En su octava edición, el festival no convencional de música
tradicional Demandafolk sigue creciendo y poniendo de manifiesto que es algo
más que certamen musical para convertirse en un proyecto cultural y ambiental
modélico, como lo avalan los premios recibidos. Este año se celebrará los días,
uno, dos y tres de agosto, como siempre, en la localidad de Tolbaños de Arriba,
donde se espera la llegada de unos 5.000 visitantes.
Una señal del que este festival, organizado por la
Asociación ‘Que la Sierra Baile’ y la junta vecinal de Tolbaños, sigue creciendo es la incorporación
de nuevas actividades a las ya conocidas
de ediciones anteriores, como por ejemplo la realización de un taller de
observación de estrellas o la participación, por primera vez, del Museo de los Dinosaurios de Salas de los Infantes
que además de mostrar algunas piezas de la última especie descubierta en la
zona y realizarán un taller de excavación. A estas actividades hay que
añadir las ya tradicionales, como el paseo Pelendón, la pingada del mayo, el
taller de pelota a mano, los mercados de viandas y artesanía o la carrera por
la montaña, además de las citas con la rica gastronomía de la Sierra de la
Demanda.
Por lo que respecta a los grupos que participarán en el
festival, los organizadores también ha hecho un esfuerzo para estén los
zamoranos de Ringorrango, La Ronda de Boltaña (Huesca), BOC (Islas Baleares),
Sigelpa (Barcelona) o los ‘locales’ la Toba.
Consumo mínimo.
Para esta edición, como han descendido las aportaciones de
los patrocinadores y el presupuesto rondará los 60.000 euros, los organizadores
han establecido un consumo mínimo de cinco euros por acampado o furgonetero
mayor de 14 años. Cuando lleguen al recinto del festival cambiarán los cinco
euros por ‘demandines’, que luego podrán gastar en las barras o en
merchandising. Además, los coches en los que viajen menos de tres personas
abonarán cinco euros a la entrada del parking.
Este año, la organización colabora con el Banco de Alimentos
y por ello solicita a las personas que acuden al festival que lo hagan con un
kilo de azúcar, producto del que tienen carencia.
DiegoSerrano y César Martín, directores del festival,
destacaron la rentabilidad económica que este evento tienen para la Sierra y su
rentabilidad ambiental, una de las señas de identidad del mismo, como puso de
manifiesto Roberto Lozano, de la
FundaciónOxígeno, quien afirmó que es un ejemplo de evento «sostenible». David
Segura, alcalde pedáneo de Tolbaños de Arriba, agradeció la colaboración del
centenar de voluntarios que colabora y el «respeto» de todos por la naturaleza.
Fuente: Diario de Burgos
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