Recientemente, el
equipo de investigación del Instituto de Paleontología y Paleoantropología de
Vertebrados, adscrito a la Academia de Ciencias de China, descubrió que el
pájaro primitivo Jinguofortis Perplexus tenía muchas características
morfológicas únicas. Además, el estudio reveló un fenómeno único en la
evolución de las aves antiguas: la plasticidad del desarrollo.
Fósil y reconstrucción del Jinguofortis Perplexus. (Foto:
proporcionada)
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Hoy en día, las aves que son capaces de volar tienen una
escápula y un coracoideo que generalmente se separan una de la otra. Sin
embargo, los dos huesos del Confuciusornis, conocido como el pájaro más antiguo
con un pico de cutina, están conectados. Esta característica confundió a los
científicos hasta que Jinguofortis Perplexus fue descubierto.
El equipo analizó la estructura ósea de las aves primitivas
y descubrió que la conexión de la escápula y la coracoideo afecta sólo a estas
dos especies, y se piensa que esto se debe a su tasa de crecimiento
relativamente rápida. Los científicos especulan que las exigencias ambientales
forzaron al Confuciusornis y al Jinguofortis Perplexus a disminuir el tiempo
requerido para alcanzar la adultez, aumentando su capacidad de supervivencia.
Un proceso osteogenético acelerado originó la conexión entre el omóplato y el
coracoideo.
Wang Min, investigador del Instituto de Paleontología y
Paleoantropología de Vertebrados explicó que "el mayor resultado del
hallazgo del Jinguofortis Perplexus es que permite indicar cuán importante fue
la plasticidad del desarrollo durante la evolución temprana de las aves y otras
criaturas”.
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