La ciencia no sirve de nexo unión entre personas con
distinta ideología: a conservadores y liberales les interesan diferentes áreas
científicas, con excepciones.
Que la paleontología sea un lugar de encuentro para personas
que piensan diferente, es una buena noticia. En realidad este estudio es otro
ejemplo de cómo los dinosaurios atraen poderosamente nuestra atención.
Rajoy con Iglesias en una imagen de archivo. / EFE |
Asuntos científicos como el cambio climático, la
experimentación con células madre o incluso la teoría de la evolución
darwiniana dividen a la sociedad, o a cierta parte de ella, en partidarios y
detractores. Sin embargo, sondeos como los realizados por el Pew ResearchCenter (en EEUU) y las encuestas de percepción social de la ciencia y latecnología (llevada a cabo en España por la Fundación Española para la Ciencia
y la Tecnología) sugieren que la ciencia se encuentra entre las profesiones más
valoradas por la población.
Si los hallazgos científicos se basan en evidencias y hechos
probados, ¿no podrían entonces suponer un posible nexo de unión para una
sociedad dividida por motivos culturales?
Según un reciente estudio, esto podría no ocurriren el plano
político. La ideología de los ciudadanos influye en su parecer sobre ciertos
temas científicos y sesga su interés por unas u otras ramas del conocimiento.
Así lo demuestra el trabajo elaborado por investigadores de distintas
universidades estadounidenses y publicado esta semana en Nature HumanBehaviour.
"Hemos encontrado que en ciencia hay claras diferencias
en la lectura de temas y libros específicos, sugiriendo que la ciencia no es
inmune al partidismo y a la resonancia del discurso político moderno",
señala James Evans, coautor del estudio y experto en sociología de la
Universidad de Chicago. Evans habla de literatura porque él y sus colaboradores
han analizado las diferencias entre los textos de divulgación científica que
suelen leer liberales y conservadores. Y los resultados que han obtenido
demuestran que la ideología marca la preferencia por cierto tipo de títulos.
Aunque todos los lectores, ya sean de derechas o de
izquierdas, muestran interés por los títulos sobre ciencia, el estudio
determinó que cada uno de estos grupos se decanta por un conjunto de
disciplinas. Mientras que los liberales prefieren las ciencias básicas, como la
física, la astronomía y la zoología, los más conservadores optan por las
ciencias aplicadas, como la medicina, la criminología y la geofísica. Incluso
en aquellas áreas que atraen a ambas facciones, como las ciencias sociales y la
climatología, existen diferencias en la clase de títulos elegidos. Según los
autores, este fenómeno es un reflejo de la polarización ideológica que existe
en los temas científicos más relevantes para las políticas públicas.
"Resulta que liberales y conservadores sólo pueden
ponerse de acuerdo sobre los dinosaurios, pero no mucho más", ha asegurado
a medios estadounidenses Michael Macy, coautor del trabajo y director del
Laboratorio de Dinámicas Sociales de la Universidad de Cornell (Nueva York).
Los resultados del estudio sugieren que únicamente los textos sobre estos
reptiles prehistóricos (y la paleontología en general) y la medicina
veterinaria interesan a los partidarios de ambas ideologías. Según los autores,
cuanto menos relevante es un tema científico para la política, más
posibilidades tiene de servir de puente de unión entre los defensores de
diferentes doctrinas.
LIBROS PARA TODOS LOS GUSTOS
Los investigadores estadounidenses analizaron más de 25
millones de compras anónimas y casi un millón y medio de libros de las
plataformas de Amazon y Barnes&Noble. Además, recogieron datos de las
recomendaciones sobre títulos relacionados o adquiridos por otros lectores y
clasificaron los volúmenes según su ideología y el tema científico que
trataban.
Los resultados revelaron que tanto los compradores de
derechas como los de izquierdas leen más títulos sobre ciencia que sobre otros
temas de no ficción, como deportes o arte. Sin embargo, los lectores de
extremos opuestos del espectro político estaban mucho más polarizados en
ciencia que en esas otras áreas y eran menos proclives a leer el mismo tipo de
libro.
"Los lectores azules [así nombraron a los liberales]
prefieren campos inspirados por la curiosidad y conceptos de ciencia básica,
mientras que los rojos[conservadores] prefieren áreas aplicadas, como el
derecho y la medicina, y aquellas disciplinas que patentan
intensivamente", asegura el autor principal del trabajo, el investigador
de la Universidad de Carolina del norte Feng Shi. "Una explicación
potencial es que los lectores liberales prefieren los enigmas científicos,
mientras que los conservadores se centran en la resolución de problemas",
añade Shi.
Incluso en aquellos casos en los que las personas de
izquierdas y derechas coincidían en un área del conocimiento, como la
paleontología, las ciencias ambientales o las políticas, raramente elegían la
misma clase de título. Las elecciones de los conservadores tienden a
concentrarse en la periferia de una disciplina y en libros algo remotos. Sin
embargo, los títulos preferidos por los liberales están menos relacionados
entre sí, son más diversos y están más cerca de los temas centrales de un área
científica.
Por otro lado, el análisis de las sugerencias literarias
determinadas por los algoritmos de ambas plataformas mostró que estas
herramientas matemáticas contribuyen a la polarización de las preferencias al
reforzar la elección de títulos similares y proponer libros científicos a
nuevos usuarios de acuerdo a su ideología. Así, estas tecnologías aumentan ese
efecto de resonancia patente en la cultura política por el que los individuos
tienden a confiar en teorías e interesarse por productos que confirman sus
propias creencias.
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