sábado, 6 de julio de 2019

Dinosaurio de Coahuila ayuda a saber cómo fue el cambio climático

Los resultados encontrados demuestran que los hadrosaurios, podían mover su mandíbula hacía adelante y hacía atrás, algo que para un mamífero rumiante es muy común

Investigadores del Museo del desierto y del Museo Real de Alberta, Canadá, publicaron el pasado 15 de junio en la revista Paleontológica Mexicana, una importante investigación sobre dinosaurios de Coahuila.

En esta ocasión no se trata de un nuevo dinosaurio, si no del posible tipo de dieta que estos llevaban, revisando el microdesgaste dental de algunos hadrosaurios de este estado, en contraste de sus “primos” de Canadá.

Para ello, se eligieron ejemplares recuperados de la Formación Cerro del Pueblo  con una antigüedad de 72 millones de años, ubicada en el noreste de México.

Dichas piezas, aunque pequeñas, fueron numerosas ya que al estudio se integraron doscientos dientes recolectados; pero de ellas, fueron solo tres las que dieron una lectura adecuada de microdesgaste; termino que se entiende como los patrones de desgaste producidos cuando los dientes chocan entre ellos al momento de alimentarse, y dependiendo del tipo de alimento, calidad, variación, y otros factores del mismo.

El microdesgaste, se mide calculando el promedio de rasguños (y la orientación que hay entre ellos); junto con el promedio de fosas (desgaste mecánico al incluir alimentos de mayor dureza) y el ancho promedio de las mismas, en un área dental, mucho más pequeña que la cabeza de un alfiler.

Los resultados encontrados demuestran que los hadrosaurios, podían mover su mandíbula hacía adelante y hacía atrás, algo que para un mamífero rumiante, como las vacas, caballos y venados, es muy común, pero para un reptil es un carácter muy especializado.

Por otra parte, se observa que el patrón de orientación al rayado que se registra en las tres piezas principales, es semejante al que se reporta en otras especies de hadrosaurios de Alberta, Canadá; y Wyoming, EE. UU; lo que sugiere una mecánica de mandíbula similar en los hadrosaurios de Coahuila; pero a su vez contrasta, ya que el número promedio de fosas es mayor, y su ancho muestra un microdesgaste más fino en los ejemplares de Coahuila, que en respecto los de Alberta.

Al interpretar esta información, en términos paleoecológicos vuelve al estudio muy importante, ya que pese a que ambas comunidades comparten similitudes anatómicas, el tipo de microdesgaste sugiere diferencias importantes en los tipos de dietas, y en específico la de los hadrosaurios del registro fósil de Coahuila.

En este caso, esta se interpreta como una dieta “castigada”, basada en hojas, frutos y/o tallos, más leñosos que los que podía encontrarse en otros lugares. Al ser más duros, requerían mayor fuerza en cada masticada; esto, con la intensión de extraer la mayor cantidad de nutrientes que cubrieran su dieta diaria (comportamiento, que los herbívoros actuales presentan).

¿A qué se debe esta diferencia? Esta, es una evidencia más de que la zona geográfica que formaría el Estado de Coahuila, a finales del Mesozico, sufrió un cambio climático muy local y repentino, que obligó a que la cubierta vegetal se adaptara a estas condiciones de forma rápida, dando como respuesta, desarrollar cubiertas gruesas y leñosas que garantizaran una mínima perdida de agua; y en consecuencia la paleofauna, en específico los herbívoros, encontraron esta fórmula para sobrevivir, hasta su desaparición hace 65 millones de años.

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