Un grupo de paleontólogos españoles ha descrito huellas de dinosaurio muy bien conservadas en la provincia de Teruel. Pertenecen a un grupo de dinosaurios herbívoros que habitó la Tierra hace 125 millones de años.
Una investigadora analizando las huellas fósiles. / ICP |
Estos dinosaurios fueron muy abundantes en los ecosistemas
del Cretácico inferior (hace unos 125 millones de años) y restos de sus huesos
se han encontrado en diferentes yacimientos a lo largo de toda la Cuenca del
Maestrazgo.
En el estudio, que publica la revista Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology, ha participado personal investigador del
grupo Aragosaurus-IUCA de la Universidad de Zaragoza, del Institut Català de
Paleontologia Miquel Crusafont (ICP) y del departamento de Geología de la
Universidad de Salamanca.
Las icnitas están muy bien conservadas y se observan incluso las marcas de los dedos con gran detalle en algunas de ellas
Las icnitas están muy bien conservadas y se observan incluso
las marcas de los dedos con gran detalle en algunas de ellas. “Se trata de
huellas grandes y robustas, de más de 50 cm de longitud, y bastante diferentes
de las que encontramos en yacimientos más antiguos, que son más pequeñas y
gráciles”, comenta Diego Castanera, investigador de la Universidad de Zaragoza,
y uno de los autores principales del trabajo.
Estas huellas suponen la evidencia más antigua de este tipo
de rastros de ornitópodo encontrada en la Cuenca del Maestrazgo y reflejan el
cambio de faunas que se produjo en este grupo de dinosaurios entre el final del
Jurásico, con especies de pequeño y mediano tamaño, y el inicio del Cretácico,
cuando algunas especies podían alcanzar los 9-10 metros de longitud.
Recreación de un ornitópodo. / ICP |
“Este tipo de conservación es más típico en otros tipos de
rocas, como las areniscas, muchas veces relacionadas con un origen fluvial. Sin
embargo, el nuevo yacimiento se encuentra en rocas que fueron sedimentos de un
lago de poca profundidad, por donde pasearon los dinosaurios”, explica Beatriz
Bádenas, investigadora de Aragosaurus-IUCA y coautora del estudio.
“Gracias a ellas hemos podido descubrir una compleja
historia de sedimentación, formación y preservación de las huellas ligadas a
las variaciones del nivel de agua en la orilla del lago”, añade Bádenas.
Las huellas fosilizadas tienen relieve positivo, como si fuera un molde del pie
“Este es uno de los escasos ejemplos de este tipo de
fosilización descritos hasta el momento en la península ibérica”, celebra José
Ignacio Canudo, responsable del grupo Aragosaurus-IUCA.
Un hallazgo esperado
Desde principios de los años 90, se han descrito centenares
de icnitas (huellas fosilizadas) en varios municipios de la provincia de
Teruel, que atestiguan la presencia de una gran diversidad de especies de
dinosaurios carnívoros y herbívoros en este territorio hace entre 150 y 125
millones de años.
Sin embargo, hasta fechas muy recientes no se había hallado
ningún rastro de ellas en la formación geológica El Castellar, que sí que había
proporcionado numerosos huesos fósiles de dinosaurios, mamíferos, tortugas y
cocodrilos.
La ausencia de icnitas llamó la atención del personal
investigador, que trabaja en la zona desde hace años, ya que se trata de una
formación geológica de origen lacustre y en principio debería haber sido
proclive a registrar las sendas de dinosaurios.
Referencia:
Castanera, D. Bádenas, B., et al. "New ornithopod
tracks from the Lower Cretaceous El Castellar Formation (Spain): implications
for track preservation and evolution of ornithopod footprints".
Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology, 2022.
No hay comentarios:
Publicar un comentario