sábado, 22 de junio de 2024

La falta de financiación entierra los fósiles de dinosaurios de Torrelara

«Lo vamos a tener que dejar porque tiene mucho material y una profundidad que requiere una logística que no podemos asumir» De los 1.000 fósiles recuperados se ha trabajado en un 2% en seis años

Vértebras Dorsales de un carnívoro que apareció en Torrelara el año pasado.
©TOMAS ALONSO
Una «foto fija» de la transición entre el Jurásico y el Cretácico de hace 145 millones de años plagado de fósiles de al menos, dos saurópodos gigantes y un carnívoro además de otras especies singulares. Todo enterrado bajo la tierra de la Sierra de al Demandas. Es el yacimiento de Valdepalazuelos-Tenadas del Carrascal es casi único «hay muy poco registro de esta época», explica el director de las excavaciones y del Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes, Fidel Torcida.

También es muy fructífero, se han registrado mas de un millar de fósiles de los que solo se ha intervenido en un 1% en seis años. Y, a pesar del potencial que ya se ha constatado, han tenido que parar. «Torrelara lo vamos a tener que dejar porque es un yacimiento que sigue teniendo mucho material, es muy rico pero es un trabajo ímprobo y requiere una logística que no podemos asumir», señalaba Torcida en la presentación de las vértebras del carnívoro del yacimiento descubierto el año pasado.

Se ha profundizado mucho en la excavación que a un lado tiene tierras de labor y al otro una pared que ya alcanza los cinco metros de altura. «Para seguir trabajando con seguridad y mover la cantidad de tierra que usamos para tapar el nivel, nos conlleva mucho tiempo y fondos que no tenemos porque, además, solo se ha podido trabajar con el 1% de los fósiles», remarca el director de las excavaciones que cada año organiza el Colectivo Arqueo-Paleontológico de Salas (CAS). 

Volverán a trabajar en un nuevo yacimiento, pero no será Torrelara. «Sin apoyo financiero que permita acometer esos trabajos con mayor celeridad no podemos abarcarlo», lamenta Torcida. Mantienen el apoyo año tras año de la Diputación Provincial de Burgos y del Ayuntamiento de Salas. El mismo con el que abordarán un nuevo emplazamiento este verano en el que aseguran que «habrá excavación en julio en un yacimiento distinto». Y es que la riqueza paleontológica de la comarca ha permitido identificar más de 250 sitios arqueológicos de interés.

Aparcadas en un almacén de maquinaria del Ayuntamiento de Salas de los Infantes siguen momias (estructura de poliuretano que envuelve un fósil y su sedimento) una columna de un gran saurópodo que apareció en conexión anatómica en el año 2018 y otros tantos. No se ha podido acometer su restauración desde entonces, con un especialista contratado por temporadas y sin espacio suficiente para poder acometer el trabajo. «A veces nos sentimos un poco desprotegidos, el apoyo de la Junta de Castilla y León no acaba de arrancar y el Ayuntamiento de Salas tiene una capacidad modesta para poder actuar», señaló la alcaldesa de la localidad, Ada Marcos. 

Finalmente se pondrá en marcha el almacén construido en la parte trasera del Museo de Dinosaurios donde a penas se expone un 2% del total de la colección que incluye tres especies únicas de dinosaurios (Demandasaurus darwini, Europatitan eastwodii, Vegagete), el lagarto Arcanosaurus, la tortuga Larachelus y dos tipos de icnitas únicas en el mundo (la huella de Iniestapodus y el rastro en relieve de un carnívoro llamado Atila). «Para nosotros la riqueza de los yacimientos de dinosaurios no sólo es económica, también es emocional, y todo nos indica que estamos en el camino correcto, Salas está con sus fósiles, con sus dinosaurios, con todo el equipo científico del Museo pero nuestra capacidad es la que es y hay cosas que no se pueden abordar por falta de espacios y recursos», remarcó la edil.

Con apoyos de Diputación, Ayuntamiento y entidades logran sacar los proyectos adelante. Con el premio Valores por encima del Valor de Fundación Caja Rural Cajaviva se financia la restauración e investigación de las vértebras dorsales del carnívoro que por sorpresa apareció el año pasado en la última, por el momento, excavación en Torrelara. «Hemos elegido esta especie para empezar a trabajar en las especies del yacimiento porque es un material que está muy conservado con un canal medular muy marcado y donde se ven las impresiones de los músculos y los vasos sanguíneos», explicó Fidel Torcida. A estos restos hay que unir también hasta 12 vértebras, partes de las extremidades posteriores (estos animales caminaban sobre dos patas), fósiles de la zona del hombro y partes de cráneo de este terópodo. «De algunos de estos restos adivinamos porque se han tenido que extraer en bloque y necesitan un tiempo para su trabajo de restauración», puntualizó Fidel Torcida.

elcorreodeburgos.com

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