Ilustración: Dr. Mark Witton |
La imagen recreada a partir de sus restos fósiles es tan
adorable que resulta difícil de creer, pero es lo que sabemos hasta ahora de
una nueva especie de dinosaurio volador. Sus restos fósiles han aparecido en
una isla cerca de Vancouver, en la Columbia Británica.
Los pterosaurios y otros dinosaurios voladores tenían huesos
huecos, como las aves, para aligerar su peso en el aire. Esa ventaja evolutiva
supone todo un problema para los paleontólogos, porque es difícil encontrar
restos fósiles en buen estado con esos huesos tan quebradizos. De vez en
cuando, la naturaleza regala a los científicos un yacimiento en condiciones de
conservación especialmente buenas, y eso es precisamente lo que ha encontrado
la doctora Elizabeth Martin-Silverstone, de la Universidad de Southampton. Los
resultados de su investigación acaban de pulicarse en la revista Royal SocietyOpen Science.
Quetzalcoatlus Northtropi, un pariente enorme del pequeñín
descubierto hoy.
Imagen: Wikimedia Commons
|
Los fósiles analizados por Martin-Silverstone y su equipo
pertenecen a una nueva especie perteneciente a la rama de los Azhdarchidae, una
familia de pterosaurios del periodo cretácico (hace alrededor de 77 millones de
años). Algunas de las especies de esta rama de dinosaurios eran gigantes de 12
metros de envergadura como el Quetzalcoatlus Northtropi (sobre estas líneas).
El dinosaurio descubierto hoy es mucho más pequeño, con apenas metro y medio de
envergadura (de una punta de ala a la otra), lo que se traduce en un tamaño no
mucho más grande que el de un gato doméstico.
Ilustración: Dr. Mark Witton |
La nueva especie, que aún no tiene nombre, comparte los
descomunales picos huecos del resto de los Azhdarchidae, lo que sugiere que
quizá se trataba de dinosaurios voladores que evolucionaron para la vida en
tierra sosteniéndose sobre las alas como si fueran patas.
De momento, la calidad de los fósiles hallados en la
excavación servirá para arrojar más luz sobre esta familia de pterosaurios. Si
necesitan más fondos, solo tienen que meter en Kickstarter un peluche basado en
este encantador dinosaurio de bolsillo. Yo me apunto. [Royal Society OpenScience vía Motherboard]
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