viernes, 8 de enero de 2016

Los dinosaurios realizaban juegos previos al sexo

Primera evidencia del cortejo entre dinosaurios


Los dinosaurios tenían conductas de apareamiento similares a las aves modernas. Así lo prueban los raspones descubiertos en rocas de hace 100 millones de años en Colorado (EE UU) por el equipo del paleontólogo Martin Lockley. Es la primera evidencia física de ceremonias de cortejo entre estos reptiles.

Reconstrucción de dinosaurios durante su actividad de exhibición sexual. /
Ilustración de Lida Xing y Yujiang Han.
Un equipo de científicos de la Universidad de Colorado en Denver (EE UU) ha hallado grandes raspones realizados por dinosaurios en piedra arenisca de hace 100 millones de años, similares a los que realizan las aves modernas y que son conocidas como ‘cerenominas de raspado’. Los machos hacen estas marcas para mostrar sus capacidades realizando una especie de ‘nidos’ para parejas potenciales.

"Este es el primer yacimiento con evidencias de apareamiento de los dinosaurios en los que se visualizan rituales, y la primera evidencia física de comportamiento de cortejo", dice el paleontólogo Martin Lockley, autor principal del estudio, que añade: "Estas enormes marcas de rascaduras rellenan el hueco que faltaba en nuestra comprensión del comportamiento de los dinosaurios". El estudio se publica en la revista Scientific Reports del grupo Nature.

Los científicos encontraron evidencias de más de 50 de estas raspaduras, algunas tan grandes como una bañera, en una zona de Colorado donde también se han confirmado huellas de dinosaurios carnívoros y herbívoros.

Los comportamientos de selección sexual son comunes en los mamíferos y las aves, pero hasta ahora los científicos solo podían especular sobre cómo sería durante el apareamiento de los dinosaurios. Suponían que podría ser similar a la de sus parientes modernos, los pájaros.

"Esta es una evidencia física de los juegos previos que son muy similares a los de las aves actuales, que utilizan la ceremonia del cortejo de rascado generalmente cerca de sus lugares de nidificación finales –señala el paleontólogo–. Así que la evidencia de raspadura fósil ofrece una pista de que los dinosaurios pudieron estar reunidos aquí hace millones de años para reproducirse y luego anidar cerca".

Lockley y su equipo han sido capaces de eliminar las marcas de raspado de las losas gigantes de roca sin dañarlos. Para ello, crearon imágenes 3D de las raspaduras usando una técnica de capas fotográficas llamada fotogrametría. También hicieron copias en moldes de caucho y fibra de vidrio de los rasguños, que están siendo almacenados en el Museo de Naturaleza y Ciencia de Denver.

Los investigadores Martin Lockley (derecha) y Ken Cesta posan junto a los grandes rasguños 
de dinosaurio que descubrieron en el oeste de Colorado / Universidad de Colorado.


















Referencia bibliográfica:

El dinosaurio carnívoro gigante ‘Spinosaurus’ se alimentaba como un pelícano

El Spinosaurus, el dinosaurio carnívoro más grande conocido hasta el momento, tenía un hocico largo y estrecho parecido al de los cocodrilos actuales. Los huesos superiores fosilizados de su mandíbula, hallados en Marruecos y estudiados por investigadores de la Universidad Nova de Lisboa y el Museo de Lourinhã (Portugal), demuestran que estos reptiles –que se alimentaban principalmente de peces– ampliaron lateralmente su boca para tragar a sus presas como los pelícanos.  

Un Spinosaurus se alimentan de peces en el Sureste de Marruecos hace unos 100 millones 
de años / Ilustración de Sergey Krasovskiy
















Los Spinosaurus tenían el cráneo parecido al de los cocodrilos actuales, pero su tamaño era mucho mayor. Podían alcanzar entre los doce y los diecinueve metros de largo y pesar de siete a veinte toneladas. Están considerados los dinosaurios carnívoros más grandes conocidos, mayores aún que el famoso Tyrannosaurus rex.

Un equipo de científicos, liderado por la Universidad Nova de Lisboa y el Museo de Lourinhã (Portugal), han descubierto a partir del registro fósil hallado en Marruecos que estos reptiles podían engullir presas grandes gracias a su mandíbula que les permitía tragar de forma parecida a los pelícanos.

El estudio de los restos fósiles revela que el ensanchamiento lateral de la mandíbula inferior era posible en los Spinosaurus gracias a una articulación suelta y móvil entre las partes izquierda y derecha.

"Los Spinosaurus eran animales muy extraños con un cráneo como el de un cocodrilo, una mandíbula larga y estrecha, y dientes cónicos", explica Octavio Mateus de la Universidad Nova de Lisboa, que también participó en la investigación.

"Evidencias directas indican que estos dinosaurios comían pescado, y nuestro estudio indica, por primera vez, que eran capaces de tragar presas grandes de una manera similar a los pelícanos actuales", añade Christophe Hendrickx, de la misma universidad y autor principal del estudio.
Christophe Hendrickx autor principal
del estudio

Los investigadores aseguran que los huesos del cráneo descubiertos apoyan además la existencia de dos especies de Spinosaurus en lo que hoy es Marruecos, a mediados del Cretácico, hace unos cien millones de años. La primera especie fue identificada por los paleontólogos como Spinosaurus aegyptiacus, un dinosaurio semiacuático y uno de los mayores depredadores terrestres.

"Este linaje de dinosaurios depredadores que conduce a los Spinosaurus se remonta al período Jurásico, y este se adaptó gradualmente a un nuevo estilo de vida semiacuático," apunta Eric Buffetaut, coautor de la publicación desde el Centro Nacional de Investigación Científica en Francia.

Cuadrúpedo y nadador

Spinosaurus era un animal cuadrúpedo de huesos densos y patas cortas adaptadas a la natación, según revela el nuevo material fósil procedente de Marruecos. Sin embargo, Hendrickx y su equipo estiman que la presencia de más de una especie de Spinosaurs en estos depósitos está aún en duda porque los restos pertenecen a elementos de varios animales diferentes.

"Solo el descubrimiento de fósiles adicionales en Marruecos confirmará nuestra hipótesis de la presencia de más de una especie de Spinosaurus en el Cretácico Superior del norte de África", concluye Hendrickx.

Referencia bibliográfica:

jueves, 7 de enero de 2016

NAT GEO estrenará un descubrimiento arqueológico clave con ‘El primer humano’


Se trata de una crónica de uno de los hallazgos fósiles más importantes 
de la historia del hombre en el planeta
Este domingo 10 de enero a las 10:00 de la noche. NAT GEO estrena ‘El primer humano’, la crónica de uno de los hallazgos fósiles más importantes de la época. NAT GEO registra los momentos exactos en los que suceden los descubrimientos para reescribir la historia del origen de la humanidad y completar una brecha misteriosa de un millón de años en los registros fósiles de la evolución humana.

En esa brecha se encuentran los albores de la humanidad. Allí se produjo la crucial transición de los Australopithecus, homínidos más parecidos a monos, a los primeros miembros de nuestro propio género, el género Homo, los primeros humanos. Este es probablemente el episodio más importante de nuestra evolución pero hasta ahora, había sido el menos comprendido.

Desde profundas cuevas en las altas planicies de Sudáfrica los expertos encuentran una riqueza impresionante. Usualmente, los paleoantropólogos encuentran fragmentos fósiles: un trozo de fémur, un omóplato, un diente. Aquí hay miles y, por primera vez, arrojan luz sobre los comienzos de la humanidad.



martes, 5 de enero de 2016

Dinocesta Navidad 2015/2016

La Dinocesta del Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes ha sido sorteada a las 16:30 horas del día 5 de enero de 2016.
Nº PREMIADO: 305
Enhorabuena al ganador/a!!

Morella presenta su dinosaurio como 'motor económico' de la comarca

ÚLTIMA ESPECIE DE DINOSAURIO DESCUBIERTA EN ESPAÑA


La Generalitat asegura que este hallazgo convierte a la comarca de Els Ports una de las zonas paleontológicas más importantes de España

Autoridades de la Generalitat Valenciana (el Presidente Ximo Puig), en la presentación
del 'Morelladon Beltrani' realizada este domingo en Morella.
















El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha presidido este domingo en el Ayuntamiento de Morella la presentación oficial del 'Morelladon Beltrani', la última especie de dinosaurio descubierta en España y que ha sido localizada en una mina de arcilla próxima a este municipio castellonense.

El hallazgo de este "ejemplar único" hace de la comarca de Els Ports una de las zonas paleontológicas más importantes de España, según ha destacado la Generalitat en un comunicado.

Puig ha celebrado el hallazgo, y ha insistido en el "compromiso" del Gobierno valenciano para apoyar a estas investigaciones, así como en la importancia que el 'Morelladon Beltrani' puede tener como "nuevo motor cultural y económico en la comarca".

El equipo de paleontólogos de la Universidad Autónoma de Madrid que hizo el hallazgo, entre ellos el morellà José Miguel Gasulla, ha explicado que se trata de un ejemplar herbívoro que vivió hace unos 125 millones de años.

Con un peso aproximado de una tonelada, una altura de dos metros y medio y una longitud de más de seis metros, este tipo de dinosaurio estaba emparentado con el 'Iguanadon', y su peculiaridad radica en un velamen de grasa que traía desplegado a lo largo de su lomo y que hace de ésta "una especie única" entre los ejemplares conocidos hasta ahora.

Los trabajos a cielo abierto en la mina donde se ha encontrado el ejemplar empezaron en el año 2000, y gracias a ellos se han recuperado más de 5.000 fósiles de diferentes vertebrados, la mayor parte dinosaurios.

No obstante, no fue hasta 2013 cuando se descubrió la nueva especie en una capa de arcilla roja que despertó el interés de los paleontólogos.

Allí encontraron unas vértebras dorsales fosilizadas con una longitud inusual que servían para sustentar el velamen que hace del 'Morelladon Beltrani' una "especie hasta ahora desconocida en el mundo", según los expertos.

Al acto, celebrado este domingo en el salón gótico de la Casa Consistorial morellana, ha asistido también la directora general de Cultura y Patrimonio, Carmen Amoraga.

elmundo.es

sábado, 2 de enero de 2016

Chilesaurus y un exoplaneta, entre lo más destacado de la ciencia chilena

Este año un dinosaurio que habitó Chile hace 148 millones de años fue la portada de la revista Nature, mientras un grupo de investigadores prepara las pruebas para un pionero tratamiento para el cáncer en EE.UU. Son parte de los hitos de la ciencia nacional de este año.














Una especie nueva y el dinopollo

Como el primo vegano del tiranosaurio fue calificado el Chilesaurus diegosuarezi, un terópodo que vivió en la Región de Aysén hace 148 millones de años y, a diferencia de la mayoría de los de su grupo, no era carnívoro. El primer fósil de la especie fue  descubierto en 2004 por un niño de siete años, Diego Suárez (en la imagen), quien acompañaba a su padre cuando éste realizaba un recorrido para un estudio del Servicio Nacional de Geología y Minería, cerca de la localidad de Mallín Grande.

El Chilesaurus diegosuarezi fue presentado este año en la revista Nature, y no dejó de sorprender a los paleontólogos porque mezcla rasgos de los tres principales grupos en que se dividen los dinosaurios: ornitisquios (con cuernos), sauropodomorfos (de cuello largo) y terópodos (carnívoros bípedos).

“Fue el mejor año para la paleontología de Chile”, dice David Rubilar, jefe de la sección en el Museo Nacional de Historia Natural. Eso no sólo por el trabajo con fósiles, también por la experimentación que en la actualidad se realiza con los últimos parientes de los dinosaurios: las aves.

El biólogo Bruno Grossi, de la Universidad de Chile, es un ejemplo. El científico lideró el equipo que este año recibió un Ig Nobel, por observar que, al adherir una cola artificial a un pollo, éste camina de forma similar a como se cree que caminaban los dinosaurios.

La sequía más larga y extensa de la historia

Cerca de dos años de análisis costó la realización del “Informe a la Nación: Megasequía 2010-2015, una lección para el futuro”. El trabajo realizado por el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2) determinó que la sequía, que ha afectado a algunos sectores por casi siete años, es la más larga y geográficamente extensa de la historia. El estudio reveló, entre otros, que el 25% del fenómeno no es por causa natural, sino por el cambio climático, por lo que en el futuro será más frecuente. Por lo mismo, un porcentaje de las precipitaciones (entre 10% y 12%) ya es irrecuperable.

En marzo, una simulación de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) proyectó el clima para el país entre 2030 y 2059. El análisis, el más detallado sobre el futuro del clima en Chile y del impacto del cambio climático, requirió dos años y medio de trabajo, y señala que las temperaturas van a subir en prácticamente todo el país. En Santiago, por ejemplo, la temperatura máxima aumentaría 2 °C hacia 2050.

Plantas invasoras en el continente blanco

La investigación en la Antártica permitió advertir que la Poa annua, una planta que crece comúnmente en Chile, está ganando terreno en el lugar. De acuerdo a los estudios realizados por investigadores nacionales e internacionales, se descubrieron individuos nuevos de la especie, a pesar de que habían sido removidos en 2010. El cambio climático, que aumenta la temperatura en la Antártica produce las condiciones para que la invasora crezca y le quite terreno a plantas nativas, como el clavelito (Colobanthus quitensis) o el pasto (Deschampsia antarctica) antárticos.

El Instituto Antártico Chileno (Inach), destaca además la incorporación de la lancha RS Karpuj (en la imagen), la primera nave nacional que estará en el Territorio Chileno Antártico, equipada para investigación científica. La RS Karpuj tendrá su base en la bahía Fildes (isla Rey Jorge) y desde allí apoyará actividades científicas en las islas Shetland del Sur y el sector noroccidental de la península Antártica.

Tratamiento chileno contra el cáncer

 Los científicos piden esperar los resultados de las pruebas en humanos, pero que una droga contra el cáncer, desarrollada y financiada completamente por chilenos, sea probada en EE.UU. se transformó en un hito para la ciencia nacional.  En septiembre, la Food and Drug Administration (FDA) autorizó a Andes Biotechnologies para probar su compuesto en pacientes con cáncer a los que ningún tratamiento ha hecho efecto, para así determinar su nivel de toxicidad. Se espera que participen de 18 a 20 pacientes.

En laboratorio, el compuesto -que nació de la observación de un espermatozoide-, resultó eficaz en prácticamente todos los tipos de cáncer. Al igual que los descubridores de la droga, Ricardo Uauy,  miembro de la Academia de Medicina y Premio Nacional de Ciencias, comenta que “no se puede cantar victoria” hasta tener resultados. “Es esperanzador. Es un hito importante, que haya tenido reconocimiento para ser usado en humanos, pero después que han fracasado los otros tratamientos”, dice.

El verdadero tamaño de Magallanes y un nuevo exoplaneta

Un estudio publicado en enero en el Astrophysical Journal  detalló los últimos resultados del Survey of the Magellanic Stellar History, que revelaron que la Gran Nube de Magallanes tiene el doble del tamaño del que se pensaba: 110 mil años luz de radio. El astrónomo Ricardo Muñoz, de la U. de Chile y parte del equipo, había sido el primero en notar que el tamaño estimado para la galaxia -una de las que se ven desde el Hemisferio Sur- no era tal. En 2006 había advertido que habían estrellas a gran distancia que parecían formar parte de ella, y este año la Sociedad Americana de Astronomía en Seattle le dio la razón, incluyendo las estrellas detectadas por el chileno.

Otra de las noticias destacadas del año la protagonizó Maritza Soto (en la imagen), astrónoma de 25 años, que descubrió un planeta tres veces más grande que Júpiter, pero no por la particularidad del planeta (hay cerca de 2 mil exoplanetas confirmados, muchos de ellos muy grandes), sino porque el tema dio la vuelta al mundo y se convirtió en la noticia astronómica nacional más replicada del año.

El descubrimiento fue publicado por la revista Monthly Notices, de la Real Sociedad Astronómica de Londres.

Monte Verde es 4 mil años más antiguo

 A fines de 2013 partió una nueva excavación en el sitio arqueológico ubicado en la Región de Los Lagos, y un estudio publicado en noviembre en Plos One determinó que Monte Verde, reconocido como el asentamiento humano más antiguo del continente, tiene cuatro mil años más de lo que habían indicado los análisis previos. Los nuevos hallazgos (39 objetos de piedra y 12 fogatas asociadas a huesos y vegetales) mostraron además, que quienes pasaron por el lugar hace entre 14.500 y 18.500 años atrás, lo hacían en verano y que soportaron las bajas temperaturas de fines de la Era del Hielo.

El estudio, liderado por el arqueólogo estadounidense Tom Dillehay, remarca la importancia del sitio que, sin embargo, no está protegido lo suficiente. El terreno pertenece al ex senador Carlos Kuschel, por lo que no puede ser postulado a Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, que exige que el sitio sea del Estado. Tampoco tiene museo, a pesar de un anhelo de los científicos desde su descubrimiento, en 1977.

En la investigación también participó el geólogo chileno, Mario Pino de la U. Austral.

Unas huellas halladas en Villaviciosa revelan cómo echaban a volar los pterosaurios

Laura Piñuela, científica del MUJA, asegura en su tesis doctoral que cuatro rastros de Tereñes evidencian el comportamiento gregario de los saurios


Sobre estas líneas, los rastros paralelos de cuatro ornitópodos  hallados en Tereñes 
(Ribadesella). Abajo, a la izquierda, un dibujo de dos saurópodos, y a la derecha, 
el de un pterosaurio. CEDIDA POR LAURA PIÑUELA / ARTURO DE MIGUEL.
Colunga, Ramón DÍAZ La "Costa de los dinosaurios" sigue revelando secretos del pasado. El equipo científico del Museo del Jurásico de Asturias (MUJA) ha descubierto en el yacimiento de pterosaurios de Tazones, en Villaviciosa, huellas que explican cómo echaban a votar estos reptiles voladores. Además, en el yacimiento de Tereñes, en Ribadesella, se han hallado cuatro rastros paralelos de ornitópodos (saurios herbívoros dotados de pies con tres dedos, como las aves), que evidencian un comportamiento gregario, en grupo o manada. Todo ello ha sido incluido por Laura Piñuela, integrante del equipo científico del MUJA, en su tesis doctoral, titulada "Huellas de dinosaurios y de otros reptiles del Jurásico Superior de Asturias", dirigida por el catedrático de Paleontología de la Universidad de Oviedo Luis Carlos Sánchez de Posada, que fue leída el pasado día 22 en la Facultad de Geología.

Piñuela repasa en su trabajo los hallazgos del equipo científico del MUJA y destaca que el elevado número, la gran diversidad y la excelente conservación de muchas de las huellas de reptiles hace que los yacimientos del Jurásico de Asturias en general, y la colección del museo en particular, tengan gran relevancia internacional. De hecho, la colección de huellas del MUJA es una de las más completas del mundo.

Según Piñuela, que leyó la tesis arropada por familiares, amigos y compañeros, las rocas del Jurásico Superior de Asturias presentan la más alta diversidad mundial de huellas de vertebrados. Así, las huellas halladas en la "Costa de los dinosaurios", que se extiende desde el cabo Torres, en Gijón, hasta la playa de Arra, en Ribadesella, han permitido reconocer trece icnogéneros: ocho de dinosaurios, uno de pterosaurio, dos de cocodrilos, uno de tortugas y uno de lagartos jurásicos. La tesis de Piñuela, desarrollada con el material de la colección del MUJA (más de 4.400 ejemplares) y del que aún permanece en los acantilados.

En el caso de Asturias, el mayor número de huellas y con mejor conservación aparece cuando los vertebrados se desplazaban sobre barro y los huecos se rellenaban con arena. Y es que los rellenos de arenisca son muy resistentes a los procesos de erosión y meteorización en los acantilados, por lo que conservan a menudo con todo detalle las características de los pies y manos de los animales, las garras, las almohadillas digitales y plantares y hasta las impresiones de la piel.

En el grupo de los terópodos, en el que figuran por ejemplo los allosaurus, carnívoros bídedos con garras de hasta 9 metros de altura, se han hallado en la "Costa de los dinosaurios" huellas en las que aparece la impresión de la semimembrana que une los dedos. Piñuela destacó que las huellas indican que los terópodos, al introducir el pie en un sedimento fangoso blando, aumentaban sus ángulos interdigitales, mientras que durante la extracción retiraban ligeramente el pie hacia atrás y juntaban los dedos. En algunos casos no hay evidencia de garras, porque el deslizamiento de la parte dorsal de los dedos sobre el extremo anterior de los huecos los elimina. Uno de los descubrimientos más destacados sobre este grupo se corresponde con las icnitas del pie derecho de un rastro hallado en Argüero, que evidencia una malformación o una fractura: el dedo más externo formaba un ángulo recto con el pie, pero dado que la huella del otro pie no aparece, los científicos creen que o bien el defecto no le afectaba en su vida cotidiana, quizá por ser una malformación de nacimiento, o bien era consecuencia de una fractura de hacía tiempo y ya asumida y superada por el animal. Esta huella es una de las escasas referencias de patología en dinosaurios basada en caracteres icnológicos, destacó Piñuela.

Entre las huellas de ornitópodos, herbívoros bípedos que llegaron a medir hasta seis metros de largo, destacan los cuatro rastros paralelos hallados el yacimiento de Tereñes, que según Piñuela suponen la primera evidencia indirecta de un comportamiento grupal, similar al de muchos herbívoros y aves en la actualidad, así como de la existencia de ejemplares de talla media a grande en el Jurásico. Más aún: en los cuatro rastros los científicos han concluido que uno de los individuos empujó a otro.

Por su excelente conservación, algunas de las huellas de saurópodos (grandes saurios herbívoros y cuadrúpedos) halladas en Asturias se cuentan entre las mejores del mundo. Algunas de ellas, además, son las más grandes que se han hallado hasta ahora. Destaca sobremanera una icnita de saurópodo cuellilargo de 1,25 metros hallada en La Griega, que se correspondería con un animal gigantesco, de más de 60 toneladas de peso. De hecho, no se han hallado aún en todo el mundo esqueletos de ejemplares de semejantes dimensiones, pues los mayores conocidos se corresponderían con saurópodos de entre 20 y 40 toneladas.

Pero las huellas de la "Costa de los dinosaurios" revelan mucho más. Por ejemplo, como expone Piñuela en su tesis, que los saurópodos se refugiaban en zonas de fango, barro y aguas profundas. Unas zonas en las que los carnívoros no podían adentrarse sin poner en riesgo su vida, pues al ser bípedos eran mucho más inestables y sus cortas patas delanteras no eran suficientemente largas ni fuertes como para que les ayudaran a levantarse si se caían. Así explican los científicos del MUJA que en estas zonas fangosas se hallan encontrado muchísimas huellas de herbívoros y ninguna de carnívoros.

La relativa abundancia de icnitas de estegosaurio (herbívoros cuadrúpedos con púas o placas óseas) en Asturias podría deberse, según Piñuela, a que en otras partes del mundo muchas de ellas fueron atribuidas erróneamente durante mucho tiempo a saurópodos. El MUJA alberga la mejor colección del mundo de este tipo de grandes saurios.

Por lo que respecta a los pterosaurios, grupo "favorito" de Piñuela, en el yacimiento de Tazones, el mejor conservado y el de mayor concentración de huellas por unidad de todo el mundo, se han hallado icnitas en las que se observan por primera vez las impresiones de las semimembranas interdigitales de las manos y las tegumentarias de los pies. Entre ellas se describen un par de icnitas que delatan el mecanismo de despegue de estos reptiles: para tomar tierra abrían los dados todo lo posible con lo que aumentan la estabilidad, mientras que para despegar juntaban los dedos y los impulsaban hacia atrás y hacia arriba. ¿Cómo han podido sacar todas estas conclusiones los científicos del MUJA a partir de unas huellas? Entre otras razones, por la que denominan "la joya de la corona", que presenta cuatro formas distintas de la misma huella. Pero también porque los yacimientos asturianos, en tres dimensiones y formados casi en exclusiva por contramoldes (los rellenos de los huecos), permiten descubrir muchos aspectos de la vida de los dinosaurios,. Y también porque las escamas de la piel dejan estrías en las pisadas, y a partir de ellas se puede reconstruir el movimiento del pie.