jueves, 6 de abril de 2023

XV CONCURSO INTERNACIONAL DE ILUSTRACIONES CIENTÍFICAS DE DINOSAURIOS 2023















La Fundación para el Estudio de los Dinosaurios en Castilla y León y el Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes organizan un año más el XV Concurso Internacional de Ilustraciones Científicas de Dinosaurios 2023. En esta decimotercera edición, de nuevo vuelve a colaborar la empresa salense Hernáiz Construcciones Hercam, S.L., a la que volvemos a agradecer enormemente su implicación en el concurso.

Podrán participar todas las personas españolas o de cualquier nacionalidad sin límite de edad.

El tema principal del concurso son las ilustraciones sobre dinosaurios y otros seres vivos contemporáneos suyos (Mesozoico). Las ilustraciones pueden representar reconstrucciones de los animales y otros seres mesozoicos en vida, en su medio o de los fósiles originales.

Se valorarán las ilustraciones sobre dinosaurios hallados en la comarca de Sierra de la Demanda (Burgos), así como las especies descritas en esa comarca y en el conjunto de la península ibérica.

El plazo de envío será hasta el 5 de noviembre de 2023.

No podrán ser premiados aquellos participantes que ya lo hayan sido en los últimos dos años.

Podéis descargaros las bases (en castellano e inglés) en el siguiente enlace: pincha aquí.

Listado de dinosaurios, otros vertebrados y plantas de la comarca de Salas de los Infantes (pincha aquí).

www.fundaciondinosaurioscyl.com

Reconstruyeron en 3D el cráneo de un pequeño dinosaurio que habitó la Patagonia

El diseño en 3D de la especie que vivió en lo que hoy es Argentina hace
millones de años.
Un equipo compuesto por investigadores de Argentina, Inglaterra y Alemania logró reconstruir el cráneo de un pequeño dinosaurio que habitó en la región Patagonia hace 170 millones de años.

El trabajo se realizó en restos encontrados en el actual territorio del Chubut, en buen estado de conservación y fue publicado por la revista científica Journal of Vertebrate Paleontology, según informó en su página oficial el Museo Egidio Feruglio, con sede en la ciudad chubutense de Trelew.

El fósil objeto del análisis fue la anatomía del cráneo de la especie "Manidens condorensis", un pequeño dinosaurio ornitisquio que vivió hace 170 millones de años en lo que hoy es la provincia del Chubut.

La investigación se realizó a partir de micro-tomografías computadas que dieron paso a la reconstrucción digital en formato tridimensional que, por su calidad, se ubica en una de las descripciones más completas que se han realizado en cráneos de dinosaurios.

Las imágenes fueron publicadas en la web del museo
La publicación del MEF recoge la opinión de doctor en Ciencias Biológicas y Licenciado en Paleontología Marcos Gabriel Becerra, investigador de CONICET en el Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Tierra de la Universidad Nacional de Córdoba y líder del trabajo que estudió en profundidad al ejemplar de Manidens.

"Tenemos uno de los cráneos más completos que se conocen dentro de los heterodontosáuridos, un linaje de pequeños dinosaurios ornitisquios, cuya dentición con colmillos grandes y hocicos largos, recuerda más a los cánidos y otros mamíferos, que a los dinosaurios", describió Becerra.

Paso a paso

La extracción de la roca mediante separación mecánica se realizó en el Museo Paleontológico Egidio Feruglio (MEF) de Trelew y permitió conocer muchos detalles de la superficie.

"Si bien la preservación del fósil es muy buena, muchos de los huesos del cráneo se encuentran desarticulados formando bloques compactos de huesos solapados y por su tamaño pequeño y la fragilidad de los fósiles, no se podía aislar mecánicamente por lo que se recurrió a tomografías computadas que facilitaron la reconstrucción", explicó Becerra.

Las micro-tomografías que se practicaron en Alemania permitieron diferenciar los componentes de los restos sin dañarlos y así identificaron que tenían "más del 80% del cráneo de esta especie", dijo el especialista.

De esta forma, se pudieron ver por primera vez todos los huesos separados para su descripción, lo que permite identificar las zonas de contacto que tienen los huesos entre sí, descubrir lugares de inserción muscular y finalmente reconstruir la musculatura de la mandíbula.

"Obtenidos estos elementos, logramos plantear hipótesis sobre la biomecánica craneal, con la esperanza de contribuir con el conocimiento morfológico de la especie, y formular hipótesis acerca de los hábitos alimenticios de Manidens, una especie con dentición muy particular respecto a otros dinosaurios", completa el informe.

Además de Becerra, trabajaron en el estudio Diego Pol (Conicet-MEF), Laura B. Porro (University College London, Reino Unido), Ariana Paulina-Carabajal (UNCo-CONICET) y Oliver W.M. Rauhut (Ludwig-Maximilians-Universität, Alemania).

ellitoral.com

martes, 4 de abril de 2023

HORARIO DE SEMANA SANTA 2023 DEL MUSEO DE DINOSAURIOS

Horario de Semana Santa 2023 del Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes (Burgos):

Jueves Santo, 6 de abril: de 10:30 a 14:30 h.

Viernes Santo, 7 de abril: de 10:30 a 14:30h.

Sábado Santo, 8 de abril: de 10:30 a 14:10 h. Y de 17:00 a 20:00 h.

Domingo de Resurrección, 9 de abril: de 10:30 a 14:30 h. Tarde: cerrado.

Lunes de Pascua, 10 de abril: Cerrado.

El resto de los días, anteriores y posteriores, horario habitual del Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes.

http://www.fundaciondinosaurioscyl.com/es/c/sobre-el-museo

VII Concurso de Fotografía Geológica "Tierra de Dinosaurios", 2023

La Fundación para el Estudio de los Dinosaurios en Castilla y León convoca el séptimo concurso de fotografía “Tierra de Dinosaurios” con el fin de promover un mayor conocimiento social del valioso patrimonio geológico y paleontológico de la Sierra de la Demanda burgalesa.



PARTICIPANTES:

Podrán participar todas las personas españolas o de cualquier nacionalidad sin límite de edad. Cada autor podrá presentar un máximo de cinco fotografías.

TEMA:

El tema al que se dedica esta séptima edición es el paisaje geológico del macizo de Cameros/Demanda burgalés. Las imágenes deben ser tomadas en el entorno natural del territorio indicado que se delimita en la imagen que se adjunta en archivo jpg. El mapa puede descargarse en: http://fundaciondinosaurioscyl.com/docftp/territorio-del-concurso.jpg

A modo de ejemplos, se señala a continuación algunos lugares geológicos de relevancia en el territorio donde se desarrolla este concurso: pliegues sinclinales de Peña Carazo y Peña Gayubar, desfiladeros de Yecla, río Pedroso y río Mataviejas, valle del Arlanza, circos glaciares de Mencilla y Neila, paso de Las Calderas, el Castillejo o las cuevas kársticas de Arlanza.

PREMIOS:

Premio: 300€ + Diploma.

Premio: 200€ + Diploma.

Premio: 100€ + Diploma.

Las fotografías se enviarán a cualquiera de los correos electrónicos de la Fundación Dinosaurios CyL: info@fundaciondinosaurioscyl.com o fundaciondinosaurioscyl@gmail.com 

El plazo de envío será desde el 4 de abril hasta el 30 de junio de 2023.

Bases: descárgatelas aquí.

Territorio indicado: Mapa (pinche aquí).

www.fundaciondinosaurioscyl.com

La 'ambiciosa' programación del Museo de Dinosaurios en Burgos

Fósiles de dinosaurios no mostrados, Realidad Virtual y una exposición en colaboración con el Museo de Historia Natural de Nueva York son algunas de las propuestas

Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes.- ICAL
El Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes (Burgos) planifica diversos proyectos y actividades en 2023, con fines fundamentalmente de investigación, divulgación y didáctica, con la colaboración de la Fundación Dinosaurios de Castilla y León y el Colectivo Arqueológico y Paleontológico de Salas, C.A.S. Según informó el espacio museístico en un comunicado, para poder llevar a cabo estas actividades cuentan también con el apoyo de otras instituciones científicas nacionales e institucionales, la financiación de empresas, así como la participación de voluntarios.

De esta forma, a lo largo de este año, el Museo tiene previsto exponer este año fósiles de dinosaurios que hasta ahora no se han mostrado, por ejemplo los del ornitópodo (herbívoro) que se ha identificado como el más pequeño en el mundo de todos los conocidos o, en contraste con el anterior, del gigante Europatitán, que posee una costilla de 2,1 metros de longitud y cuyo cuello mediría diez metros de largo. A corto plazo, el Museo pondrá de nuevo en funcionamiento el puesto de Realidad Virtual con imágenes del dinosaurio Demandasaurus, del que podrán disfrutar los visitantes en los días de Semana Santa, una instalación que utilizan de forma entusiasta los visitantes del Museo, informa Ical.

Los turistas podrán disfrutar también durante estos días vacacionales de la visita a los yacimientos de icnitas que forman parte de la ruta ‘Tierra de Dinosaurios’, establecida entre Quintanilla de las Viñas y Regumiel de la Sierra. Esta ruta patrimonial recibe una media anual de 7.500 visitantes.

Además, el Museo de Dinosaurios salense ha iniciado una colaboración para participar y coorganizar una exposición sobre dinosaurios en España, del Museo de Historia Natural de New York (EEUU), que se celebrará en otoño de 2023. Participa asesorando sobre el diseño de la exposición, la impartición de conferencias para docentes y para público en general, así como en la aportación de fósiles de dinosaurios que forman parte de sus fondos patrimoniales. El impacto de dicha exposición se prevé que sea “muy alto y permitirá difundir la existencia, el trabajo y los dinosaurios del Museo salense más allá de nuestras fronteras”.

Prepara también una exposición sobre ilustraciones científicas de dinosaurios. Para este año, se coorganizarán dos exposiciones en las que se mostrarán ilustraciones de dinosaurios participantes en las sucesivas ediciones del concurso internacional que convoca la Fundación Dinosaurios Castilla y León. Se celebrarán en León y Galicia, y en ella participan diversas instituciones gallegas y castellanoleonesas, siendo su principal impulsora la Universidad de Vigo.

Además, junto a otros museos españoles de paleontología, incluidos dinosaurios, el Museo salense participa en la creación de una asociación internacional para la gestión y promoción de los recursos de cada territorio participante. Se pretende que con la paleontología como recurso se integren otros de tipo social, cultural, ambiental, para consolidarse como herramientas que crean riqueza. Hasta ahora participan museos de España, Portugal, Francia y Hungría. En 2023 se dará un impulso a este proyecto, con el fin de incorporar más participantes, diseñar iniciativas comunes y buscar la financiación necesaria para desarrollarlas.

Proyectos de investigación

Entre los proyectos de investigación del Museo para este 2023 destacan el cráneo de dinosaurio ornitópodo cedido por el Museo Luberri (Oiartzun, Gipuzkoa), uno de los más completos de dinosaurios que se han recuperado en la Península Ibérica. Después de su estancia en el Sincrotrón de Grenoble (Francia), se ha iniciado el procesamiento de las imágenes obtenidas, lo que permitirá conocer su anatomía interna craneal, vías nerviosas y de circulación sanguínea con la mayor nitidez posible. En esta investigación participan diversas instituciones: Universidad del País Vasco, Universidad de Witwatersrand (Sudáfrica), Universidad Nacional de Río Negro y Conicet (Argentina). Es un proyecto “ambicioso” tanto en la participación y colaboración científicas como en los resultados que se esperan obtener.

El Yacimiento Valdepalazuelos- Tenada del Carrascal (Torrelara) es otro de los proyectos de investigación en los que está implicado el Museo. Después de cinco campañas de excavación, se han recogido más de un millar de fósiles “muy bien conservados”, entre los que sobresalen dinosaurios de varios tipos. Se ha publicado del yacimiento la presencia de dos dinosaurios saurópodos (gran tamaño, herbívoros, cuadrúpedos, cuello y cola largos), que tienen rasgos diferentes a los de especies ya conocidas. Asimismo otro estudio documenta restos de al menos cinco especies de Terópodos (carnívoros), entre las que destacan Eotyrannosáuridos, es decir, antepasados del famoso Tyrannosaurus Rex. Para este verano se tiene previsto realizar una nueva campaña de excavaciones en Torrelara (Burgos), una vez conocida la importancia de este yacimiento en el contexto del final del Jurásico (145 millones de años atrás) en la península Ibérica.

En relación al Geoparque Las Loras, desde el Museo recuerdan que en 2022 se inició una colaboración con los gestores del Geoparque para recuperar, estudiar y difundir varios hallazgos de dinosaurios aparecidos en su espacio. En 2023 se avanzará en un proyecto que implica también a las universidades de Cantabria, País Vasco y Zaragoza.

Destacan también su colaboración con los centros de investigación argentinos, ya que hace unos años el Colectivo Arqueológico y Paleontológico de Salas contactó con ellos y se realizaron viajes para conocer sus museos y dinosaurios. Uno de los proyectos desarrollados fue una campaña de excavaciones en El Chocón, Patagonia, en 2011. El dinosaurio recuperado es pariente de Demandasaurus, descrito en la Sierra de la Demanda. En la actualidad, un investigador delConsejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) argentino elabora una tesis doctoral en la que se incluye ese dinosaurio. El Museo de Dinosaurios colabora en dicha investigación, que tratará de dilucidar si los fósiles corresponden a una nueva especie e indagar sobre su parentesco con Demandasaurus. 

Otra investigación se centra en el dinosaurio de Vegagete, un ejemplar diminuto que ya ha dado “varias sorpresas de trascendencia internacional” gracias a los primeros estudios publicados. Entre otras conclusiones, ha servido para establecer un nuevo grupo de dinosaurios, los denominados Rabdodontomorfos. Las líneas de investigación que se desarrollan en 2023 se dirigen a reconstruir su cráneo, estudiar en detalle su historia evolutiva y establecer una nueva especie. También en este caso la colaboración científica es internacional: Universidad Nacional de Río Negro (Argentina) y el Instituto Real de Ciencias Naturales (Bélgica).

“La trascendencia e importancia de estos proyectos de investigación remarcan el trabajo que se hace en el Museo salense. En la investigación se necesitan recursos importantes, y se puede resaltar que para la preparación de los fósiles de dinosaurios, teniendo en cuenta la amplitud de los fondos patrimoniales que custodia el Museo, se estima que sería necesario el trabajo de tres conservadores-restauradores durante varios años para poder preparar, tratar y conservar los fósiles que se han ido recuperando de las campañas de excavación recientes”, señalan desde el Museo. Por ello, consideran “necesario” que se invierta en este aspecto, de modo que el único Museo de Dinosaurios de Castilla y León “tenga los medios técnicos y el personal especializado imprescindibles, tal como se hace en otros museos municipales y/o autonómicos de España o de otros países”, apuntan.

El Museo salense, que abrió sus puertas al público en 2001, es el único de sus características en la Comunidad y ha superado los 253.000 visitantes. Sus dinosaurios son conocidos en la comunidad paleontológica internacional, gracias fundamentalmente a sus dos especies icónicas: Demandasaurus darwini y Europatitan eastwoodi y al congreso trienal Jornadas Internaciones sobre Paleontología de Dinosaurios.

diariodecastillayleon.elmundo.es

domingo, 2 de abril de 2023

Anfibios gigantes nadaban como cocodrilos hace 250 millones de años

Anfibios gigantes extintos de dos metros de largo nadaban como cocodrilos mucho antes de que existieran los verdaderos cocodrilos, revela un estudio de la Universidad de Witwatersrand, Sudáfrica.

Comparativa de marcas fósiles de cocodrilos en Georgia (EUU) -A y B-
con la probable traza de huellas de la especie de anfibio extinta sudafricana.
GROENEWALD ET AL., 2023. PLOS ONE

Durante el Período Pérmico Tardío, hace poco más de 250 millones de años, Sudáfrica fue el hogar de los temnospóndilos rhinesuchid, grandes anfibios depredadores con cuerpos similares a cocodrilos o grandes salamandras. Estos animales extintos se conocen principalmente a partir de restos óseos, pero en este estudio, los investigadores describen un conjunto excepcional de trazas fósiles que brindan información sobre cómo estos animales se movían a través de su entorno.

Los fósiles se encontraron en un sitio, que los investigadores denominan paleosuperficie Dave Green, en la provincia de KwaZulu-Natal de Sudáfrica, en una superficie rocosa que alguna vez fue el suelo de una llanura de marea o laguna del antiguo mar de Karoo. Los investigadores analizaron siete impresiones corporales (huellas de reposo) y una serie de marcas de cola (huellas de natación) que se deduce que fueron hechas por un temnospóndilo rhinesuchid que medía unos dos metros de largo. Según la disposición espacial de estos rastros, los investigadores interpretan que fueron hechos por uno o dos animales que nadaron de un lugar de descanso a otro, tal vez mientras buscaban comida.

La forma sinuosa de las marcas de la cola sugiere que estos animales se impulsaban a sí mismos a través del agua con movimientos continuos de la cola de lado a lado como los cocodrilos y las salamandras modernos. La forma de las impresiones corporales, así como una relativa falta de huellas junto a las huellas, sugiere que estos anfibios metían sus piernas contra sus cuerpos mientras nadaban, también de forma similar a los cocodrilos.

Estos fósiles indican un estilo de vida activo de nadar y caminar por el fondo en estos antiguos anfibios, una interpretación que fue posible gracias a la extraordinaria preservación de las huellas de locomoción. Este sitio fósil también conserva numerosas huellas de otros tetrápodos (animales de cuatro patas), peces e invertebrados, y por lo tanto es una localidad clave para comprender los ecosistemas del Período Pérmico.

En su artículo publicado en PLOS ONE, los autores agregan: “Los hallazgos del estudio son significativos porque ayudan a llenar los vacíos en nuestro conocimiento de estos animales antiguos. Las notables huellas y rastros conservados en la paleosuperficie de Dave Green son una ventana a la costa del mar de Karoo hace aproximadamente 255 millones de años, y proporciona evidencia directa de cómo estos animales se movían e interactuaban con su entorno. Además de su notable contribución científica, este estudio también demuestra cómo los descubrimientos paleontológicos importantes a menudo son realizados por personas curiosas que llaman la atención de los paleontólogos sobre sus hallazgos”.

europapress.es

sábado, 1 de abril de 2023

¿Por qué los dinosaurios tenían plumas si no podían volar?

Los dinosaurios no solo eran feroces y temibles, sino también coloridos y elegantes. ¿Qué función tenían las plumas si la mayoría no era capaz de volar?

Dakotaraptor era un dinosaurio totalmente emplumado. — Warpaintcobra/iStock.
Aunque el primer dinosaurio fósil emplumado, Archaeopteryx, fue descubierto a mediados del siglo XIX, aún hoy muchos se sorprenden de que hubiese dinosaurios con plumas; pero lo cierto es que muchos las tenían, y algunos, en abundancia.

Se sabe que muchos terópodos de pequeño tamaño, como Microraptor, Velociraptor o Deinonychus, y otros de su misma familia, aunque más grandes, como Utahraptor o Dakotaraptor, estaban completamente emplumados. También lo estaban los representantes más antiguos y pequeños del grupo de los tiranosaurios, como Dilong o Yutyrannus. Si el gran Tyrannosaurus rex estaba o no parcialmente cubierto de plumas está en discusión; sabemos que, al menos, parte de su piel era escamosa, pues se han hallado marcas tegumentarias fósiles que lo prueban; sin embargo, hay paleontólogos que plantean que parte de su cuerpo podría haber estado cubierto de plumas, como sus antepasados, mientras que otros rechazan esa posibilidad, y proponen que seguramente las perdieron evolutivamente debido a su gran tamaño, así como muchos grandes mamíferos perdieron el pelo.

Otros terópodos con plumas eran Therizinosaurus y sus parientes evolutivos cercanos, uno de los grupos de dinosaurios más extraños, o Concavenator, el carnívoro descubierto en Cuenca, España, que probablemente tuviese plumas en las patas delanteras.

Además de los terópodos, hoy se sabe que algunos ceratopsios, como Psittacosaurus, tenían un penacho de plumas sobre la base de la cola, un rasgo que muchos paleontólogos extrapolan al resto del grupo, incluyendo al famoso Triceratops. También los ornitópodos más basales, como Tianyulong o Kulindadromeus, estaban emplumados. No es raro que, a partir de todos estos datos, la curiosidad invoque la pregunta inmediata: ¿por qué tenían plumas los dinosaurios, si no podían volar?

Dinosaurios que vuelan

Microraptor, un dinosaurio emplumado, volador, con cuatro alas./MR1805/iStock.
El primer problema que presenta la pregunta planteada es que da como cierta una afirmación que es falsa. No es verdad que los dinosaurios fueran incapaces de volar, o al menos, no todos. Existían y existen dinosaurios que sí tienen esa capacidad. Entre los mencionados, destacan Microraptor, un pequeño dinosaurio del tamaño de un cuervo, capaz de volar con cuatro alas; y Archaeopteryx, cuya capacidad de vuelo activo está en discusión, pero sabemos que al menos podía planear.

Además estamos ignorando el hecho de que todas las aves modernas son dinosaurios, y la mayoría son voladoras, por lo que, en realidad, hay miles de especies de dinosaurios emplumados que vuelan. Podría argumentarse, en este punto, que todas las aves, incluso las que hoy no vuelan, descienden de ancestros que sí eran capaces de volar, y las plumas tuvieron un papel clave en el proceso. 

De modo que la pregunta que encabeza el artículo podría redireccionarse hacia los dinosaurios no avianos —aquellos que no son aves— no voladores. Esos animales, como Velociraptor, Psittacosaurus o Therizinosaurus no volaban, ni tampoco lo hacían sus ancestros evolutivos. ¿Por qué, entonces, tenían plumas?

La necesidad, la función y el órgano

Plumas de guacamayo. — Tramont_ana/iStock.
La pregunta de por qué los dinosaurios tenían plumas si no eran capaces de volar parte de una concepción errónea del proceso evolutivo. Esta era la percepción de Jean Baptiste Lamarck, según la cual la necesidad creaba la función, y la función daba lugar al órgano.

La evolución, sin embargo, no funciona así. La evolución no es un proceso teleológico, es decir, no busca estrategias con el fin de cumplir un propósito. Los órganos no surgen a partir de la función; los órganos simplemente surgen y cambian, como parte de la variabilidad de los seres vivos, es el ambiente el que selecciona qué rasgos son los más aptos y cuáles no. Es el fundamento de la evolución por selección natural.

Así pues, las plumas no surgieron para que las aves pudieran volar, sino que las aves pueden volar gracias a que sus ancestros desarrollaron plumas. El origen evolutivo de las plumas es muy anterior a la aparición del vuelo en las aves. Probablemente, las primeras coberturas de plumas tenían una función termorreguladora, que ayudaba a mantener la temperatura corporal, y a posteriori fueron adquiriendo nuevas funciones, como el camuflaje, el atractivo sexual, y por supuesto, en algunos animales, el vuelo.

Pero incluso sigue siendo errónea la idea de que las plumas surgieran para o con la finalidad de cumplir con la función termorreguladora. Y el problema está en el mismo punto, ese ‘para que’. En el proceso evolutivo no existe propósito ni finalidad. Estos animales fueron capaces de termorregularse gracias a que tenían plumas y no al contrario. Las plumas simplemente surgieron, sin más. Después aparecieron otras funciones distintas, y aquellas que resultaban más adecuadas para la supervivencia de quienes las portaban perpetuaron sus rasgos en su descendencia.

Referencias:

Benton, M. 2021. The evolution of feathers (N.o EGU21-574). EGU21. Copernicus Meetings. DOI: 10.5194/egusphere-egu21-574

Benton, M. J. et al. 2019. The Early Origin of Feathers. Trends in Ecology & Evolution, 34(9), 856-869. DOI: 10.1016/j.tree.2019.04.018

Xu, X. et al. 2009. A new feather type in a nonavian theropod and the early evolution of feathers. Proceedings of the National Academy of Sciences, 106(3), 832-834. DOI: 10.1073/pnas.0810055106

Xu, X. 2012. Evolution: Taking Wing with Weak Feathers. Current Biology, 22(23), R992-R994. DOI: 10.1016/j.cub.2012.10.015

muyinteresante.es