jueves, 19 de julio de 2012

El CAS viaja a Argentina: Hoy el Museo de la Fundación Egidio Feruglio


Si bien tenemos muy presente ese viejo adagio que afirma que “en época de cambio, no hacer mudanza”, desde hace varios meses el CAS había previsto continuar con el proyecto de intercambio científico y de divulgación del patrimonio paleontológico, con el fin de aprovechar eso que se puso de moda, las sinergias, en relación con distintos museos y centros de investigación de Argentina. La situación económica en la que ha derivado España y el hecho del rigor climatológico del invierno austral no han contribuido a las mejores circunstancias. Sin embargo, gracias al esfuerzo decidido y destacable de la Fundación para el Estudio de los Dinosaurios en Castilla y León se ha podido financiar una parte del viaje. El agradecimiento a esta institución, por tanto, es una de las primeras anotaciones que debemos apuntar.

El Demandasaurus, una vez presentado, había comenzado a suscitar interés allende nuestras fronteras, y es preciso acotar, en la medida de lo posible, los vínculos con sus parientes argentinos. El trabajo sigue dando sus frutos.

Hemos llegado a Trelew, en la provincia patagónica de Chubut. El aeropuerto recibe al viajero con una muestra de fósiles y dioramas de troncos, piñas, dinosaurios y fauna de diferentes edades geológicas: ello muestra, de primeras, la riqueza paleontológica que alberga este territorio. El Museo de la Fundación Egidio Feruglio (MEF) se ha convertido en uno de los más interesantes y visitados de Argentina. Destaca en su organización y gestión, la colaboración de hecho de una institución privada, la municipalidad o ayuntamiento de Trelew, la secretaría de cultura de la provincia y el CONICET, una institución de carácter científico financiada a través de los presupuestos del Estado argentino. La Fundación Egidio Feruglio es conocida en varios continentes por organizar espectaculares exposiciones de dinosaurios que van girando en museos y centros internacionales. En Trelew, todo el mundo es consciente de que es el dinamizador turístico por excelencia: el taxista que nos condujo desde el aeropuerto hasta el hotel nos preguntó nada más entrar en el vehículo si íbamos a visitar el Museo; pero es que la mayoría de visitantes de Trelew se acercan a esta ciudad para ver el MEF El aprovechamiento, mutatis mutandis, de este tipo de correspondencias ha de ser muy productivo para el ejemplo de Salas de los Infantes.

En el Museo, las jornadas de trabajo se han centrado en el estudio minucioso de vértebras y restos diversos del Brachytrachelopan mesai, un dinosaurio saurópodo dicreosáurido que puede completar algunos aspectos de la evolución de nuestro Demandasaurus; también hemos podido estudiar el titanosaurio Chubutisaurus y el neosaurópodo Tehuelchesaurus. Estos dos últimos dinosaurios son estudiados por José Luis Carballido en su tesis doctoral. José Luis nos ha recibido y tratado fenomenal, y esperamos haber estado a su altura cuando visitó el Museo de Salas hace más de un año. Además de José Luis, ha sido muy agradable el trato con Pablo Puerta, Santi, Eduardo, que nos han enseñado parte de los “secretos” del MEF, que para los paleontólogos argentinos sirve como modelo a imitar. Dado que el tiempo es más que fresco y que hace bastante viento, el museo ha albergado, junto a miles de piezas, estupendamente organizadas en el almacén y el taller de restauración, las sesiones de trabajado estudio y comparaciones de piezas.

P.D.: En la próxima crónica hablaremos del centenario hotel en el que nos alojamos y del soprendente paso de Butch Casidy, tras ser uno de los forajidos buscados en el salvaje oeste, además de Antoine de Sant Exupery, autor de El principito, o Vuelo nocturno.


Foto: C.A.S.

1 comentario:

Vero dijo...

Me gustaría saber como se manejan con el tema de las visitas al museo?
Ya que vendrá unos días mi primo de Mexico a quedarse en mi departamento que alquilo en buenos aires y me gustaría llevarlo ya que por lo que veo aquí seguramente le va a interesar