Un equipo internacional de investigación aporta nuevos datos
sobre los vegetales fósiles de la Sierra de la Demanda (Burgos)
Benetital. Foto: CAS. |
CAS/CGP/DICYT Un equipo de investigación integrado por
miembros del Colectivo Arqueológico y Paleontológico de Salas de los Infantes
(CAS), en la provincia de Burgos, las universidades de Vigo, Complutense de
Madrid, Autónoma de México y Chuo University (Tokio, Japón) ha obtenido nuevos
datos sobre el paisaje vegetal en el que vivieron los dinosaurios burgaleses
del Mesozoico.
Durante el verano pasado, el grupo presentó dos ponencias en
congresos científicos internacionales, en los que se exponían los últimos
resultados de su estudio.
Por un lado, en el 5º Congreso Paleontológico Internacional,
celebrado en París (Francia), del 9 al 13 de julio, se presentaron hasta cuatro
tipos diferentes de troncos de plantas benetitales procedentes de distintos
lugares de la comarca serrana. Las benetitales formaron un grupo, ya
extinguido, de plantas con aspecto de palmeras enanas y relacionado con las
coníferas.
Los fósiles burgaleses destacan por la magnífica
conservación de características anatómicas como estructuras reproductoras,
vasos de savia o semillas. Una de las conclusiones más interesantes que aportan
los investigadores es la semejanza de esos troncos con otros hallados en Europa
así como del noroeste de Norte América.
Por otro lado, en la 10ª Conferencia Europea sobre
Paleobotánica y Palinología, celebrada en Dublín (Irlanda) del 12 al 17 de
agosto, se difundían por primera vez en un foro científico restos fósiles de
plantas procedentes de un yacimiento cercano al barrio de Terrazas, en el que
se han recuperado impresiones de tallos y hojas, ámbar, granos de polen y
esporas.
Granos de pólenes. Foto: CAS. |
El estudio se centraba en los pólenes y esporas, entre los
que se ha descubierto la cifra de 21 géneros, prueba de una alta diversidad
ecológica. El estudio ha permitido datar el yacimiento en el tránsito del
Jurásico al Cretácico, en torno a 145 millones de años, “lo cual le da una
importancia especial al ser uno de los pocos puntos de la península Ibérica que
cuenta con un conjunto de fósiles de este tipo”, explican.
Otra conclusión apunta a la existencia de un ambiente cálido
y húmedo y sin influencia marina, plenamente continental. Con esta información,
se va ampliando el conocimiento sobre los ecosistemas serranos de hace 145
millones de años, entre los que se incluyen también los antiguos lagos por
donde se movían los dinosaurios que dejaron las huellas de la zona de Lara.
Un proyecto más amplio
Desde hace varios años CAS impulsa el estudio de la amplia
colección de plantas fósiles que conserva el Museo de Dinosaurios de Salas de
los Infantes. El CAS está desarrollando un proyecto que se inició en 2008 y que
financió la Junta de Castilla y León durante dos campañas.
El proyecto aborda varios objetivos, entre los cuales está
dibujar un paisaje a los dinosaurios hallados en la Sierra de la Demanda, en
torno a Salas de los Infantes. Con más detalle, se pretende identificar y
reconstruir las comunidades vegetales presentes en los ecosistemas ocupados por
los dinosaurios serranos, desde el Jurásico Superior hasta el Cretácico final
(145 a 65 millones de años aproximadamente).
Además de los fósiles del Museo de Dinosaurios de Salas de
los Infantes, se estudian yacimientos del entorno que contienen troncos
fósiles, restos de tallos, hojas y estructuras reproductoras, cutículas
(tejidos de la “piel” de las plantas), granos de polen y esporas. Los datos
obtenidos hasta el momento muestran la gran diversidad vegetal existente en esa
época, lo que está ayudando a conocer los ambientes (fluviales, lagunares,
boscosos, etc.) en los que vivían los dinosaurios. En ese sentido, uno de los
fines últimos del proyecto es establecer las posibles las relaciones alimentarias
entre los dinosaurios y esas plantas.
Con estos últimos estudios el balance del proyecto sobre
plantas fósiles impulsado por el CAS en estos años es muy positivo. Se ha
conseguido trabajar en varios yacimientos de la comarca de Salas de los Infantes
que están proporcionando fósiles singulares, con grupos y especies muy diversas
y, en varios casos, que poseen una magnífica conservación. “La obtención de
datos sobre el clima y características de los ecosistemas, se une a la
información sobre la datación o edad de esos yacimientos, este último un
problema hasta ahora no resuelto completamente”, explican desde el colectivo
salense.
El estudio sobre la gran riqueza y diversidad paleobotánica
de la Sierra de la Demanda permite también divulgar y explicar al público cómo
ecosistemas complejos en su flora eran capaces de mantener una fauna de grandes
consumidores de materia vegetal, como fueron los dinosaurios.
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