Los resultados encontrados demuestran que los hadrosaurios,
podían mover su mandíbula hacía adelante y hacía atrás, algo que para un
mamífero rumiante es muy común
Investigadores del Museo del desierto y del Museo Real de
Alberta, Canadá, publicaron el pasado 15 de junio en la revista Paleontológica
Mexicana, una importante investigación sobre dinosaurios de Coahuila.
En esta ocasión no se trata de un nuevo dinosaurio, si no
del posible tipo de dieta que estos llevaban, revisando el microdesgaste dental
de algunos hadrosaurios de este estado, en contraste de sus “primos” de Canadá.
Para ello, se eligieron ejemplares recuperados de la
Formación Cerro del Pueblo con una
antigüedad de 72 millones de años, ubicada en el noreste de México.
Dichas piezas, aunque pequeñas, fueron numerosas ya que al
estudio se integraron doscientos dientes recolectados; pero de ellas, fueron
solo tres las que dieron una lectura adecuada de microdesgaste; termino que se
entiende como los patrones de desgaste producidos cuando los dientes chocan
entre ellos al momento de alimentarse, y dependiendo del tipo de alimento,
calidad, variación, y otros factores del mismo.
El microdesgaste, se mide calculando el promedio de rasguños
(y la orientación que hay entre ellos); junto con el promedio de fosas
(desgaste mecánico al incluir alimentos de mayor dureza) y el ancho promedio de
las mismas, en un área dental, mucho más pequeña que la cabeza de un alfiler.
Los resultados encontrados demuestran que los hadrosaurios,
podían mover su mandíbula hacía adelante y hacía atrás, algo que para un
mamífero rumiante, como las vacas, caballos y venados, es muy común, pero para
un reptil es un carácter muy especializado.
Por otra parte, se observa que el patrón de orientación al
rayado que se registra en las tres piezas principales, es semejante al que se
reporta en otras especies de hadrosaurios de Alberta, Canadá; y Wyoming, EE.
UU; lo que sugiere una mecánica de mandíbula similar en los hadrosaurios de
Coahuila; pero a su vez contrasta, ya que el número promedio de fosas es mayor,
y su ancho muestra un microdesgaste más fino en los ejemplares de Coahuila, que
en respecto los de Alberta.
Al interpretar esta información, en términos paleoecológicos
vuelve al estudio muy importante, ya que pese a que ambas comunidades comparten
similitudes anatómicas, el tipo de microdesgaste sugiere diferencias
importantes en los tipos de dietas, y en específico la de los hadrosaurios del
registro fósil de Coahuila.
En este caso, esta se interpreta como una dieta “castigada”,
basada en hojas, frutos y/o tallos, más leñosos que los que podía encontrarse
en otros lugares. Al ser más duros, requerían mayor fuerza en cada masticada;
esto, con la intensión de extraer la mayor cantidad de nutrientes que cubrieran
su dieta diaria (comportamiento, que los herbívoros actuales presentan).
¿A qué se debe esta diferencia? Esta, es una evidencia más
de que la zona geográfica que formaría el Estado de Coahuila, a finales del
Mesozico, sufrió un cambio climático muy local y repentino, que obligó a que la
cubierta vegetal se adaptara a estas condiciones de forma rápida, dando como
respuesta, desarrollar cubiertas gruesas y leñosas que garantizaran una mínima
perdida de agua; y en consecuencia la paleofauna, en específico los herbívoros,
encontraron esta fórmula para sobrevivir, hasta su desaparición hace 65
millones de años.
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