Científicos descubren
un fragmento de vértebra cervical
que corresponde a una especie que vivió en el Pirineo entre 220.000 y 130.000
años antes de la gran extinción masiva que sucedió al final de la era de los
dinosaurios.
Investigadores del Instituto Catalán de Paleontología Miquel
Crusafont (ICP) han hallado un fragmento de vértebra cervical de un
titanosaurio, el resto más reciente de esta especie en toda Europa.
El ICP ha explicado en un
comunicado que el hallazgo del fósil, así como del resto de piezas estudiadas,
tuvo lugar en diferentes campañas de prospección durante los años 2012 y 2013
en varios puntos cercanos a la ciudad de
Berga y la Nou del Berguedá, en la provincia de Barcelona.
El fragmento corresponde a una
especie que vivió en lo que actualmente es el Pirineo hace entre 220.000 y
130.000 años antes de la gran extinción masiva que sucedió al final de la era
de los dinosaurios -un tiempo muy corto en términos geológicos-.
Concretamente, fue en el «gres de los reptiles» que aflora en la
localidad del Portet -cerca de la
sierra de Queralt- donde se encontró la vértebra, rodeada de una matriz muy
compacta de sedimento y fue necesario estudiar la forma del fósil previamente
con un escáner de alta resolución antes de proceder a su restauración.
Éste y otros hallazgos se han
publicado en dos estudios que reflejan que, a nivel de grandes grupos
faunísticos, no se produjo una disminución significativa de la diversidad de
dinosaurios en el noroeste de Iberia, al menos hasta los últimos cientos de
miles de años antes de su extinción.
«Esto apoya la hipótesis que apuntan a que la extinción de los dinosaurios no
avianos fue súbita en lugar de gradual», comenta Josep Marmi, uno de los
investigadores.
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