viernes, 11 de septiembre de 2015

Carta de 30 grandes cerebros en defensa de la ciencia española


Una carta hecha pública con motivo de la inauguración en el Congreso de la Sociedad Española de Bioquímicay Biología Molecular (SEBBM) que está teniendo lugar en Valencia reclama una financiación estable para la ciencia en España.

El documento, firmado por 28 prestigiosos científicos españoles e internacionales, entre los que se encuentran nombres tan relevantes como Margarita Salas, Joan Massagué o Santiago Grisolia, se dirige al Gobierno central, a los Gobiernos Autonómicos y al conjunto de la sociedad a quienes muestran su "profunda preocupación por los importantes recortes en la financiación pública de la ciencia en España en los últimos años".

Los firmantes, que a su vez Socios de Honor de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular (SEBBM), consideran que es su obligación "señalar la necesidad urgente de devolver la financiación e inversión pública en ciencia a sus niveles pre-crisis, y de unos mecanismos de gestión ágiles y sin retrasos".

En la carta se denuncia "el cierre de laboratorios, la desbandada de equipos de investigación y la emigración de científicos, incluidos los más jóvenes".


Además, los firmantes consideran que los recortes en ciencia han tenido efectos muy negativos sobre la captación de talento exterior, ahora en retroceso. Por ello, concluyen que "se corre el grave riesgo de hacer salir a España del grupo de países avanzados científicamente al que con tanto esfuerzo nos estábamos incorporando".

jueves, 10 de septiembre de 2015

'Homo naledi': una nueva especie humana descubierta en Sudáfrica


El puzzle de la evolución humana no está ni mucho menos resuelto por la ciencia. Pero con una cierta regularidad van apareciendo las piezas que faltan para completar la historia que conduce hasta la única especie de humanos modernos que pueblan la Tierra en la actualidad, el Homo sapiens. La última de ellas una nueva especie del género Homo encontrada en el sistema de cuevas Rising Star de Sudáfrica y recién presentada en el Congreso de la Sociedad Europea para el Estudio de la Evolución Humana que se está celebrando en Londres. Se trata de la que han bautizado como Homo naledi, como homenaje al lugar donde fueron hallados los restos ya que Naledi significa estrella (Star, en inglés) en el idioma local de ese lugar de Sudáfrica.

"Se trata de una gran sorpresa", ha asegurado a este diario Antonio Rosas, profesor de investigación del Departamento de Paleobiología del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC). "Es un hallazgo importante en el estudio de la evolución humana", ha añadido.

La nueva especie, cuyo descubrimiento se ha publicado en la revista científica de acceso libre eLife, contiene una mezcla de rasgos del linaje de los Homo, como su tamaño corporal y su estatura, junto con otros similares a los Australopithecus, de los que se cree que descendemos los humanos modernos, como el tamaño de su cerebro. De hecho, ya que el hallazgo ha sido realizado por el explorador residente de National Geographic Lee Berger, la nueva especie se ha convertido en la portada de la conocida revista.

"Es una mezcla de caracteres muy singular. Algo que no habíamos visto antes", ha comentado Rosas del hallazgo.

Precisamente esa mezcla ha llevado a los investigadores a pensar que pertenece a un momento de la evolución humana muy cercano a la separación entre australopitecus y los homínidos del género Homo, hace entre 2,5 y 2,8 millones de años, según han asegurado en una rueda de prensa celebrada en Londres. Sin embargo, el trabajo no ha incluido la datación o al estimación de la edad de los restos debido a que no hay elementos en el yacimientos que permitan su datación directa. Para algunos de sus colegas, ahí han descuidado los resultados ya que podrían haber ensayado alguna metodología de datación indirecta al menos para acotar un rango de edad.

Después de una serie de campañas de excavación llevadas a cabo desde el año 2013, cuando se produjo el primer contacto con el yacimiento, el equipo de paleontólogos de la Universidad sudafricana de Witwatersrand dirigido por Lee Berger ha logrado obtener más de 1.500 huesos y fragmentos pertenecientes a 15 individuos en total. Todos ellos fueron encontrados en la misma cámara de la cueva y aislados de cualquier otro tipo de huesos de otros animales, lo que ha llevado a pensar a los autores que pudo tratarse de un lugar de enterramiento deliberado. La formación del yacimiento recuerda a ejemplos cercanos como la sima de los Huesos de Atapuerca o la cueva asturiana de El Sidrón.


No obstante, en este punto el debate está servido. "Se trata de un hallazgo de primer orden, pero otra cosa es la interpretación que se haga del descubrimiento. Ahí se abrirá un interesante debate científico", ha señalado Rosas.

martes, 8 de septiembre de 2015

XVI Congreso Internacional sobre Patrimonio Geológico y Minero. XX Sesión Científica de la SEDPGYM. 1-4 de octubre de 2015

El congreso tendrá lugar en la comarca del Guadiato (Córdoba), entre los días 1 y 4 de octubre de 2015. Las sesiones se celebrarán en la Escuela Politécnica Superior de Belmez de la Universidad de Córdoba.

Como es tradicional desde 1994, la Sociedad Española para la Defensa del Patrimonio Geológico y Minero (SEDPGYM) convoca a sus socios e interesados en el estudio, recuperación, conservación y difusión del Patrimonio Geológico y Minero a participar en el XVI Congreso Internacional sobre Patrimonio Geológico y Minero, que se celebrará, con la co-organización de la Fundación Cuenca del Guadiato, en la comarca cordobesa del mismo nombre.

El marco donde se desarrollará el Congreso cuenta con una antigua tradición minera que ha sido crucial para el desarrollo económico y socio-cultural de la región.

Los objetivos que persigue el congreso son los siguientes:

Ser punto de encuentro y discusión para investigadores, estudiosos e interesados en la historia y la cultura enmarcadas en el patrimonio geológico y minero.
Facilitar el intercambio de experiencias en el estudio, recuperación, conservación, puesta en valor y difusión de los recursos patrimoniales geológico-mineros.
Dar a conocer la importancia de la tradición e historia minera de la Cuenca del Guadiato en particular y de España y otros países en general, tanto a través de la divulgación de su pasado minero como mediante el análisis de las iniciativas y proyectos que se están desarrollando actualmente.
Aunar esfuerzos para alcanzar una visión global del patrimonio geológico-minero, integrado en el paisaje, que permita compaginar sus señas de identidad propias con la rehabilitación/restauración y con la reutilización y aprovechamiento en usos alternativos coherentes, cuando así se requiera para el desarrollo local sostenible.
Divulgar las normas y recomendaciones nacionales e internacionales sobre el estudio, recuperación y utilización del patrimonio minero para que constituyan la base sobre la que cimentar los estudios conducentes a su aprovechamiento sostenible.

El Congreso incluye visitas a diversos lugares de raigambre minera y a otros puntos de interés geológico-minero.

viernes, 4 de septiembre de 2015

Evolución y dinosaurios en tierras de Lara. Excursión de la Bienal de la Sociedad Española de Historia Natural

Se está celebrando en Burgos la XXI Bienal de la Sociedad Española de Historia Natural, una reunión que ha congregado a más de 160 congresistas procedentes de España, Europa y países americanos.

La primera actividad de la Bienal fue una excursión por tierras de Lara, con un contenido básicamente geológico, y coordinado por los profesores de la Universidad del País Vasco Arantxa Aranburu y Arturo Apraiz. Como no podía ser de otra forma, los dinosaurios fueron uno de los puntos fuertes de la excursión; los estratos o capas de rocas de la zona que contienen miles de huellas de dinosaurios son una referencia geológica en la zona, pues se extienden a lo largo de 5 Km. Estos yacimientos datan del intervalo Titónico-Berriasiense, con una antigüedad en torno a los 144 millones de años.

El yacimiento elegido para la visita fue Las Sereas 7, protegido y acondicionado para el público por el Colectivo Arqueológico y Paleontológico de Salas (C.A.S.). Las explicaciones sobre sus características fueron desarrolladas por Fidel Torcida, miembro del C.A.S. y Director del Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes. El yacimiento es especialmente atractivo por la buena conservación de características anatómicas de los pies y las manos de los dinosaurios que dejaron su impronta, y por contener un tipo de huella que aparentemente no se ha documentado en otros lugares del planeta. Los excursionistas de la Bienal mostraron su interés por los procesos de consolidación y conservación del yacimiento, las técnicas de estudio utilizadas por los investigadores y los  proyectos de futuro en torno a estos yacimientos.


De nuevo los dinosaurios de la Sierra de la Demanda han merecido la atención de expertos en Ciencia y en su didáctica como reflejo de la importancia y trascendencia que estos yacimientos tienen en un plano internacional.

jueves, 3 de septiembre de 2015

Descubren una nueva especie de dinosaurio saurópodo en Colombia

Paleontólogos argentinos lideraron el estudio de la primera especie de dinosaurio identificada en Colombia. Este hallazgo demuestra que los braquiosáuridos lograron sobrevivir, al menos hasta el Cretácico medio, al norte del supercontinente Gondwana.

El investigador del Museo Egidio Feruglio (MEF) José Luis Carballido comentó a la Agencia CTyS que “es la primera especie de dinosaurio reconocida en Colombia y también en toda América ecuatorial y le hemos dado el nombre de Padillasaurus leivaensis”.

Este ejemplar pertenece al grupo de los braquiosauridos, unos dinosaurios herbívoros, cuadrúpedos y de cuello largo que surgieron durante el Jurásico y lograron distribuirse por todo el mundo hace 150 millones de años.

Sin embargo, este grupo comenzó a reducirse posteriormente y, a partir del período Cretácico, que comenzó hace 145 millones de años, solo se tenía registro de braquiosáuridos en Norteamérica, que en ese momento estaba separada por un océano de Colombia, donde se produjo el nuevo descubrimiento.

“La antigüedad de este ejemplar es de aproximadamente 130 millones de años, por lo que ahora se conoce que los braquiosauridos no se habían extinguido en Gondwana”, destacó Carballido, autor principal del paper que se publicó en la revista científica Journal of Vertebrate Paleontology.

Cuando surgieron los braquiosáuridos, el mundo estaba formado por un único supercontinente, llamado Pangea. Pero, hace 150 millones de años, la Tierra se había dividido en dos grandes continentes: uno, al Norte, llamado Eurasia, que comprendía América del Norte, Europa y gran parte de la actual Asia; otro, al Sur, llamado Gondwana, que estaba compuesta por América del Sur, África, Oceanía, India y la Antártida.

“Por el Padillasaurus leivaensis, sabemos que este grupo de animales terrestres vivieron en la parte norte de Gondwana, a bajas latitudes, porque tenemos buenos yacimientos en Argentina para esta época y, sin embargo, nunca hemos descubierto braquiosáuridos aquí, por lo que pensamos que alguna barrera geográfica o algún factor relacionado a la alimentación evitó que llegaran hasta aquí”, explicó el paleontólogo del MEF.

Descubrir la edad a lo Sherlock Holmes
El hallazgo de este ejemplar se produjo hace aproximadamente 15 o 20 años y los fósiles quedaron sin identificar en una vitrina de un centro comunal de Villa de Leyva, una localidad ubicada a poco más de 100 kilómetros de Bogotá.

El doctor Carballido le contó a la Agencia CTyS que “costó mucho precisar de qué lugar se extrajeron estos materiales y qué antigüedad tenían, y si no resolvíamos estas dos cuestiones, estos fósiles pasaban a tener poco valor y era difícil que hubiéramos podido publicar el estudio”.

Pero, para suerte de los investigadores, había amonites en la roca alojada entre las vértebras del Padillasaurus. “Los amonites son unos cefalópodos marinos que tuvieron modificaciones evolutivas muy rápidas, por lo que cada especie es característica de un determinado momento”, puntualizó Carballido. Y agregó: “Entonces, al identificar las especies que estaban en esa roca, pudimos saber que el braquiosáurido vivió hace unos 130 millones de años”.

A partir de saber la antigüedad de los amonites, se verificó qué yacimientos en los alrededores de Villa de Leyva tenían 130 millones de antigüedad y así se pudo determinar el área en el que se tuvo que haber encontrado la única especie de braquiosáurido conocida hasta ahora en Gondwana.

Características del Padillasaurus leivaensis
Se encontraron unas ocho vértebras de la parte anterior de la cola de este ejemplar que pudo haber alcanzado los 18 metros de longitud. “Si bien no están muy completos los materiales, observamos particularidades que nos permitieron identificar una nueva especie”, indicó José Luis Carballido.

Mientras que los ejemplares de braquiosáuridos descubiertos en Norteamérica en el período Cretácico tienen las espinas neurales de las vértebras de la cola dirigidas levemente hacia adelante, el Padillasaurus leivaensis tiene dichas espinal dirigidas hacia atrás.

“Se trata de un nuevo linaje, pero sabemos muy poco de este nuevo grupo, porque no tenemos fósiles de sus miembros anteriores o posteriores, por ejemplo, pero imaginamos que, como cualquier braquiosáurido, tenia los miembros anteriores muy largos, lo que les daba una postura algo semejante al de una jirafa”, describió el paleontólogo.

El nombre de esta nueva especie es en homenaje al exdirector del Centro de Investigaciones Paleontológicas (CIP) de Villa de Leyva, Bernardo Padilla, quien impulsó el estudio de los materiales que estaban guardados en el centro comunal de esa misma localidad y, en consecuencia, se puso en contacto con investigadores argentinos del Museo Egidio Feruglio.

Durante el Cretácico, la zona donde aparecieron los fósiles estaba cubierta por mar, por lo que principalmente allí se encuentran muchos fósiles marinos, como así también troncos, piñas, semillas, frutos. En ese marco, el Padillasaurus es una clara excepción, cuyo estudio fue encabezado por los paleontólogos argentinos José Luis Carballido y Diego Pol.

La lenta danza de los continentes
Parece curioso que, en algún momento, América del Norte estuvo unida a Europa y bien alejada de Sudamérica. “A nosotros, los humanos, nos parece que está todo estático, que Europa está a determinados kilómetros y que no se mueve, pero la verdad es que todos los años hay desplazamientos de centímetros”, afirmó Carballido.

América del Sur se separa de África actualmente y, mientras unos bloques de tierra se separan, otros se acercan. Por ejemplo, la Isla de Pascua se unirá a la costa chilena. Si bien es imperceptible a nuestros ojos, las diferencias son tremendas en el transcurso de millones de años.

Algunos océanos serán más grandes, otros terminarán por desaparecer. Incluso, es probable que en su danza, los continentes vuelvan a bailar pegados otra vez.

Hoy separados, los continentes estuvieron unidos en Pangea. Pero, antes de Pangea, ya habían estado separados y, cuando el Planeta era aun más joven, estaban unidos en otro supercontinente conocido con el nombre de Rodinia.


Al respecto, el doctor Carballido contó que “es muy probable que en algún momento todos los continentes se vuelvan a unir, porque la Tierra se va reciclando permanentemente y nosotros podemos percibir esos cambios a través de los volcanes y terremotos, que son consecuencias del movimiento de las placas”.

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Recordatorio: VII Concurso Internacional de Ilustraciones Científicas 2015

Podrán participar todas las personas españolas o de cualquier nacionalidad sin límite de edad.

Abierto el VII Concurso Internacional de Ilustraciones Científicas de Dinosaurios, 2015.

El tema principal del concurso son las ilustraciones sobre dinosaurios y otros seres vivos contemporáneos suyos. Las ilustraciones pueden representar reconstrucciones de los animales en vida, en su medio o de los fósiles originales.

El plazo de envío será desde el 15 de julio hasta el 31 de octubre de 2015.


Podéis descargaros las bases (en castellano e inglés), en el siguiente enlace: pincha aquí.

martes, 1 de septiembre de 2015

Conservación de melanosomas en plumas fosilizadas de ciertos dinosaurios


Los melanosomas, pequeños paquetes de melanina que se encuentran en las plumas, piel y pelaje de muchos animales, pueden producir colores estructurales cuando están organizados debidamente en capas sólidas, como lo están en las plumas de algunas aves. El color estructural, en contraposición al color químico, surge de la interacción de la luz con materiales que tienen patrones capaces de desviar y reflejar la luz de un modo tal que amplifican algunas longitudes de onda y amortiguan las demás.
 El equipo internacional de Ryan Carney, de la Universidad Brown en Providence, Rhode Island, Estados Unidos, y Johan Lindgren, de la de Lund en Suecia, ha encontrado pruebas químicas directas de que los restos fosilizados de un dinosaurio con algunos rasgos propios de aves aún contienen melanosomas y el pigmento que producían. Su estudio refuerza la idea de que recurriendo a métodos científicos avanzados es posible discernir la coloración de animales desaparecidos hace mucho tiempo.

La idea de que los melanosomas, que producen el pigmento melanina, se pueden preservar en fósiles ha sido debatida acaloradamente entre los científicos durante los últimos años. Vestigios microscópicos que para algunos científicos se parecen a melanosomas, para los escépticos son en cambio bacterias de aspecto similar. El nuevo estudio, sobre plumas fosilizadas de Anchiornis huxleyi, un dinosaurio similar a un ave que murió hace unos 150 millones de años en China, parece que resuelve el debate definitivamente, al añadir una potente segunda línea de pruebas: la química.

Carney y sus colaboradores han obtenido pruebas estructurales y moleculares que demuestran que los melanosomas efectivamente perduran en el registro fósil.

El hallazgo tendrá repercusiones importantes para la interpretación de estudios tanto pasados como futuros de los colores en el registro fósil, y corrobora la hipótesis previa de que el Anchiornis tenía plumas negras.