Algunos dinosaurios desarrollaron una curiosa estrategia
para empollar sus huevos sin aplastarlos: colocarse en un espacio abierto en el
centro de un anillo de huevos, en lugar de justo sobre ellos.
Los investigadores estudiaron cerca de tres docenas de
nidadas de huevos fosilizados pertenecientes a diferentes especies de
ovirraptorosaurios, un grupo de dinosaurios carnívoros emplumados. Las nidadas
de las especies más grandes también tenían aberturas más grandes en el centro
con ese mismo fin, según reporta en Biology Letters un equipo dirigido por el
paleontólogo Kohei Tanaka del Museo de la Universidad de Nagoya en Japón.
Aunque no es posible determinar la especie exacta de
ovirraptorosaurio solo de los huevos fósiles, los investigadores dividieron los
huevos en tres clasificaciones basadas en el tamaño. Los huevos más pequeños,
de menos de 170 milímetros de longitud, se asignaron al grupo Elongatoolithus,
que probablemente incluía especies con masas corporales que variaban desde unas
pocas decenas de kilos hasta 100 o 200 kilos, similar a las avestruces y los
emús actuales.
Los huevos de tamaño medio se asignaron al grupo
Macroolithus y los huevos más grandes, de más de 240 milímetros de largo, al
grupo Macroelongatoolithus. Los dinosaurios que pusieron los huevos más grandes
pudieron haber tenido masas corporales de hasta 2.000 kilos.
Luego, el equipo midió el diámetro de la nidada y, si había
uno, el diámetro del orificio en el centro de la misma. Para la especie más
grande, el agujero ocupó la mayor parte del área de la nidada. Eso, dicen los
investigadores, permitió que los progenitores más grandes de ovirraptosaurio se
acomodaran en el centro de la nidada, reduciendo la carga de peso sobre los
huevos y manteniendo los huevos calientes. No se sabe que las aves modernas
compartan ese mismo estilo, informa ScienceNews.
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