Se trata de un fósil «excepcional» localizado a principios de los 80 en Salas de los Infantes (Burgos)
El fósil de dinosaurio que se localizó en Burgos y se estudia ahora en Francia. - ICAL |
Se trata de un fósil «excepcional», según ha calificado hoy
en la capital burgalesa el paleontólogo de la Universidad del País Vasco,
Xabier Pereda Suberbiola, al tiempo que ha precisado que es «uno de los cráneos
más completos que se han recuperado de dinosaurios en la Península Ibérica».
Asimismo, ha subrayado que como la conservación del fósil es aparentemente «muy
buena», los investigadores estiman que se ha preservado la cavidad encefálica y
el recorrido de los nervios craneales y vasculares principales.
Esto, explicó, proporciona a la pieza «un valor añadido», ya
que se le considera «un fósil singular por su escasez en el conjunto de Europa,
donde se han descrito varios géneros de euornitópodos semejantes al especimen
salense pero de los que la mayoría conserva cráneos incompletos o
desarticulados».
Así, según ha indicado Pereda, un objetivo de la
investigación -cuyo margen en el centro francés tiene un horizonte que finaliza
en agosto- es el escaneado del cráneo para conocer la anatomía interna craneal
«con la mayor nitidez posible». Como resultado de ese proceso, ha advertido que
«se podrían conocer datos relevantes y muy escasos sobre la anatomía y
fisiología encefálicas de los euornitópodos basales, hasta ahora prácticamente
inéditos». «Ese conocimiento nos abre la puerta a saber sobre sus capacidades
sensoriales, locomotoras y de conducta», ha argumentado.
Según un estudio preliminar, este cráneo puede pertenecer a
un pequeño dinosaurio ornitópodo del Cretácico Inferior, «de entre uno y dos
metros de longitud, bípedo, corredor y herbívoro», ha avanzado, recoge Ical.
«Es una excelente oportunidad de estudiar un fósil excepcional con una
metodología novedosa», ha apuntado.
Por su parte, el director del Museo de Dinosaurios de Salas
de los Infantes, Fidel Torcida, ha indicado que un equipo internacional y
multidisciplinar de investigadores, liderado por el Museo de la Dinosaurios de
la localidad burgalesa, realiza un proceso de investigación sobre este cráneo
de unos 15 centímetros de longitud, que fue descubierto por el paleontólogo
vasco José Ángel Torres (1961-2020), que fue el responsable del Departamento de
Geología de la Sociedad de Ciencias Aranzadi (Donostia) y fundador del Museo
Luberri.
Para el estudio del fósil, el equipo científico del Museo
salense, ha preparado un grupo internacional con expertos en paleontología y en
paleoneurología compuesto por Xabier Pereda Suberbiola (Universidad del País
Vasco), Ariana Paulina-Carabajal (CONICET, Argentina), Kathleen Dollman
(Universidad de Witwatersrand, Sudáfrica) y Paul-Émile Dieudonné (Universidad
Nacional de Río Negro, Argentina).
Torcida ha relatado que el Centro Nacional de Investigación
sobre la Evolución Humana (Cenieh), en Burgos, realizó en 2020 un «primer
intento de escaneado por Microtomografía Computarizada», infructuoso dada la
densidad de la matriz ósea.
«No cabe un fósil más»
El cráneo ha sido cedido «de forma permanente» por el Museo
Luberri-Oiartzungo Ikasgune Geologikoa al Museo de los Dinosaurios de Salas
dado que su descubridor lo depositó en sus instalaciones.
El alcalde del municipio, Francisco Azúa, ha resaltado que
este nuevo proyecto del Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes refuerza
la proyección internacional del patrimonio paleontológico que posee la comarca
de la Sierra de la Demanda burgalesa. Asimismo, ratifica su gran potencial
científico, social, educativo y económico. Finalmente, aprovechó para reclamar
al nuevo Gobierno de Castilla y León un nuevo museo en la localidad para
albergar la multitud de fósiles que se han encontrado en la Sierra de la
Demanda ya que en las instalaciones actuales «no cabe un fósil más».
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