- Investigadores de la Universidad de Alberta, tras el estudio 142 piezas dentales, sostienen que en localidades de Treviño, Huesca y Lérida habitaron seis nuevas especies de terópodos
Sydney Mohor, Universidad de Alberta. Tras el estudio de 142 piezas dentales
del periodo Campaniaense - Maastrichtiense, este equipo de científicos ha encontrado nuevas especies de terópodos |
Los españoles Angélica Torices, autora y jefa de investigación y, José Ignacio Canudo y Xavier Pereda-
Superbiola (colaboradores del Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes) junto con el paleontólogo Philip J. Currie de la Universidad de Alberta (Canadá) han publicado un estudio en «Acta Paleontologica Polonica» en el que
han concluido que la diversidad de dinosaurios terópodos en ocho localidades
españolas del condado de Treviño, Huesca y Lérida, era cuatro veces superior a
la conocida previamente.
En concreto, tras el estudio de 142 piezas dentales del
periodo Campaniaense - Maastrichtiense ( entre hace 83 millones y 64 millones
de años aproximadamente) ha sugerido la presencia de seis especies más (hasta
ahora de este periodo y lugar se sabía de dos) de terópodos dentados más en la
región estudiada. Una de ellas tendría un gran tamaño y las demás bastante
menores. Los terópodos son un suborden de dinosaurios saurisquios que vivieron
en el Triásico Superior (228 millones de años aproximadamente) y ancestros
lejanos de las aves modernas.
Los autores del estudio, aparecido en agosto de este año
y titulado «Terópodos del Cretácico Superior de la Cuenca Sur de los Pirineos»,
han examinado una de las partes más pequeñas del fósil para poner algo de luz
al proceso de evolución de los dinosaurios en el final del Cretácico.
Reconstruir su mundo
Como ha afirmado Angélica Torices, estudiante de
postgrado de ciencias biológicas en la Universidad de Alberta (Canadá), «el
estudio de estas pequeñas partes nos ayudarán a reconstruir el mundo en el que
vivían los dinosaurios y así entender cómo sucedió su extinción». En su
opinión, «las piezas dentales son especialmente importantes en el estudio de
las criaturas del Cretácico Superior en España y el resto de Europa, porque no
tenemos esqueletos completos de Terópodos de este tiempo y en las
localizaciones estudiadas y dependemos de ellas para reconstruir la evolución
de estos dinosaurios».
El estudio aporta nuevos datos sobre la diversidad de los
dinosaurios carnívoros en el final del Cretácito en Europa, así como que la
diversidad de estos animales respondía a cambios en el clima: Para Torices
(Universidad de Alberta) «esto representa un cambio completo en la visión de
los ecosistemas» y ha añadido que «de todas formas, ahora entendemos que estos
dinosaurios desaparecieron muy rápidamente en términos geológicos, probablemente
por una catástrofe».
En este sentido, esta investigadora ha concluido que «los
modelos climáticos muestran que nosotros podríamos alcanzar temperaturas del
Cretácico dentro de un siglo, y que la única forma de estudiar la biodiversidad
de aquel tiempo es a través de los fósiles».
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