jueves, 20 de marzo de 2025

Paleontólogos hallan un refugio ecológico que desafía la teoría de la gran extinción: en este lugar la vida sobrevivió y se recuperó en solo 75.000 años mientras el mundo colapsaba

Un refugio ecológico en China revela que la recuperación tras la mayor extinción de la Tierra fue más rápida y diversa en algunas regiones de lo que se creía.

Descubren un refugio ecológico que sobrevivió a la extinción más devastadora
 de la historia. Foto: YANG Dinghua / Istock / Christian Pérez
Hace unos 252 millones de años, la Tierra vivió su peor crisis biológica. Fue un evento sin precedentes que acabó con más del 80% de las especies del planeta. Los océanos, antaño rebosantes de vida, quedaron casi desiertos. En tierra, los efectos fueron menos evidentes, pero la teoría predominante apuntaba a una devastación total de los ecosistemas. Sin embargo, un hallazgo en la remota región de Turpan-Hami, en China, está reescribiendo la historia de aquella catástrofe.

Paleontólogos han identificado lo que parece haber sido un refugio ecológico que logró resistir la hecatombe. A diferencia de lo que se pensaba, la extinción no fue homogénea y algunos rincones del planeta escaparon a lo peor de la crisis. Este descubrimiento sugiere que la recuperación de la vida terrestre fue más rápida y menos dramática de lo que se creía.

Un oasis de vida en medio del colapso

El hallazgo proviene del análisis de fósiles en una zona conocida como la Sección de South Taodonggou. Lo sorprendente es que estos fósiles muestran la presencia de un ecosistema relativamente estable antes, durante y después de la extinción. Mientras que los mares se volvían inhabitables por el envenenamiento del agua y la falta de oxígeno, en esta región las coníferas y los helechos sobrevivieron.

Un tronco fosilizado de conífera, datado en la extinción masiva del Pérmico,
ha sido descubierto  en la actual región noreste de China. Foto: NIGPAS
Los investigadores analizaron polen y esporas atrapadas en rocas sedimentarias, permitiéndoles reconstruir un paisaje que, lejos de desaparecer, se mantuvo en pie mientras el resto del mundo colapsaba. No solo la vegetación logró sostenerse, sino que también sobrevivieron algunos vertebrados terrestres, como Lystrosaurus, un herbívoro que más tarde se convertiría en uno de los primeros mamíferos primitivos.

Este refugio parece haber funcionado como un salvavidas para la biodiversidad. Mientras otras regiones tardaron millones de años en recuperarse, en este pequeño rincón del mundo la vida se reestableció en apenas 75.000 años, un parpadeo en términos geológicos.

¿Por qué este lugar fue diferente?

Una de las claves del refugio parece haber sido su clima. Mientras otras zonas sufrían un clima extremo, alternando entre sequías y lluvias torrenciales, este lugar mantuvo una relativa estabilidad. Los análisis del suelo fósil indican que la precipitación anual rondaba los 1.000 mm, suficiente para mantener ríos y lagos que alimentaban la vegetación. Esto proporcionó un soporte para los herbívoros que, a su vez, sirvieron de alimento para depredadores.

Fósiles hallados en China indican que la extinción masiva de la "Gran Mortandad"
no afectó por igual a todas las regiones. Ilustración de YANG Dinghua.
El hallazgo también sugiere que la ubicación geográfica jugó un papel crucial. Esta región, que en el pasado estaba a una latitud media, pudo haber estado protegida de los efectos más intensos de la crisis climática. Mientras que el centro de Pangea se convirtió en un desierto inhóspito, este refugio ecológico logró mantener sus ciclos naturales con menos alteraciones.

Una recuperación más rápida de lo que se pensaba

El modelo clásico de recuperación tras la gran extinción del Pérmico sugiere que la Tierra tardó millones de años en recuperar su equilibrio. Sin embargo, los fósiles de South Taodonggou apuntan a un proceso mucho más veloz en algunas regiones. La presencia de flora y fauna relativamente intacta indica que los ecosistemas no quedaron completamente aniquilados, sino que algunos se transformaron y persistieron en pequeñas áreas.

Fósiles óseos de tetrápodos que vivieron aproximadamente 150.000 años antes
de la extinción masiva del Pérmico. Foto: NIGPAS
El hecho de que este refugio existiera podría explicar cómo ciertas especies lograron repoblar el planeta tras la extinción. En lugar de un reinicio total de la vida terrestre, pudo haber sido una redistribución desde estos oasis de supervivencia.

Lecciones para el presente: la sexta extinción masiva

Este hallazgo no solo ayuda a comprender cómo la vida se recuperó hace 252 millones de años, sino que también plantea preguntas urgentes sobre el futuro. En la actualidad, los científicos advierten que estamos en medio de la sexta extinción masiva, impulsada por la actividad humana. La pérdida de biodiversidad avanza a un ritmo alarmante, y el cambio climático está alterando los ecosistemas a una escala global.

Si la historia se repite, podrían existir “refugios” en los que algunas especies logren persistir a pesar de las alteraciones ambientales. Identificar y proteger estos espacios es crucial para la conservación de la vida en el planeta.

Los investigadores insisten en que la memoria del planeta está escrita en sus rocas. La clave para entender nuestro futuro podría estar en el pasado, en eventos como el de la gran extinción del Pérmico. La historia nos muestra que la vida siempre encuentra una forma de seguir adelante, pero la gran pregunta sigue en el aire: ¿qué tan bien se adaptará la humanidad a estos cambios?

Referencias

Huiping Peng et al., Refugium amidst ruins: Unearthing the lost flora that escaped the end-Permian mass extinction. Sci. Adv. 11, eads5614 (2025). DOI:10.1126/sciadv.ads5614

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