El paleoantropólogo francés Yves Coppens, uno de los descubridores del célebre homínido Lucy, considerado durante años como el más antiguo antepasado del hombre, falleció el pasado miércoles 22 de junio a los 87 años, tal y como ha informado su editorial.
Yves Coppens, en 2004. FRED TANNEAU. AFP |
En 1974, junto con sus colegas Donald Johanson y Maurice
Taieb, cuando excavaban en el valle del Afar, en Etiopía, hallaron un esqueleto
casi completo de un individuo femenino datado en 3,2 millones de años, que
decidieron bautizar como Lucy porque estaban escuchando la canción de los
Beatles "Lucy in the sky with diamonds".
NUEVA ESPECIE
Durante años se consideró que Lucy era un antepasado directo
del Homo sapiens, hasta que, otros descubrimientos llevaron a pensar al propio
Coppens que se trataba de otra especie, que bautizaron como Austrolopithecus
Afarensis.
Este hallazgo fue mundialmente reconocido y marcó un antes y
un después en los conocimientos actuales sobre la prehistoria y la
paleontología.
El descubrimiento de Lucy fue especialmente importante
porque sus huesos mostraban señales de ser bípeda, es decir, de mantenerse
erguida y andar sobre dos extremidades, una de las características definitorias
en el desarrollo de los seres humanos.
Coppens fue también profesor emérito en el Collège de
France, una de las instituciones educativas y de investigación más prestigiosas
del mundo.
El paleontólogo participó en excavaciones en diversos países
del mundo, como en Túnez, Argelia y Etiopía, y publicó a lo largo de su vida
numerosos libros relatando sus descubrimientos.
Coppens, que también se dedicó a la docencia y a la
investigación de las raíces de los seres humanos, estuvo fascinado por la
historia, especialmente la prehistoria, desde una edad temprana, cuando ya
mostró su pasión por las excavaciones.
Una dedicación que le llevó a muchos rincones del planeta y
que le convirtió en un rostro popular en Francia, donde su barba y bigote
blancos aparecían en medios de comunicación para divulgar sus hallazgos.
Colaborador de dos presidentes, Jacques Chirac y Nicolas
Sarkozy, que apelaron a su sabiduría durante sus mandatos, Coppens presidió
varias instituciones científicas en el país y publicó un millar de artículos.
"Tenemos un origen único: todos somos africanos de
origen, nacidos hace tres millones de años, y eso debería animarnos a la
hermandad", sentenció.
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