El Museu Blau de Barcelona inaugura una exposición sobre el
dinosaurio carnívoro más grande del cretácico
Con 15 metros de longitud, Spinosaurus fue el dinosaurio
carnívoro más grande
y también el primero en adaptarse al medio acuático (Elsa
Velasco)
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El Spinosaurus fue retratado en la franquicia ‘Jurassic
Park’ como un gigante terrestre, un monstruo feroz capaz de enfrentarse a los
más grandes depredadores del cretácico. Ahora, el Museu Blau de Barcelona
inaugura una muestra que ofrece una imagen muy distinta de este carnívoro que
habitó la Tierra en el Cretácico, hace casi cien millones de años. Organizada
por la National Geographic Society y la Universidad de Chicago, la exposición
recoge los últimos hallazgos paleontológicos que han transformado la visión del
dinosaurio que se ha tenido en el último siglo.
En 2014 un grupo de paleontólogos de las universidades de
Chicago y Milán presentaron en la revista Science el resultado de analizar el
esqueleto de Spinosaurus más completo hasta la fecha. Su conclusión fue
rotunda: este dinosaurio no era el depredador bípedo terrestre que hasta el
momento se había pensado, sino que estaba adaptado a pasar la mayor parte del
tiempo en el agua y a duras penas podía sostenerse apoyándose sólo en sus patas
traseras.
Los investigadores elaboraron una reconstrucción del animal
basándose en todos los datos recabados hasta la fecha y descubrieron varias
pistas que les llevaron a formular una nueva hipótesis sobre su modo de vida.
Así, su mandíbula alargada, con dientes cónicos como los de un cocodrilo,
sugería que su alimento eran peces. El cráneo también reveló unas fosas nasales
situadas en la parte superior, lo que le habría permitido respirar cuando gran
parte de su cuerpo se encontrase sumergido en el agua. En definitiva, su modo
de vida habría sido muy parecido al de los cocodrilos actuales.
Pero la prueba más contundente fueron las extremidades
posteriores, más cortas de lo que se había pensado hasta el momento. Su cuerpo
y cuello alargados habrían desplazado el centro de gravedad del animal hacia
delante y eso le habría forzado a caminar a cuatro patas. “Esta reconstrucción
de Spinosaurus lo presenta como el primer dinosaurio carnívoro cuadrúpedo”,
apunta Àngel Galobart, del Institut Català de Paleontologia (ICP).
Reconstrucción a tamaño real de Spinosaurus, expuesta en la
plaça
del Fòrum, delante del Museu Blau, en Barcelona (Josep Maria de Llobet)
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Dado el cambio que suponía respecto al modelo anterior, el
nuevo Spinosaurus generó cierta controversia en el momento de la publicación de
los datos. “Siempre hay controversias en paleontología, porque tenemos restos
parciales. Aunque no haya acuerdo total, la conclusión de este trabajo es
perfectamente válida”, declara Vicent Vicedo, conservador de paleontología del
Museu de Ciències Naturals de Barcelona, del que forma parte el Museu Blau. “La
interpretación se pone en duda porque es un animal muy extraño”, explica
Galobart. “Es una hipótesis muy interesante para la paleontología, pero
evidentemente siempre quedarán dudas hasta encontrar nuevos esqueletos”.
Un siglo tras la pista del depredador
El descubrimiento de los primeros restos de Spinosaurus se
remontan a la década de 1910, durante las expediciones del aristócrata alemán
Ernst Stromer. Sin embargo, durante la II Guerra Mundial, un bombardeo aliado
sobre la ciudad de Múnich, donde se exhibían los fósiles, los redujo a cenizas.
Desde entonces, el conocimiento sobre esta especie de
dinosaurio se basó en las pocas notas y fotografías conservadas por Stromer y
en algunos restos dispersos. Hasta que, cien años después del primer
descubrimiento, una casualidad tras otra llevó a descubrir el esqueleto de
Spinosaurus más completo hasta la fecha.
En 2008, el investigador Nazir Ibrahim, autor principal del
artículo del 2014 en Science, compró unos fósiles de origen incierto en
Marruecos. No les dio gran importancia hasta que un año más tarde, al
contemplar unos restos de Spinosaurus del Museo de Historia Natural de Milán,
intuyó que podrían pertenecer al mismo esqueleto. De confirmarse, sería la
mayor oportunidad de la paleontología para estudiar el misterioso gigante desde
la época de Stromer.
Reproducción a tamaño real del Spinosaurus, el dinosaurio
carnívoro más grande
de la Tierra, que vivió hace 95 millones de años, medía 15
metros de largo y
pesaba 6,8 toneladas. (Toni Albir / EFE)
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Decidido a resolver el enigma, Ibrahim regresó a Marruecos
en 2013 y rastreó los mercados de venta de fósiles hasta dar con el hombre que
le había vendido aquellos restos cinco años atrás.La insistencia de Ibrahim
logró convencer al vendedor para que lo llevara al yacimiento donde los había
encontrado. El análisis del terreno demostró que aquel era también el origen de
los huesos de Milán. Ése fue el punto de inflexión que desencadenó un cambio
radical en la concepción que se tenía de Spinosaurus.
La exposición ‘Spinosaurus, el gegant perdut del Cretaci’
permanecerá en Barcelona hasta el 26 de marzo de 2017. En ella los visitantes
podrán contemplar reproducciones a tamaño real del esqueleto y de otros
dinosaurios que poblaban un delta fluvial en lo que ahora es el norte de
África, además de fósiles originales. También encontrarán la historia del
descubrimiento de este coloso, narrada en detalle, y una muestra de las nuevas
tecnologías aplicadas en paleontología.
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