El descubrimiento sugiere que el pequeño dinosaurio,
perteneciente al período Jurásico en la Patagonia, devoró las semillas en vez
de tomarse el tiempo necesario para masticarlas.
SALGADO ET AL., 2017
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Un reciente descubrimiento del período Jurásico en la
Patagonia muestra ahora la última comida de un dinosaurio, fosilizada en sus
entrañas. El hallazgo corresponde a una nueva especie de dinosaurio, llamada
Isaberrysaura mollensis, y proviene de uno de los principales grupos de
dinosaurios llamados Ornithischia - los lagartos con forma de pájaro, (no el
linaje de dinosaurios que llevó a las aves). El herbívoro de 5-6 metros de
largo habitaba los deltas de la hoy provincia de Neuquén, en Argentina, en la primera
parte del Jurásico.
El nuevo dinosaurio se parece un poco a un estegosauro
temprano, pero el análisis extenso de su anatomía muestra su más estrechamente
relacionado con los antepasados tempranos de dinosaurios tales como Iguanodon e
Hypsilophodon. Lo más especial de este descubrimiento, sin embargo, es que
parte de su última comida se conserva todavía después de 180 millones de años
en el espacio donde antes estaba su tripa, un órgano que hace mucho tiempo ha
desaparecido.
El nombre Isaberrysaura no tiene nada que ver con las bayas,
pero es en honor de Isabel Valdivia Berry, que fue la primera en reportar el
descubrimiento en 2009. Las semillas han sido permineralizadas, lo que
significa que han sido reemplazadas por minerales duros que permitieron su
preservación durante millones de años. Algunas de las semillas todavía estaban
en gran parte completas, lo cual sugiere que el pequeño dinosaurio hambriento
las devoró (¿es la primera vez que se "engulló" alguna vez en un
papel de investigación de dinosaurio?), en lugar de tomarse el tiempo para
masticarlas.
Estas semillas endurecidas probablemente habrían pasado a
través de los tractos digestivos del dinosaurio, para ser 'expulsadas' como
granos de semilla, lo que significa que aún habrían sido capaces de germinar.
Los dientes de Isaberrysaura parecen haber sido bastante pobres en el
procesamiento de alimentos, especialmente en comparación con sus primos
hadrosauros posteriores y sus inmensas "baterías dentales" para moler
la materia vegetal en el olvido, lo que ayuda a explicar por qué las semillas
se conservan en tan buenas condiciones.
Los investigadores identificaron estas semillas como
pertenecientes a un tipo antiguo de cícada, así como de otras plantas. Según la
investigación, comentada en PLOS Blogs, esto es interesante, ya que muestra que
algunos dinosaurios, al igual que los mamíferos modernos, podrían haber sido
importantes para ayudar a dispersar las semillas de plantas a lo largo de los
paisajes.
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