Ariana Paulina-Carabajal es pionera en su materia. Es la primera persona en Argentina que se dedicó a estudiar el funcionamiento cerebral de los dinosaurios. Una historia que no te podés perder.
Ariana Paulina-Carabajal pionera en la neuropaleontología. Foto: Gentileza |
Cuando estaba en el secundario Ariana conoció, a través del hermano de una compañera, la vida de los fósiles. Siempre quiso estudiar algo relacionado a la biología, pero él le permitió conocer la paleontología. “Él se había ido a estudiar a La Plata y siempre hablábamos, me contaba de lo que aprendía, de los viajes de campo y me encantó”.
Ariana Paulina-Carabajal desde su infancia le interesó la naturaleza. Foto: Gentileza |
Lo que le pasó a Ariana en la Universidad fue un vuelco en su vida. Empezó a ver el mundo con otros ojos. “Empecé a entender porque las flores tenían tantos pétalos, o con las piedras y las rocas, empecé a hacerme preguntas que nunca antes me había hecho. Fue como sacarme las vendas de los ojos, empecé a mirar la naturaleza de otra forma”.
Ariana supo estar en los lugares correctos con las personas indicadas. Y su curiosidad fue el motor de su carrera. Hizo una pasantía en el Museo de La Plata, y ahí se encontró con Zulma Gasparini, una referente en la materia. Y ella le hizo preguntas, que a Ariana le trazaron el camino. “¿Y vos querés hacer un doctorado?”, Le preguntó. Así fue que en su último año de la carrera la contactó con el museo de Plaza Huincul para que acompañe una campaña.
Para obtener la información Ariana necesita utilizar tomografías computadas. Foto: Gentileza |
Y así siguió su historia: le quedaban cuatro materias, volvió a La Plata, estudió, rindió, se recibió, armó el bolso y se mudó a Plaza Huincul. Esta fue la precuela de lo que más tarde sería su tema central. Comenzó estudiando cajas craneanas y de a poco, llegó a lo que hoy se dedica: estudiar el cerebro de los dinosaurios. “Me apasioné”, cuenta, “por lo raro”.
Estudiar el cerebro de los dinosaurios no es tarea fácil. El 90% es líquido, por lo que se desintegra fácilmente y ya con el paso de los años, no hay rastro material posible a analizar. Pero, los dinosaurios tienen particularidad: se emparentan con cocodrilos, un modelo que le permite trazar hipótesis. “Nos manejamos mucho con la comparación”, explica, “es una rama que va variando con el tiempo, a medida que vamos conociendo más, vamos cambiando de ideas”.
Ariana Paulina-Carabajal trabaja con becarios: Facundo Irazoqui y Karen Ulloa-Guaiquin. Foto: Gentileza |
Ariana Paulina-Carabajal trabaja con becarios. Realizan impresiones 3D a partir de tomografías, a escala. Foto: Gentileza. |
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