jueves, 11 de enero de 2018

NASA encuentra con el Curiosity en Marte rocas fósiles de aspecto terrestre

La NASA a través del rover Curiosity ha comenzado este 2018 con inéditos e importantes hallazgos.

@MarsCuriosity
Resulta que los primeros lotes de imágenes que han llegado desde superficie marciana tienen similitudes con fósiles y minerales terrestres.

Curiosity ha sacado 8 fotografías enviadas a la NASA con el instrumento MAHLI (Mars Hands Lends Imager), que se ubica al final del brazo robótico del rover, indica fayerwayer.

Las imágenes han llamado la atención de los científicos, ya que son como bastones incrustados en las rocas, que podrían indicar restos fósiles, tal como lo muestra este tweet de la cuenta de Curiosity Rover.

LAS CONCLUSIONES DE LAS IMÁGENES DEL CURIOSITY EN MARTE

El investigador Barry Di Gregorio, del Buckingham Center for Astrobiology, ha tratado de sacar sus propias conclusiones.

Se ven muy parecidos a fósiles de la era terrestre de los ordovícicos (una división de la escala temporal geológica que pertenece a la Era Paleozoica) que he fotografiado acá en la Tierra.

Ashwin Vasavada, del Jet Propulsion Laboratory de NASA informó que las imágenes de las rocas fueron tomadas en blanco y negro, han hecho que se retrasaran los estudios del Curiosity en Marte.

El geólogo del proyecto, Cristopher Edwards, estuvo de acuerdo en que Curiosity retrocediera para que analizara mejor los “bastones” encontrados en suelo marciano.

Este sitio fue tan interesante, que volvimos la marcha atrás para llegar al lugar donde estaba estacionado el rover para este plan.

SERÁN CRISTALES O BIOTURBACIÓN LO QUE DETECTÓ EL CURIOSITY EN MARTE

Una de las teorías sobre estos hallazgos del Curiosity es que sean moldes de cristales incrustados en la roca, algo también común en la Tierra, pero también hay un grupo de científicos que creen posible el fenómeno de la bioturbación: “proceso mediante el que organismos vivientes se quedan en sedimentos y alteran la estructura de ellos”.

Por ejemplo, gusanos que pueden con sus madrigueras quedar fosilizados en las rocas.

Fósiles muestran que las mariposas son más antiguas de lo pensado

Equipo de investigadores descubrió escamas de alas y corporales de mariposas 
polillas en sedimentos del periodo transitorio de Triásico a Jurásico hace 201 
millones de años.  Foto: Pixabay
Las mariposas son más de 70 millones de años más antiguas de lo que se pensaba hasta ahora, según nuevos estudios realizados sobre restos fósiles encontrados en el pueblo alemán de Schandelah, en Baja Sajonia. 

El resultado de los análisis fue dado a conocer por la revista especializada Science Advances y el Museo Regional de Hesse en Darmstadt, en el oeste de Alemania. 

Un equipo de investigadores de la Universidad de Utrecht descubrió en cooperación con colegas estadounidenses y de Darmstadt escamas de alas y corporales de mariposas y polillas en sedimentos del periodo transitorio de Triásico a Jurásico hace 201 millones de años. Al final del Triásico murieron muchas formas de vida en la tierra y en el mar. 

Hasta ahora los científicos habían supuesto que el desarrollo de las mariposas y las fanerógamas (plantas con semillas) había estado muy estrechamente unido. 

Sin embargo, los restos fósiles descubiertos son más de 70 millones de años más antiguos que los fósiles más antiguos de fanerógamas. "El comienzo de la evolución de las mariposas puede probablemente estar en relación con las plantas angiosperma", declaró el paleoentomólogo de Darmstadt y coautor del estudio, Torsten Wappler, a la agencia dpa. 

El nuevo hallazgo muestra también que las mariposas lograron pasar en gran parte ilesas del Triásico al Jurásico, indicó.Incluso se beneficiaron posiblemente de las dramáticas transformaciones de su medio ambiente y desarrollaron un gran número de nuevos tipos, explicó. 

La razón de las modificaciones del medio ambiente fueron las fuertes erupciones volcánicas como consecuencia de la disolución del supercontinente Pangea. "Esto podría haber abierto la puerta para su expansión, parecido al ascenso de los dinosaurios", escribieron en un comunicado emitido desde Darmstadt.

miércoles, 10 de enero de 2018

La obsesión de tu hijo con los dinosaurios beneficia a su cerebro

No es coincidencia que el rango de edad en el que se desarrollan los intereses intensos se empalme con las edades en las que más se juega recurriendo a la imaginación.

Los intereses intensos como la obsesión por los dinosaurios ayudan mucho a 
incrementar la confianza de los niños.  (Foto: Royal Tyrrell Museum/Cortesía)
(CNN) - Erin, la hija de Susan Alloway, fue muy específica con su disfraz de Halloween. No podía ser cualquier dinosaurio: la niña de seis años quería un ozraptor.

Para que lo sepan, el ozraptor es un dinosaurio terópodo abelisauroide que vivió en lo que hoy es Australia durante el periodo jurásico medio. Definitivamente no es algo que una mamá pueda comprar en una tienda de disfraces.

"Lo busqué en Google y nada", cuenta Alloway. "Hay dos imágenes de un ozraptor. Pero ella dijo que tenía que tener plumas de verdad, así que usé un montón de plumas; nadie sabía de qué era su disfraz, pero a ella no le importó".

La devoción de Erin por los dinosaurios comenzó después de que cumplió cuatro años. Alloway no recuerda qué la desencadenó, pero hoy, el lugar favorito de su hija es la enorme sección de dinosaurios de la biblioteca local. "Le encanta que parece interminable", explica Alloway. "Hay tanta información; le encantan los nombres largos de los dinosaurios y le encanta aprender sobre los diferentes periodos de la prehistoria. Es como si no pudiera dejar de aprender y siempre tiene más por aprender".

Y no es la única. Es casi una regla universal que a los niños les encanten los dinosaurios. Si cuando eras niño no estabas obsesionado con los dinosaurios, definitivamente conoces a alguien que sí.

Estos niños pueden recitar el nombre científico de docenas, si no es que de cientos de dinosaurios. Pueden decirte qué comían, cómo lucían y en dónde vivían. Conocen la diferencia entre los periodos mesozoico y cretácico.

El grado de dominio de un niño respecto al tema de los dinosaurios puede ser asombroso, particularmente si consideras que el adulto promedio puede decir el nombre de diez dinosaurios en promedio, en el mejor de los casos.

Los científicos llaman "intereses intensos" a las obsesiones como las de Erin. Los investigadores no saben exactamente qué los desencadena, aunque la mayoría de los padres pueden determinar con exactitud el momento o acontecimiento que desató el interés de su hijo. Casi un tercio de los niños tienen un interés como estos en algún momento, usualmente entre los dos y los seis años, aunque en algunos casos, el interés perdura algunos años más.

Aunque en algunos estudios se ha revelado que el interés intenso más común son los vehículos (aviones, trenes y coches), el siguiente interés más popular, por mucho, son los dinosaurios.

Tampoco es específico de una generación. La tierra perdida pudo haber inspirado el interés por los dinosaurios en la generación X y los niños de la década de 1990 pueden atribuirla a Parque Jurásico o a Pie Pequeño, pero la obsesión con todo lo que tenga que ver con los dinosaurios no es menos predominante ahora que cuando tú eras niño.

La única diferencia está en las cifras: tan solo en 2016 se descubrieron más de 30 dinosaurios, así que la lista de posibles favoritos es de más de 700.

El paleontólogo Kenneth Lacovara era un niño con un interés intenso por los dinosaurios que nunca menguó. En 2005 descubrió un dinosaurio herbívoro gigante en el sur de la Patagonia. Le puso el nombre de Dreadnoughtus a la bestia de más de dos pisos de alto y de un peso mayor al de un Boeing 737.

Actualmente, Lacovara dirige el Parque de Fósiles Jean y Ric Edelman de la Universidad de Rowan, Estados Unidos. Los padres que van de visita le dicen constantemente que sus hijos están locos por los dinosaurios.

"Los padres me dicen una y otra vez: '¡Se saben todos los nombres! No sé cómo recuerdan tantas cosas'", cuenta. Pero Lacovara sí sabe, o al menos tiene algunas teorías. "Creo que en el caso de muchos de estos niños, es su primera experiencia de dominio de un tema, de ser experto en algo y dominar algo que sus padres, su entrenador o su médico no sabe", explica. "Los hace sentir poderosos. Su papá puede nombrar a tres o cuatro dinosaurios y él o ella puede nombrar a 20, así que parece una auténtica autoridad".

Los intereses intensos ayudan mucho a incrementar la confianza de los niños, de acuerdo con Kelli Chen, psiquiatra y terapeuta ocupacional pediátrica de la Universidad Johns Hopkins.

También son particularmente benéficos para el desarrollo cognitivo. En un estudio de 2008 se determinó que los intereses intensos sostenidos, particularmente en un ámbito conceptual como los dinosaurios, pueden ayudar a los niños a desarrollar sus conocimientos y su persistencia, a tener una mejor capacidad de atención y a profundizar sus habilidades de procesamiento de información.

En pocas palabras, sirven para que los niños aprendan mejor y sean más listos. Décadas de investigaciones lo respaldan: en tres estudios diferentes se llegó a la conclusión de que los niños mayores, con intereses intensos, suelen tener una inteligencia superior al promedio. La obsesión con los dinosaurios puede entonces ser la forma en la que un niño aprende un tema nuevo de una forma que le parece familiar: divirtiéndose. "Hacer preguntas, encontrar las respuestas y ganar experiencia es el proceso de aprendizaje en general", explica Chen. "Explorar un tema y dominarlo es beneficioso porque así se forman las carreras de los adultos. La ocupación principal de un niño es jugar, así que llevan a cabo su labor de jugar a través de la lente de una cosa que les interesa aprender".

Probablemente no es coincidencia que el rango de edad en el que se desarrollan los intereses intensos se empalme con las edades en las que más se juega recurriendo a la imaginación (entre los tres y los cinco años). Michael Brydges, un analista de datos de 30 años que trabaja para el ayuntamiento de la ciudad de Nueva York, cuenta que se enamoró de los dinosaurios cuando estaba en primero de primaria.

Tras devorar cada libro sobre dinosaurios que había en la biblioteca de su escuela, escribió e ilustró sus propios libros. Para cuando llegó a segundo año, ya les decía a los adultos que quería ser paleontólogo. "Son unas cosas enormes que no podía creer que de verdad existieran", cuenta. "Quería sacarlas de la tierra y demostrarme que eran reales. Cuando eres niño eres muy pequeño y es aún más sobrecogedor pensar en un dinosaurio de diez metros de altura. Eran la cosa más asombrosa que podía imaginar".

Pero cuando entró a tercer año, su interés menguó. Eso también es común. En el caso de la mayoría de los niños, los intereses intensos son llamas intensas pero efímeras. En un estudio que se publicó en 2007, los investigadores que entrevistaron a los padres de 177 niños descubrieron que los intereses duraban solamente entre seis meses y tres años.

Hay varias razones por las que los niños dejan de interesarse en aprenderlo todo sobre un tema en particular; irónicamente, uno de ellos es la escuela. Conforme se sumergen en un entorno educativo tradicional, se espera que abarquen varios temas, lo que no deja mucho espacio para la especialización.

"No lo dejan rápido, no es como si dijeran: 'Oh, ahora odio a los dinosaurios'", explica Elizabeth Chatel, una terapeuta familiar de Connecticut, Estados Unidos. "Simplemente es que la vida se vuelve ajetreada y el mundo se abre, empiezan a tener otros intereses".

El que un interés intenso mengue también tiene un componente social importante, ya que los niños empiezan a interactuar con sus iguales a diario y se dan cuenta de que no a todo el mundo le interesan los dinosaurios todo el tiempo.

"Tal vez en casa se estuviera reforzando el interés y el ciclo de retroalimentación positiva empezaba con: 'Juanito sabe qué es un pterodáctilo, ¡Juanito es un genio!'. Cuando te halagan una y otra vez por tener información sobre un tema, estás a bordo de un tren sin escalas hacia la Tierra de los Dinosaurios", explica Chatel. "Pero entonces empieza la escuela y la retroalimentación positiva se centra en: 'Juanito jugó muy bien con los demás, Juanito compartió sus juguetes e hizo un amigo'".

Lacovara sabe que la mayoría de los niños a los que les interesan los dinosaurios no se volverán paleontólogos, aunque de adultos muchos tengan gratos recuerdos de su "fase de los dinosaurios". Pero en una TED Talk de 2016, así como en su libro Why Dinosaurs Matter, Lacovara argumenta que los dinosaurios son verdaderamente importantes, no solo para la gente que los desentierra.

"¿Quieres diseñar un sistema para mover cosas pesadas en terreno difícil? Los dinosaurios lo hicieron", escribió. "¿Quieres entender los sistemas de enfriamiento principalmente pasivos y eficientes? Los saurópodos eran expertos. ¿Te interesa el mejoramiento y la readaptación de la tecnología? Mira a los dinosaurios. Las plumas son un ejemplo maravilloso de exaptación, es decir, el proceso en el que un ser adquiere funciones para las que no estaba adaptado originalmente. Desde Da Vinci, y probablemente desde mucho antes, el vuelo autónomo ha fascinado a los humanos y no lo hemos logrado sustancialmente. Los dinosaurios lo lograron hace 150 millones de años".

Cada año, los científicos aprenden más y más acerca de los dinosaurios. Lacovara argumenta que este tesoro de información no puede llegar demasiado pronto. "La gente, incluso los paleontólogos, están más preocupados por el futuro que por el pasado", escribió. "Pero no tenemos acceso al futuro. No podemos hacer observaciones de él ni podemos hacer experimentos con él. Pero podemos aceptar el pasado. Puedes sostenerlo. Abrirlo como un cascarón. Ponerlo en un museo para que todos lo vean. Lo más importante es que el pasado es nuestra guía para el futuro".

La mayoría de las semanas, Lacovara invita a grupos de escuelas a visitar su parque de fósiles, una antigua cantera que espera que se vuelva sitio patrimonio de la Unesco porque sabe que lograr que los niños se ensucien cavando en busca de conchas fosilizadas puede dejarles una experiencia memorable.

El amor intenso por los dinosaurios puede ser una fase divertida pero temporal, o puede ayudar a que un científico en ciernes descubra, algún día, los secretos de la supervivencia.

Así que tu ozraptor es genial, niño. ¿Qué más sabes?

Europatitan eastwoodi, a new sauropod from the lower Cretaceous of Iberia in the initial radiation of somphospondylans in Laurasia

El estudio sobre Europatitan eastwoodi, publicado el pasado 27 de junio en la prestigiosa revista científica PeerJ por Fidel Torcida Fernández-Baldor​, José Ignacio Canudo, Pedro Huerta​, Miguel Moreno-Azanza y Diego Montero, ha sido el 5º más visitado online de su categoría (estudios sobre evolución) en todo el 2017.

Resulta difícil ese nivel de consulta en una revista de la categoría de PeerJ, en lo que sin duda concita la importancia de Europatitan dentro de la comunidad científica internacional.

Desde la Fundación para el Estudio de los Dinosaurios en Castilla y León nos congratula tan agradable noticia. Nuestra Fundación participó en la financiación de las campañas y en la preparación de los fósiles.

Muchas gracias tanto a Patronos como a Amigos de la Fundación Dinosaurios CyL por hacerlo posible y, sobre todo, a los autores de semejante estudio publicado.

viernes, 5 de enero de 2018

DINOCESTA NAVIDAD 2017/2018

Tras sorteo realizado en el Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes hoy, día 5 de enero de 2018, el NÚMERO PREMIADO de la Dinocesta ha sido el:


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¡Enhorabuena al/la ganador/a!

La era de los dinosaurios falsos

Desde que en las últimas décadas coleccionistas y museos pagan importantes sumas por ejemplares espectaculares han abundado las ventas, los expolios de yacimientos y lo peor de todo: las falsificaciones

Imagen de Ghedoghedo - CC BY-SA 3.0
Hace poco se publicó un nuevo dinosaurio bautizado Halszkaraptor con una combinación extraña de características: patas traseras fuertes y con grandes garras como las del afamado Velociraptor (conocido por su aterrador papel en Parque Jurásico), cabeza similar a la de un cisne y patas delanteras mitad aletas, mitad brazos; algo así como un cisne diabólico. La combinación generó sorpresa entre los especialistas por ser novedosa, aunque también cierta sospecha y algunas comprobaciones extra, porque el fósil de Halszkaraptor tieneuna historia complicada que hace temer que pudiera ser falso. En efecto: vivimos en una época en la que hasta los dinosaurios pueden ser de pega.

En ciertas zonas de China y Mongolia abundan los fósiles del final del Cretácico, una época fascinante por los dinosaurios que vivían entonces y, en especial, clave en la evolución temprana de las aves. Desde que en las últimas décadas coleccionistas y museos pagan importantes sumas por ejemplares espectaculares han abundado las ventas, los expolios de yacimientos sin permiso de las autoridades ni control geológico y lo peor de todo: las falsificaciones, algunas de sobresaliente calidad. Porque cuando hay dinero por medio, no hay respeto científico que valga. 

Se han detectado ejemplares fósiles de aves primitivas que resultaron estar formadas por restos de dos animales diferentes montados para que parecieran uno. Los falsificadores han aprendido a desmenuzar el sedimento que rodea a los fósiles reales para crear una especie de cemento que luego usan para disimular los detalles que podrían delatarles. En ocasiones, llegan a pulverizar hueso real para reconstruir piezas faltantes de un modo casi imposible de diferenciar de un fósil auténtico. Algunas de estas piezas truchas acaban llegando a manos de museos que las exponen pensando que son reales, o incluso confundiendo a científicos, que crean a partir de ellas nuevas especies y variedades de paleofauna. Y los expoliadores y artesanos que las fabrican cada vez son más hábiles en su actividad fraudulenta.

Esto no sólo ocurre allí: en ciertas zonas de Marruecos, es muy común encontrar a la venta trilobites como souvenirs, a veces construidos con piezas de varios fósiles diferentes manipuladas y reacondicionadas para parecer un único ejemplar. El comercio de fósiles tiene estas cosas: para empezar, un resto fósil extraído de su lugar de reposo pierde automáticamente gran parte de su valor al impedir el estudio de las circunstancias y el momento de su fosilización. Todo lo que es valioso se acaba falsificando y en el caso de los restos del pasado cuanto más raros, más caros son; científicos y museos tendrán que tener mucho cuidado, como parece ser han tenido en el caso de Halszkaraptor, del que no parece haber sospechas sobre su autenticidad aunque el historial de la pieza presente lagunas.

Con pelo y cejas naranjas: así era el "verdadero" tiranosaurio

Un documental de la BBC muestra al depredador como nunca antes se lo había visto. Mira las imágenes del adelanto…


Con un rugido lo suficientemente fuerte como para sacudir un bosque, y una piel verde y escamosa. Así se presentó durante mucho tiempo al 'Tyrannosaurus rex', probablemente el 'villano' más emblemático del mundo prehistórico.

Pero de acuerdo con un documental de la BBC, este dinosaurio era completamente diferente a la aterradora imagen que muestran numerosas películas, informa Daily Mail.

En lugar de ser un depredador aterrador y gruñón, en realidad sostienen que tenía mechones negros de plumas y brillantes cejas anaranjadas.

La nueva teoría sobre el 'Tyrannosaurus rex' es presentada en un documental de BBC2 conducido presentado por Chris Packham y llamado 'The Real T-Rex'. Según argumenta, varios paleontólogos afirman que "la ciencia primitiva y la cultura popular lo malinterpretaron".

Según ellos, este dinosaurio tenía mechones negros y erizados de plumas y marcas anaranjadas alrededor de sus ojos, mientras que su rugido representado con tanta habilidad dramática en el 'Parque Jurásico' de Steven Spielberg puede que nunca haya existido, dado que este depredador, el más grande del mundo prehistórico, emitía sonidos inaudibles.

A través del análisis de fósiles de huesos de dinosaurios, piel, dientes y musculatura, se revela que el animal puede haber tenido más en común con las aves que con los reptiles, incluidas las plumas y las marcas alrededor de los ojos, sugiere la profesora Julia Clarke de la Universidad de Texas, que participa en el documental.