Patagonia argentina |
El paso del periodo Jurásico, en el que reinaban los grandes dinosaurios, al
Cretácico, que culminó con su extinción, ocurrió hace 140 millones de años, cinco
millones después del límite aceptado internacionalmente, según un estudio
encabezado por científicos argentinos.
La investigación, publicada en la revista "Gondwana Research", fue realizada por integrantes del
Instituto de Estudios Andinos Don Pablo Groeber en la cuenca neuquina, en el oeste de Argentina, donde se encuentra la
mayor reserva de hidrocarburos no convencionales del país.
"Al principio no pensábamos
que era tanta la diferencia", dijo a Efe Maximiliano Naipauer, uno de los
científicos que participó en la investigación, al recordar los primeros
estudios geocronológicos en los que detectaron discrepancias con la medición
internacional.
Sin embargo, el análisis de las
cenizas volcánicas enviadas a la Universidad de Brasilia y a la de Ginebra
(Suiza) arrojó un resultado distinto al obtenido en estudios previos realizados
en el extinto mar de Tetis, que cubría parte del continente europeo cuando éste
aún no tenía su forma actual.
Las capas de sedimentos
estudiadas en el mar de Tetis tienen decenas de metros de espesor, mientras que
en la cordillera de los Andes "los espesores van entre cientos y miles de
metros", comparó Naipauer.
El científico señaló otra
característica excepcional del estudio realizado en la cuenca neuquina: la
posibilidad de analizar cenizas volcánicas junto a fósiles marinos.
En nuestro planeta, hace 140
millones de años, "el océano Pacífico llegaba a lo que hoy es el sur de la
provincia de Mendoza y la provincia de Neuquén, donde se formaba una gran
bahía", describió Naipauer.
"No existía la cordillera de
los Andes como la conocemos ahora, pero sí que había volcanes y estos arrojaban
cenizas que caían al mar y se depositaban intercalándose en depósitos marinos.
Estas son las que logramos sacar", agregó.
"No ocurrió lo mismo en el
hemisferio Norte", remarcó.
Las cenizas volcánicas contienen
circones, unos cristales translúcidos microscópicos que poseen elementos
radioactivos, como el uranio.
Al estudiar la composición de los isótopos de estos cristales es
posible conocer la fecha en que se formaron las rocas que los albergan con un
margen de error de 30.000 años, considerado muy pequeño por los
especialistas.
"Los fósiles nos dan una
edad relativa, pero no absoluta", distinguió el geólogo.
Según Naipauer, el hallazgo no
tiene una relación directa con la exploración hidrocarburífera que se
desarrolla en el área estudiada, Vaca Muerta, que contiene reservas estimadas
de más de 22.000 millones de barriles equivalentes de petróleo y unos 800
billones de pies cúbicos de gas.
Aún así, los científicos confían
en que la investigación arroje luz sobre la edad de esta formación de
hidrocarburos no convencionales y su capacidad generadora.
Naipauer sostuvo que en el último
siglo la mayoría de los estudios para medir los límites cronológicos se han
hecho en el hemisferio Norte y el trabajo argentino, que pone en entredicho uno
de ellos, "no fue fácil de publicar" en una revista especializada.
Aún así, el geólogo admite que
sus conclusiones están lejos de ser definitivas y son necesarios nuevos
estudios, para los que ya se encuentran trabajando junto a colegas de la
Universidad de Brasilia y del estadounidense Massachussets Institute of Technology
(MIT).
(Agencia EFE)
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