Jesús Martín Martínez, guía ITL y colaborador del Museo de Ciencias Naturales de la UZ
«Siempre hemos creído que Sáenz no encuentra casualmente los fósiles, sino que los tiene citados». Así se expresaba Manuel Lorenzo Pardo, director técnico de la Confederación Hidrográfica del Ebro en la introducción al detallado estudio geológico sobre el pantano de Las Torcas del ingeniero geólogo soriano Clemente Sáenz García y publicado en Zaragoza, en 1929.
El ingeniero y geólogo soriano Clemente Sáenz García - Archivo personal de C. Sáenz |
Durante años se ha atribuido a Clemente Sáenz el descubrimiento de los primeros restos fósiles de dinosaurios en la provincia de Zaragoza. Sin embargo, no se han dado datos concretos del hallazgo: ni lugar, ni fecha, ni circunstancias que lo rodearon. Después de una minuciosa investigación, he logrado dar con el primer dinosaurio encontrado en la provincia de Zaragoza.
Según el diario personal de Saénz, el 29 de agosto de 1926 se encontraba en plena redacción del estudio geológico sobre Las Torcas. Concretamente ese día visitó el entorno del río Huerva cercano a Villanueva, donde anota el hallazgo de un «hueso fósil». Hecho que comunicó a José Royo y Gómez, paleontólogo del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid, confirmándole el hallazgo de «trozos de huesos largos de dinosaurios en la región alta del Huerva (Zaragoza)».
En los estrechos
Analizando la descripción y la toponimia citada por Sáenz en el estudio antes citado y en sus diarios, el lugar concreto del descubrimiento de los restos fósiles de dinosaurios coincide con exactitud con la desembocadura del Barranco Morenillo en el rio Huerva, junto al lugar llamado Los Estrechos, en Villanueva de Huerva. Un yacimiento del período Cretácico inferior (unos 135 millones de años de antigüedad) que en su redescubrimiento en 1998 se le denominó Pochancalo, pero que como hemos comprobado ya conoció Clemente Sáenz más de 70 años atrás.
¿Qué sucedió con este primer dinosaurio zaragozano? A lo largo de su vida Sáenz se hizo con una buena cantidad de fósiles que guardaba cuidadosamente etiquetados, algunos eran huesos de vertebrados pertenecientes a dinosaurios. Sin embargo, los expolios han impedido que muchos de estos huesos fósiles llegaran hasta nosotros, entre ellos los que encontró en Villanueva de Huerva.
Quizás, en el futuro, aún podamos conocer los fósiles de ese
dinosaurio villanovano que halló Sáenz. El que escribe aquí ya ha publicado un
monográfico sobre este tema en dinosauriosdezaragoza.com, pero les aseguro que
seguirá rebuscando sin descanso... Mientras tanto, como anotó Sáenz en cierta
ocasión: «Queden por de pronto estampados en letra impresa los anteriores datos
a la disposición de todo el que quiera proseguir similares rebuscas».
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