Más de un siglo de teoría sobre la historia evolutiva de los
dinosaurios cambia completamente tras nuevas investigaciones de de la
Universidad de Cambridge y el Museo de Historia Natural de Londres.
Su trabajo, publicado en Nature sugiere que los grupos
familiares necesitan reordenarse, redefinirse y renombrarse, además de que los
dinosaurios pueden haberse originado en el hemisferio norte más que el sur,
como se creía hasta ahora.
BARON ET AL./NATURE
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Durante 130 años, los paleontólogos han estado trabajando
con un sistema de clasificación en el que las especies de dinosaurios se han
colocado en dos categorías distintas: 'Ornithischia' y 'Saurischia'. Pero
ahora, después de un cuidadoso análisis de docenas de esqueletos fósiles y
decenas de miles de características anatómicas, los investigadores han llegado
a la conclusión de que estos grupos familiares largamente aceptados pueden
estar equivocados y que los nombres tradicionales necesitan ser completamente
cambiados.
La clasificación de los dinosaurios se remonta a la época
victoriana. Los dinosaurios fueron reconocidos por primera vez como un grupo
único de reptiles fósiles en 1842 como resultado del trabajo del anatomista
Richard Owen, quien más tarde fue a fundar el Museo de Historia Natural en
Londres. Durante las décadas siguientes, varias especies fueron nombradas a
medida que se encontraban e identificaba más y más fósiles. Durante la segunda
mitad del siglo XIX se comprendió que los dinosaurios eran anatómicamente
diversos y se trató de clasificarlos en grupos que compartían características
particulares.
Fue Harry Govier Seeley, un paleontólogo formado en
Cambridge bajo el renombrado geólogo Adam Sedgwick, quien determinó que los
dinosaurios se podían clasificar perfectamente en dos grupos distintos, o
clados; 'Saurischia' u 'Ornithischia'. Esta clasificación se basó en la
disposición de los huesos de la cadera de las criaturas y en particular si
mostraban un patrón parecido a un lagarto ('Saurischia') o un pájaro
('Ornithischia').
A medida que se describían más dinosaurios, quedó claro que
había tres linajes distintos; 'Ornithischia', 'Sauropodomorpha' y 'Theropoda'.
En 1887, Seeley colocó los 'Sauropodomorpha' (que incluían los grandes
dinosaurios "clásicos" como 'Diplodocus' y 'Brontosaurus') junto con
los 'Theropoda' (entre los que estaba el 'T. Rex'), en el 'Saurischia'. Al
principio se pensó que los 'Ornithischia' y 'Saurischia' no estaban
relacionados, cada uno teniendo un diverso sistema de antepasados, pero un
estudio más tardío demostró que todos evolucionaron de un solo antepasado
común.
LOS DINOSAURIOS SURGIERON EN AMBOS HEMISFERIOS
Este nuevo análisis de los dinosaurios y sus parientes
cercanos concluye que los 'Ornithischia' necesitan ser agrupados con los
terópodos, con exclusión de los 'Sauropodomorpha'. Durante mucho tiempo se sabe
que los pájaros (obviamente con sus caderas similares a las de los pájaros)
evolucionaron de dinosaurios 'Theropoda' (con sus caderas como las de los
lagartos). Sin embargo, el reagrupamiento de los dinosaurios propuesto en este
trabajo demuestra que tanto los 'Ornithischia' los 'Theropoda' tenían potencial
para desarrollar una disposición de la cadera como la de las aves, como
hicieron diversas veces en su historia.
"Cuando comenzamos nuestro análisis, nos desconcertó
por qué algunos 'Ornithischia' antiguos parecían anatómicamente similares a los
'Theropoda'. Nuestro estudio reciente sugirió que estos dos grupos eran en
realidad parte del mismo clado. Esta conclusión llegó como un gran bombazo, ya
que iba en contra de todo lo que habíamos aprendido", explica el autor
principal del análisis, Matthew Baron, del Departamento de Ciencias de la
Tierra de la Universidad de Cambridge.
"Los 'Theropoda' carnívoros estaban más estrechamente
relacionados con los 'Ornithischia' herbívoros y, además, algunos animales,
como el 'Diplodocus', quedarían fuera del grupo tradicional que llamábamos
dinosaurios, lo que significaba que tendríamos que cambiar la definición de
'dinosaurio' para asegurarnos de que, en el futuro, el 'Diplodocus' y sus parientes
cercanos puedan clasificarse como dinosaurios”, añade.
El grupo revisado de 'Ornithischia' y 'Theropoda' se ha
llamado 'Ornithoscelida', reviviendo un nombre acuñado originalmente por el
biólogo evolutivo Thomas Henry Huxley en 1870. El coautor David Norman, de la
Universidad de Cambridge, dice: "Las repercusiones de esta investigación
son sorprendentes y profundas: los dinosaurios aves, que a menudo se
consideraban que tenían nombres paradójicos porque parecían no tener nada que
ver con los orígenes de las aves, ahora están firmemente unidos a la
ascendencia de las aves vivas”.
Y añade: "Durante 130 años, los paleontólogos han
considerado la filogenia de los dinosaurios de cierta manera. Nuestra
investigación indica que necesitan volver a mirar la historia evolutiva de
estas criaturas. Esto es simplemente ciencia en acción. Se sacan conclusiones
de un cuerpo de evidencia y luego nuevos datos o teorías se presentan y
repentinamente hay que reconsiderar y adaptar el pensamiento. Todos los libros
de texto principales que cubran el tema de la evolución de los vertebrados
necesitarán reescribirse si nuestra sugerencia sobrevive al escrutinio
académico".
Mientras analizó el árbol de la familia de los dinosaurios,
el equipo llegó a otra conclusión inesperada. Durante muchos años, se pensó que
los dinosaurios se originaron en el hemisferio sur en el antiguo continente
conocido como Gondwana porque los fósiles de dinosaurios más antiguos han sido
recuperados de América del Sur, sugiriendo que los dinosaurios más antiguos se
originaron allí. Pero como resultado de un reexamen de los taxones clave, ahora
se cree que pudieron surgir con la misma facilidad en la masa terrestre del
norte conocida como Laurasia, aunque hay que recordar que los continentes
estaban mucho más juntos en este momento.
Otro de los investigadores que participaron en este trabajo,
el profesor Paul Barrett, del Museo de Historia Natural, concluye: "Este
estudio rediseña radicalmente el árbol genealógico de dinosaurios,
proporcionando un nuevo marco para desentrañar la evolución de sus
características clave, la biología y la distribución a través del tiempo. Si
estamos en lo cierto, se explican muchas inconsistencias previas existentes en
nuestro conocimiento de la anatomía y las relaciones de los dinosaurios y
también pone de relieve varias preguntas nuevas relacionadas con el ritmo y el
entorno geográfico de los orígenes de los dinosaurios".
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