Se trata de un fósil “excepcional” y uno de los más completos que se han recuperado en la Península Ibérica
El Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes presenta un proyecto internacional de investigación paleontológica sobre un fósil de dinosaurio de la Sierra de la Demanda. / FOTO: ICAL AGENCIA ICAL |
Se trata de un cráneo de unos 15 centímetros de longitud,
prácticamente completo, de un pequeño dinosaurio ornitópodo, del Cretácico
inferior con una antigüedad de unos 125 millones de años, hallado en las
proximidades de Salas de los Infantes a principios de los años 80 del siglo
pasado.
Un fósil “excepcional” y “singular” por sus escasez en
Europa, en palabras del paleontólogo de la Universidad del País Vasco, Xabier
Pereda Suberbiola, quien explica que es uno de los cráneos más completos que se
han recuperado de dinosaurios en la Península Ibérica y que su conservación es
aparentemente “muy buena”. De hecho, los investigadores estiman que se ha
preservado la cavidad encefálica y el recorrido de los nervios craneales y
vasculares principales.
El descubridor fue el paleontólogo vasco José Ángel Torres
(1959-2020), que fue responsable del Departamento de Geología de la Sociedad de
Ciencias Aranzadi (Donostia) y fundador del Museo Luberri.
Para el estudio del fósil, el Equipo Científico del Museo de
Dinosaurios, encabezado por Fidel Torcida, ha preparado un grupo internacional
con expertos en paleontología y en paleoneurología. Está formado por Pereda
Suberbiola, Ariana Paulina-Carabajal (CONICET, Argentina), Kathleen Dollman
(Universidad de Witwatersrand, Sudáfrica), y Paul-Émile Dieudonné (Universidad
Nacional de Río Negro, Argentina).
El Museo de Dinosaurios de Salas presenta un proyecto internacional de investigación paleontológica sobre un fósil de dinosaurio de la Sierra de la Demanda./ FOTO: RICARDO ORDOÑEZ AGENCIA ICAL |
El centro burgalés custodia este cráneo de un dinosaurio
fósil cedido de forma permanente por el Museo Luberri –Oiartzungo Ikasgune
Geologikoa, de Oiartzun (Gipuzkoa) y las dos instituciones han acordado
colaborar en la investigación, estudio, conservación y divulgación de dicho material.
El cráneo ya ha sido preparado parcialmente en el taller de
restauración del Museo de Dinosaurios, para eliminar la matriz -roca que lo
envuelve y dejar al descubierto la mayor superficie posible de hueso.
Se trata de un proceso muy delicado, debido a la gran
compactación de la matriz rocosa y la relativa fragilidad del hueso fosilizado,
que es uno de los más completos que se han recuperado de dinosaurios en la
Península Ibérica.
Uno de los objetivos de la investigación es el escaneado del
cráneo para conocer la anatomía interna craneal con la mayor nitidez posible,
lo que podría permitir obtener datos relevantes sobre la anatomía y fisiología
encefálicas de los ornitópodos, hasta ahora prácticamente inéditos.
Ese conocimiento ayudaría a conocer sus capacidades
sensoriales, locomotoras y de conducta. Un primer intento de escaneado por
Microtomografía Computarizada se realizó en el Centro Nacional de Investigación
sobre Evolución Humana, gracias a financiación de la Diputación de Burgos, pero
no tuvo éxito, pues la densidad de la matriz ósea impidió que la radiación
atravesara la densa y compacta matriz ósea.
El equipo investigador se planteó entonces la necesidad de
trasladar el fósil al ESFR (Laboratorio Europeo de Radiación Sincrotrón),
acelerador de partículas situado en Grenoble (Francia), para someterlo a una
exploración multirresolución.
En febrero de 2022 se trasladó el cráneo fósil a las
instalaciones del ESFR para someterlo a las pruebas correspondientes, que
pueden prolongarse hasta agosto de este año.
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