Durante mucho tiempo el propósito preciso de los pequeños
brazos del Tiranosaurio rex ha sido tema de intensos debates en la comunidad
científica. Ahora, una reciente investigación sugiere que las insignificantes
extremidades del rey de los dinosaurios podrían ser más útiles de lo que hasta
ahora se ha asumido.
A lo largo de los años, los científicos han sugerido una
variedad de usos para los brazos del T. rex y otros terópodos, pero no existe
un panorama claro al respecto. En este sentido, un par de investigadores de la
Universidad de Stockton en Nueva Jersey proponen un novedoso enfoque para
determinar la funcionalidad de estas extremidades.
Atraer a la presa
Fósil de un Tiranosaurio rex fosilizado. |
Al estudiar los movimientos de los brazos de dos parientes
lejanos de T. rex: el pavo doméstico (Meleagris gallopavo) y el caimán
americano (Alligator mississippiensis), los investigadores descubrieron que el
T. rex probablemente podrían mover las palmas de sus manos hacia sus pechos.
Lo que plantean los investigadores es que el T. rex pudo
haber sido capaz de rotar la palma de la mano hacia adentro y hacia arriba, de
tal manera que la palma de la mano se enfrentaría al pecho en la medida que
flexionaba el codo.
En cuanto a por qué esto sería ventajoso, es difícil decirlo
con certeza sin ver a un terópodo no avícola en acción. Sin embargo, los
investigadores especulan que tal movimiento (rotar el antebrazo y la mano hacia
el pecho) podría permitir que algunos de estos feroces depredadores usaran sus
brazos para atraer a la presa a fin de darle un mordisco.
De hecho, el siguiente paso de la investigación de los
científicos puede aportar nueva información sobre esta cuestión. El equipo
planea examinar las formas de los huesos de la extremidad anterior en el
terópodo Allosaurus y compararlos con los de caimanes y pavos, y de este modo
tratar de determinar si un dinosaurio terópodo era realmente capaz de realizar
este movimiento.
Estudiando parientes
Una extremidad de caimán listo para serle aplicada la
técnica de reconstrucción
de rayos X de morfología móvil, o XROMM.
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Los investigadores no pudieron simplemente estudiar un brazo
de T. rex, porque los tejidos blandos de las articulaciones rara vez se
fosilizan. Como consecuencia, se carece de información sobre cómo estaban
estructuradas las formas de las articulaciones.
Esa carencia de información llevó a los investigadores a
observar el cúbito y el húmero en el caimán y el pavo con una técnica llamada
Reconstrucción de Rayos X de Morfología Móvil, o XROMM.
Inicialmente, conectaron el brazo y la ala a una plataforma
de plexiglás entre dos dispositivos que generaban películas de rayos X. Luego,
los investigadores utilizaron alambre de pesca para tirar del codo de cada
espécimen, lo que provocó que el ala y el brazo se flexionaran.
Finalmente, utilizaron las dos vistas de rayos X de cada
codo para reconstruir cómo se movían los huesos en tres dimensiones, al hacer
coincidir con precisión los modelos virtuales de cada hueso con las películas.
Los
investigadores descubrieron que el T. rex probablemente podría mover las palmas de sus manos hacia sus pechos. |
Los resultados mostraron cuán complejos son los codos de
pavo y cocodrilo. Básicamente, los caimanes y los pavos pueden girar la palma
de la mano hacia adentro y hacia arriba como lo hacemos nosotros, pero lo hacen
al usar movimientos más complejos de los huesos del codo.
Los autores del estudio señalan que es inexacto tratar de
reconstruir el movimiento de las articulaciones de las extremidades sin tener
en consideración las estructuras cartilaginosas, un elemento ciertamente poco
explorado en los brazos del T. rex y otros dinosaurios.
Referencia: Exploring elbow kinematics in the american
alligator and domestic turkey: implications for predatory dinosaur forelimbs.
78th annual Society of Vertebrate Paleontology meeting. http://vertpaleo.org/Annual-Meeting/Annual-Meeting-Home/SVP-2018-program-book-V4-FINAL-with-covers-9-24-18.aspx
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