Todos en algún momento nos ha gustado escuchar historias de
dinosaurios y de criaturas pasadas que habitaban la Tierra. Investigando, es
inevitable encontrarnos frente a los fósiles, las evidencias más directas de
criaturas que se extinguieron hace millones de años.
Podemos reconstruir gracias a ellos, qué animales habitaban
en aquél entonces. Como un gran puzzle que poco a poco se reconstruye y nos muestra
cómo eran antes las cosas. ¿Pero que es lo que lleva exactamente a una criatura
de carne y huesos convertirse en piedra?
¿Qué es un fósil?
Fósil viene de la palabra en latín “fossilis”, que significa
“excavado”. Pueden considerarse como fósiles los restos de organismos así como
de su actividad, por ejemplo, huellas fosilizadas. Éstos restos, suelen
conservarse en rocas sedimentarias, que pueden haber sufrido transformaciones
en su composición. Una es por diagénesis, que es la formación de una roca sedimentaria
a partir de sedimentos. La otra es por metamorfismo dinámico, que es cuando una
roca sufre una transformación sin cambio de estado por presiones y temperaturas
distintas a la que la originaron.
Para ser llamado “fósil”, es necesario que tenga cómo mínimo
una edad de 10.000 años de antigüedad. Es decir, que podemos encontrarlos tanto
en el holoceno, que es la época actual, hasta el Eón Arcaico, hace algo más de
4 mil millones de años. Su tamaño, puede variar a partir de lo que contengan,
desde micrómetros por bacterias fosilizadas hasta de muchos metros cómo los
enormes dinosaurios. Como no, hay fósiles de muy reducido peso hasta otros de
muchas toneladas.
¿Cómo se forman?
La formación de los fósiles puede ocurrir por varios tipos
de procesos de fosilización. El más común es el de la petrificación, llamado
por mineralización. Otros procesos serían el de carbonización, fundición y
moldes, y la momificación. A continuación vamos a ver sus diferencias.
Formación por mineralización
Lo primero en desaparecer cuándo un animal muere son sus
restos orgánicos. Este proceso, que es el más habitual en la formación de un
fósil, deja en el lugar, todo lo que es el esqueleto, exoesqueleto, huesos,
dientes, etc. Si nada más ocurre, con el tiempo, poco a poco estos restos van
siendo enterrados. El agua que se filtra aunque hayan varias capas de tierra
encima, lleva minerales a los restos de esqueleto que allí abajo se encuentran.
Paulatinamente, y con el paso del tiempo, hace que los restos sean convertidos
en piedra. Por esto mismo se llama también petrificación.
Formación por carbonización
Una pérdida de sustancias gaseosas, principalmente el
oxígeno, hidrógeno y nitrógeno, dejan en el lugar una película de carbono. Este
tipo de fosilización es más frecuente en plantas sobretodo, como cuándo por
ejemplo, las hojas o ramas quedan aplastadas entre rocas.
Formación por fundición y moldes
Este tipo de fósil ocurre como una impresión en negativo o
positivo. Es decir, en negativo sería una copia invertida de lo que fue y en
positivo es una copia tal como fue. Al respecto, pueden presentarse de 3
maneras:
- Exterior: Forma una impresión del organismo en negativo, puede ser a partir de la piel de un animal o la superficie de una concha, por ejemplo. El organismo queda cubierto en su superficie por algún material, como el barro. Con el paso del tiempo la roca conserva el perfil del animal que se recubrió.
- Interior: Ocurre cuando el material entra dentro del organismo, en el ejemplo de la concha por ejemplo, ésta se va rellenando con el tiempo del material. El animal se va descomponiendo con el tiempo, y los materiales atrapados dentro obtienen la forma del animal que hubo.
- Contra de molde: Es una copia idéntica del animal, aunque es más difícil que se produzca. Para que esto ocurra, un primer molde debe existir interna o externamente, y así, un segundo molde en el sitio contrario, crean una réplica de cómo fue el organismo.
Formación por momificación
En este proceso el organismo se conserva casi tal cual
existió. Para ello, es necesario que el animal quede atrapado en el material, y
que éste sea resistente a la descomposición y además sea impermeable. Por
ejemplo, un mosquito atrapado en ámbar, o un mamífero atrapado en el hielo.
¡Y ahora a investigar! Esperamos que a partir de ahora
cuando veas un fósil, puedas ver además el proceso que lo ha hecho ser posible!
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