estos sedimentos miles de metros, inclinando los estratos hasta posiciones casi verticales.

La inmensa mayoría de las huellas, de forma alargada y producidas por animales bípedos, muestran marcas de hasta cuatro dedos. Donde los rastros están más aislados, se observan delante de las huellas de los pies otras más pequeñas y anchas correspondientes a las manos, indicando puntos donde los animales se detuvieron apoyando sus miembros delanteros.

Los expertos atribuyen estas pistas a dinosaurios prosaurópodos, herbívoros de cuello largo y cabeza pequeña, antecesores de los gigantescos sauropodos jurásicos. Plateosaurus engelhardti, cuyos esqueletos se han hallado en Suiza y Alemania y que podía alcanzar los diez metros de longitud, es el candidato más probable. En la nomenclatura icnológica, estas huellas se aproximan al icnogénero Pseudotetrasauropus, aunque futuras investigaciones podrían revelar una icnoespecie completamente nueva. No se descarta la presencia entre las trazas de otros reptiles, como arcosaurios similares a cocodrilos o dinosaurios carnívoros.

Se pueden ver huellas de decenas de metros de largo en diferentes superficies. En el yacimiento de Cime di Plator, las huellas fósiles están impresas con una profundidad evidente, lo que indica que los dinosaurios caminaban sobre lodos calcáreos muy plásticos debido a la abundante presencia de agua. Crédito: Elio Della Ferrera, Arch. PaleoStelvio (PNS, MSNM, SABAP CO-LC)

La importancia del yacimiento, bautizado extraoficialmente como Triassic Park por el presidente regional Attilio Fontana, se fundamenta en varios aspectos únicos. En primer lugar, constituye el primer registro de huellas dinosaurianas en Lombardía. En segundo, son las únicas descubiertas en el Dominio Austroalpino italiano, es decir, al norte de la importante falla de la Línea Insubrica, ofreciendo datos paleogeográficos excepcionales. Finalmente, confirma la explosión evolutiva de los sauropodomorfos en el Norico, ya que se estima que el 90% de las trazas pertenecen a este grupo.

Las cifras son abrumadoras. Estimaciones preliminares basadas en fotografía calculan varios miles de huellas individuales. Esta densidad extraordinaria, de hasta cuatro a seis huellas por metro cuadrado, se explica por tres factores convergentes: una altísima densidad original que sugiere el paso de manadas numerosas; una variedad dimensional que indica la convivencia de individuos de diferentes edades y tamaños; y una extensión espacial enorme.

Los afloramientos se distribuyen en al menos siete cordales diferentes, con decenas de estratos superpuestos, a lo largo de casi cinco kilómetros entre las Cime di Plator y Cime Doscopa, en la vertiente sur de los Laghi di Cancano. Se han identificado unos treinta puntos de afloramiento.

Este lugar estaba lleno de dinosaurios, es un inmenso patrimonio científico. Los rastros paralelos son pruebas evidentes de manadas en movimiento sincronizado, afirmó Cristiano Dal Sasso durante la presentación. Fabio Massimo Petti, icnólogo del MUSE, destacó la calidad de conservación: La plasticidad de esos finos fangos calcáreos ha permitido preservar detalles anatómicos realmente notables. Por su parte, el geólogo Fabrizio Berra subrayó la oportunidad única de estudiar, a través de los múltiples estratos superpuestos, la evolución temporal de los animales y su entorno, leyendo las páginas de un libro de piedra.

Las instituciones han enfatizado la necesidad de una triple vía de acción: protección, investigación y valorización. Beatrice Maria Bentivoglio-Ravasio, Superintendente de la provincia, anunció que los resultados de estas primeras indagaciones constituirán la base para un decreto de tutela que garantice la preservación del sitio. Franco Claretti, director del área lombarda del Parque, y Massimo Sertori, asesor regional, destacaron el valor añadido que este descubrimiento confiere al territorio del Stelvio.

El simbolismo temporal del hallazgo, a escasas semanas del inicio de los Juegos Olímpicos en la misma región, ha sido resaltado por múltiples autoridades. La colaboración formal entre la Soprintendenza, el Parque Nacional y las instituciones científicas garantizará el estudio meticuloso de este paisaje fosilizado, que promete reescribir capítulos fundamentales de la paleontología del Triásico europeo, mientras las montañas que albergarán a los atletas del mundo revelan, estratificado en su roca, el bullicioso trasiego de sus habitantes más antiguos.

FUENTES

Museo di Storia Naturale di Milano

labrujulaverde.com

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