Paleontólogos han presentado una pata de un dinosaurio --excavada en en Dakota del Norte-- que murió por el cataclismo del asteroide que impactó contra la Tierra y acabó con estos animales.
Imagen de la extremidad de dinosaurio excavada en Dakota del Norte - BBC |
En el yacimiento, denominado Tanis, también se han
encontrado fósiles de otros animales que respiraron los escombros del impacto
mientras llovían del cielo.
Se incluyen una tortuga fósil que fue ensartada con una
estaca de madera; los restos de pequeños mamíferos y las madrigueras que
hicieron; piel de un triceratops con cuernos; el embrión de un pterosaurio
volador dentro de su huevo; y lo que parece ser un fragmento del propio
impactador de asteroides.
"Tenemos tantos detalles con este sitio que nos dicen
lo que sucedió momento a momento, es casi como verlo en las películas. Miras la
columna de roca, miras los fósiles allí, y te trae de vuelta hasta ese
día", dice a la BBC Robert DePalma, estudiante graduado de la Universidad
de Manchester, Reino Unido, que dirige la excavación de Tanis.
Ahora se acepta ampliamente que una roca espacial de
aproximadamente 12 km de ancho golpeó nuestro planeta para causar la última
extinción masiva. El sitio de impacto ha sido identificado en el Golfo de
México, frente a la península de Yucatán. Eso está a unos 3.000 km de Tanis,
pero tal fue la energía impartida en el evento que su devastación se sintió por
todas partes.
Los restos de animales y plantas de Tanis parecen haber sido
arrollados en un vertedero de sedimentos por olas de agua de río provocadas por
inimaginables temblores de tierra. Los organismos acuáticos se mezclan con las
criaturas terrestres.
El esturión y el pez espátula en esta maraña de fósiles son
clave. Tienen pequeñas partículas atrapadas en sus branquias. Estas son las
esferas de roca fundida expulsadas por el impacto que luego cayeron por todo el
planeta. Los peces habrían respirado las partículas cuando entraron al río.
Las esférulas se han relacionado químicamente y por datación
radiométrica con el lugar del impacto en México, y en dos de las partículas
recuperadas de resina de árbol conservada también hay pequeñas inclusiones que
implican un origen extraterrestre.
"Cuando notamos que había inclusiones dentro de estas
pequeñas esferas de vidrio, las analizamos químicamente en el sincrotrón de
rayos X Diamond cerca de Oxford", explica el profesor Phil Manning,
supervisor de doctorado de DePalma en Manchester.
"Pudimos separar la química e identificar la
composición de ese material. Toda la evidencia, todos los datos químicos de ese
estudio sugieren fuertemente que estamos viendo una parte del impactador; del
asteroide que acabó los dinosaurios”.
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