Si bien tenemos muy presente ese viejo adagio que afirma que
“en época de cambio, no hacer mudanza”, desde hace varios meses el CAS había
previsto continuar con el proyecto de intercambio científico y de divulgación
del patrimonio paleontológico, con el fin de aprovechar eso que se puso de
moda, las sinergias, en relación con distintos museos y centros de
investigación de Argentina. La situación económica en la que ha derivado España
y el hecho del rigor climatológico del invierno austral no han contribuido a
las mejores circunstancias. Sin embargo, gracias al esfuerzo decidido y
destacable de la Fundación
para el Estudio de los Dinosaurios en Castilla y León se ha podido
financiar una parte del viaje. El agradecimiento a esta institución, por tanto,
es una de las primeras anotaciones que debemos apuntar.
El Demandasaurus,
una vez presentado, había comenzado a suscitar interés allende nuestras
fronteras, y es preciso acotar, en la medida de lo posible, los vínculos con
sus parientes argentinos. El trabajo sigue dando sus frutos.
Hemos llegado a Trelew, en la provincia patagónica de
Chubut. El aeropuerto recibe al viajero con una muestra de fósiles y dioramas
de troncos, piñas, dinosaurios y fauna de diferentes edades geológicas: ello
muestra, de primeras, la riqueza paleontológica que alberga este territorio. El
Museo de la Fundación Egidio Feruglio (MEF)
se ha convertido en uno de los más interesantes y visitados de Argentina.
Destaca en su organización y gestión, la colaboración de hecho de una
institución privada, la municipalidad o ayuntamiento de Trelew, la secretaría
de cultura de la provincia y el CONICET, una institución de carácter científico
financiada a través de los presupuestos del Estado argentino. La Fundación Egidio
Feruglio es conocida en varios continentes por organizar espectaculares
exposiciones de dinosaurios que van girando en museos y centros
internacionales. En Trelew, todo el mundo es consciente de que es el
dinamizador turístico por excelencia: el taxista que nos condujo desde el
aeropuerto hasta el hotel nos preguntó nada más entrar en el vehículo si íbamos
a visitar el Museo; pero es que la mayoría de visitantes de Trelew se acercan a
esta ciudad para ver el MEF El aprovechamiento, mutatis mutandis, de este tipo
de correspondencias ha de ser muy productivo para el ejemplo de Salas de los
Infantes.
En el Museo, las jornadas de trabajo se han centrado en el
estudio minucioso de vértebras y restos diversos del Brachytrachelopan mesai, un
dinosaurio saurópodo dicreosáurido que puede completar
algunos aspectos de la evolución de nuestro Demandasaurus;
también hemos podido estudiar el titanosaurio Chubutisaurus y el neosaurópodo Tehuelchesaurus. Estos dos últimos dinosaurios son estudiados por
José Luis Carballido en su tesis doctoral. José Luis nos ha recibido y tratado
fenomenal, y esperamos haber estado a su altura cuando visitó el Museo de Salas
hace más de un año. Además de José Luis, ha sido muy agradable el trato con
Pablo Puerta, Santi, Eduardo, que nos han enseñado parte de los “secretos” del
MEF, que para los paleontólogos argentinos sirve como modelo a imitar. Dado que
el tiempo es más que fresco y que hace bastante viento, el museo ha albergado,
junto a miles de piezas, estupendamente organizadas en el almacén y el taller
de restauración, las sesiones de trabajado estudio y comparaciones de piezas.
P.D.: En la próxima crónica hablaremos del centenario hotel
en el que nos alojamos y del soprendente paso de Butch Casidy, tras ser uno de
los forajidos buscados en el salvaje oeste, además de Antoine de Sant Exupery,
autor de El principito, o Vuelo nocturno.
Foto: C.A.S.
1 comentario:
Me gustaría saber como se manejan con el tema de las visitas al museo?
Ya que vendrá unos días mi primo de Mexico a quedarse en mi departamento que alquilo en buenos aires y me gustaría llevarlo ya que por lo que veo aquí seguramente le va a interesar
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