El período triásico, hace entre 252 y 201 millones de años,
fue una época de cambios volátiles, particularmente durante un intervalo
conocido como el Carniano (o Carniense) (hace unos 237 a 227 millones de años).
Tres dramáticos eventos ocurrieron en la Tierra: aparecieron los primeros
dinosaurios, se produjeron gigantescas erupciones volcánicas (Wrangellia) que
arrojaron gases de efecto invernadero y el clima cambió repentinamente a
condiciones más cálidas y húmedas, algo que los científicos llaman Episodio
Pluvial Carniano (CPE).
Trabajos recientes sugieren que las erupciones de Wrangellia
causaron el CPE, y que el cambio climático resultante pudo haber estimulado la
temprana diversificación de los dinosaurios. Pero la falta de fechas absolutas
precisas para muchos sedimentos del Carniano hace que las comparaciones sean
difíciles. Además, existen pocos datos paleoclimáticos detallados para muchas
regiones fuera de Europa, lo que hace que no esté claro si el CPE fue realmente
un acontecimiento climático mundial o si lo relaciona de manera concluyente con
la diversificación de los dinosaurios.
En un nuevo estudio publicado en la revista Gondwana
Research, un grupo internacional dirigido por Adriana Mancuso, investigadora
del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) del
Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales de Mendoza
(Argentina), demostró que el CPE afectó al hemisferio sur, concretamente a
América del Sur, lo que refuerza el argumento de que se trataba de un fenómeno
climático mundial. El estudio se publicó en línea el 15 de junio de 2020.
"Hay muchas rocas y fósiles del Triásico, y
específicamente del Carniano, en América del Sur, y en Argentina en particular,
pero hasta ahora no había estudios paleoclimáticos que pudieran demostrar de
manera concluyente que el Episodio Pluvial Carniano se produjo en el hemisferio
sur", dijo Mancuso.
El equipo, que incluía investigadores de la Universidad de
Utah y del Centro de Geocronología de Berkeley, estudió las rocas carnianas de
la Formación Los Rastros, que se conservan en la Cuenca de Ischigualasto-Villa
Unión, en el noroeste de Argentina. Por primera vez, el equipo fechó con
precisión la ceniza volcánica preservada en los sedimentos del lago y
reconstruyó el paleoclima de esta época.
"Nuestro estudio se centró en estas rocas porque tenían
la combinación perfecta de un buen registro fósil, capas de ceniza fechables y
ricos datos climáticos preservados en los sedimentos de los lagos", dijo
Randall Irmis del Museo de Historia Natural de Utah y del Departamento de
Geología y Geofísica de la Universidad de Utah.
Para fechar la capa de ceniza, los científicos aislaron
pequeños cristales de circonio en forma de aguja, minerales que actúan como
cápsulas del tiempo. Cuando el circón se cristaliza durante una erupción,
atrapa el elemento uranio en su estructura cristalina, pero nunca incorpora
plomo. Cualquier plomo preservado en los cristales hoy en día es el resultado
de la desintegración radiactiva del uranio. Debido a que los científicos
conocen esta tasa de desintegración, pueden medir la proporción de uranio y
plomo en cada cristal de circonio y calcular cuánto tiempo atrás en el tiempo
se formaron los cristales. En el presente estudio, esta medición se hizo en un
preciso espectrómetro de masas en el Centro de Geocronología de Berkeley.
Los científicos obtuvieron entonces datos paleoclimáticos
observando características detalladas en los sedimentos: los tipos de arcilla
conservados, y los isótopos de carbono y oxígeno en las capas de caliza de agua
dulce. Con estas mediciones, los investigadores estimaron la temperatura, la
humedad y la aridez y observaron un intervalo distinto de condiciones
particularmente cálidas y húmedas. Basándose en la fecha absoluta de los mismos
estratos, concluyeron que coincidía en el tiempo con el CPE en el hemisferio
norte. Utilizando una variedad de análisis diferentes, las inferencias
paleoclimáticas resultantes fueron más sólidas que las afirmaciones anteriores
hechas a partir de una sola línea de pruebas.
Este intervalo cálido/húmedo también incluye fortuitamente
capas que preservan las huellas fósiles de los primeros dinosaurios o de sus
parientes más cercanos.
"Nuestro estudio sugiere que la aparición de los
dinosaurios en América del Sur podría estar relacionada con el CPE, pero los
datos disponibles en todo el mundo siguen sin ser concluyentes. Para establecer
un vínculo mundial más sólido entre el CPE y la diversificación de los
dinosaurios se necesitarán muchos más estudios detallados del paleoclima con
edades precisas, como los que pudimos hacer para la Formación Los Rastros en
Argentina", concluyó Mancuso. (Fuente: NCYT Amazings)
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