Marcas con forma de estrella y lóbulos procedentes de la Formación Conasauga de Alabama, de hace unos 514 millones de años y tenidas por fósiles del Cámbrico, son en realidad acumulaciones de sílice.
Imagen de los falsos fósiles descritos en el estudio. - PEER J. |
La controversia giraba en torno a la interpretación de lo
que era realmente Brooksella: ¿Era realmente una medusa importante para los
ecosistemas marinos del Cámbrico medio, una época en la que los animales se
originaban y diversificaban por primera vez en la Tierra? ¿O Brooksella no era
más que burbujas de gas conservadas? ¿O tal vez era un tipo de alga bulbosa? ¿O
una esponja de vidrio hecha de sílice opalina? O, como se había planteado, tal
vez Brooksella no fuera un fósil en absoluto.
Mediante análisis químicos y de forma combinados con
imágenes tridimensionales de alta resolución, científicos han evaluado ahora si
Brooksella era un fósil, como una esponja, una traza fósil, que representaba
las madrigueras de animales parecidos a gusanos, o no era un fósil.
"Descubrimos que Brooksella carecía de las características de las esponjas
de vidrio, en concreto, de las espículas fundidas con opalina que componen el
cuerpo. Tampoco creció como cabría esperar de una esponja a lo largo de su
vida. Y lo que es más importante, sobre el terreno, su presunto canal
excurrente (ósculo) siempre estaba orientado hacia abajo en el sedimento, lo
que dificultaría mucho -si no imposibilitaría- la filtración de agua en busca
de alimento", explican en una artículo publicado en Peer J.
Tampoco se encontraron indicios de que los gusanos
fabricaran los icónicos lóbulos en forma de estrella.
A continuación, se comparó la composición y la estructura
interna de Brooksella con las concreciones (acumulaciones) de sílice de los
mismos lechos rocosos del Cámbrico medio. "No encontramos ninguna
diferencia entre Brooksella y las concreciones, aparte de que Brooksella tenía
lóbulos y las concreciones no".
"Así, llegamos a la conclusión de que la Brooksella no
formaba parte de la diversificación temprana de las esponjas en los mares del
Cámbrico medio, sino que era un tipo inusual de acumulación de sílice. Las
concreciones pueden tener todo tipo de formas, hasta el punto de que algunas
parecen estar formadas orgánicamente", señalan.
Los autores --liderados por el doctorando en Paleontología
de Virginia Tech Morrison R. Nolan-- entienden que su hallazgo tiene una doble
importancia: En primer lugar, hay numerosos fósiles enigmáticos del Cámbrico
que deben ser examinados para determinar si son realmente fósiles y ayudar a
los paleontólogos a afinar las estimaciones de biodiversidad para el Cámbrico,
cuando se originaron la mayoría de los principales grupos animales de la
Tierra.
En segundo lugar --precisan-- no es la primera vez que
fósiles y rocas inusuales del Cámbrico desconciertan a los científicos, y
nuestros hallazgos ponen de relieve la necesidad de un examen minucioso de los
materiales fósiles primitivos, especialmente utilizando técnicas analíticas
nuevas y potentes como la microtomografía computarizada en combinación con
métodos clásicos de laboratorio y de campo.
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