sábado, 28 de marzo de 2015

Saurópodos de Aragón, descomunales colosos más vivos que nunca


Rafael Royo Torres Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis 


Los dinosaurios despiertan pasiones entre público de todas las edades por su singularidad, la curiosidad que generan y el hecho de proceder de una época tan lejana. En Aragón se dan condiciones idóneas para el hallazgo de este tipo de fósiles. Algunas especies llevan incluso la palabra Aragón o la de ciertas localidades aragonesas en su nombre. El tamaño de los saurópodos, los más grandes entre los grandes animales terrestres, sobrecoge.

Esqueleto a tamaño natural del Turiasaurus
riodevensis, en la sede de Dinópolis en Riodeva.
El hallazgo de un fósil siempre representa un dato del pasado. Su estudio permite conocer animales que vivieron hace millones de años y responder a preguntas sobre la vida en la Tierra antes del ser humano. Entre los fósiles que despiertan un elevado interés entre niños, adultos y la sociedad en general tenemos a los dinosaurios. Las múltiples exposiciones, películas, comics, mascotas, etc. son prueba de la expectación que generan. Hoy en día están por todas partes, se diría que más vivos que nunca.

Llegados a este punto, cabe preguntarse: ¿por qué entusiasman tanto? Se pueden aprovechar algunos ejemplares hallados en Aragón para responder a esta pregunta: son diferentes, generan curiosidad y proporcionan sensaciones de otro mundo. La presencia de este tipo de restos fósiles en nuestras montañas se debe a que tenemos capas sedimentarias del Mesozoico (era en la que vivieron los dinosaurios) y de origen continental (lagos, ríos y deltas), requisitos necesarios para poder encontrar huesos, huellas y huevos de dinosaurios. Nuestra región destaca por ser pionera: en 1987 se definió la primera especie de España, hallada en Galve (Teruel), bautizada con el nombre de Aragón: Aragosaurus ischiaticus. Midió unos 17 metros pero no es uno de los mayores. Procedente de la localidad de Riodeva, se ha descrito el descomunal Turiasaurus riodevensis, con un húmero del tamaño de un hombre (1,8 metros de altura) y hasta la fecha el dinosaurio más grande de Europa, llegando a medir 26 metros de largo.

Si no se hubieran hallado, nadie habría imaginado a los dinosaurios saurópodos: seres gigantescos, cuadrúpedos, con patas como columnas y cuellos y colas disparatados acompañados de cabezas diminutas. Cuando uno se sitúa debajo de sus patas, es inevitable imaginar su movimiento haciendo temblar la tierra con cada paso.

Terminamos esta referencia a los gigantes de Aragón con otro saurópodo procedente de la localidad de Peñarroya de Tastavins: Tastavinsaurus sanzi. Tiene el mérito de ser el único montaje completo de un dinosaurio español. Con más de 16 metros de largo e incorporado sobre sus patas traseras, nos hace sentir realmente pequeños. Hasta la fecha, ningún otro animal terrestre ha superado en dimensiones a los saurópodos. Recomendamos que no dejen de conocerlos, no les defraudaran y compartirán la fascinación por los dinosaurios.

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