Hace 65 millones de años, un asteroide chocó contra la
Tierra, siendo responsable por el fin de la era de los dinosaurios en nuestro
planeta y abriendo el camino al desarrollo de los pequeños mamíferos, marcando
la transición entre los períodos Cretácico y Paleógeno.
Y, a pesar de que el asteroide cayó la península
de Yucatán, en México, hay un pedazo de Brasil que guarda registros del
acontecimiento que cambió la vida de la tierra para siempre.
Este lugar se encuentra en Pernambuco, específicamente en el
municipio de são Paulo. Allí, la Mina Poty muestra en sus rocas algunas
microesféculas, que son granos de cristal microscópicos, junto con fragmentos
de cuarzo del impacto, que son producidos por el calor generado en el momento
de la colisión con el asteroide.
Dinosaur Revolution: End
Game from CineMuse on Vimeo.
Estos objetos fueron lanzados a la atmósfera, cayendo en
algunas partes del planeta y una de ellas es la ciudad de são Paulo.
La zona trae marcas geológicas de este período histórico de
la Tierra y también cuenta con resquicios del mega-tsunami causado por el
impacto del asteroide que provocó olas de 20 metros de altura a 112 km/h, que
alcanzaron el Nordeste brasileño.
Dada la relevancia histórica de la región, el sitio será
preservado y será abierta a partir de Noviembre de 2017.
El descubrimiento
El responsable de descubrir la preciosa región de pernambuco
fue el geólogo brasileño Gilberto Albertão, desde el comienzo de los años 1990,
cuando estaba haciendo la investigación para su maestría en la Universidad
Federal de Ouro Preto. Se pretendía comprobar si en alguna cuenca sedimentaria
brasileña había evidencias físicas o biológicas de las extinciones del período
Cretácico, y lo consiguió.
Además de descubrir fósiles de vertebrados marinos, el
geólogo también localizó anomalías físicas y químicas listado de los restos del
asteroide en cuestión.
“El primer efecto del impacto fue un gran incendio global,
en función de la llegada de ese cuerpo. La fricción del asteroide generó un
super-calefacción. Y en todas las áreas de ese límite, que son continentales
existen evidencias de mal funcionamiento de carbono”, explicó.
Gilberto Albertão continuó a estudiar la región, incluso más
de dos décadas después de la conclusión de su maestría. Ahora, el mantenimiento
del local estará a cargo de fernando de la mora, en colaboración con la
Universidad Federal de Pernambuco que, a su vez, será responsable por los
nuevos estudios que serán realizados por allí.
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