A diferencia de los delfines y las ballenas, el origen de la familia de las vacas marinas sigue sin estar claro. Comparten un ancestro con los elefantes y se cree que sus parientes más antiguos eran animales terrestres que paulatinamente fueron adaptándose a la vida acuática.
El hallazgo de los restos de un cráneo en Túnez ha aportado nuevos datos sobre el origen de grandes mamíferos marinos como los manatíes y los dugongos.
Según sugiere un estudio publicado esta semana en PLOS ONE, las primeras vacas marinas se originaron en África y vivían en lagos o ríos, no en el mar.
El fósil fue desenterrado en octubre de 2008 por un equipo de paleontólogos del Instituto de Ciencias de la Evolución de la Universidad de Montpellier (Francia) y geólogos de la Oficina Nacional de minas de Túnez. Tiene una antigüedad de 48 millones de años.
El nuevo espécimen descrito en este artículo probablemente era un animal con un peso de unos 40 o 50 kilogramos, lo que lo convierte en la vaca marina más pequeña descubierta hasta ahora.
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