viernes, 31 de julio de 2020

UNA VENTANA AL TRIÁSICO DE LA FORMACIÓN ISCHIGUALASTO EN LA RIOJA, ARGENTINA

Suele creerse que la paleontología o sus novedades se centran únicamente en el descubrimiento de nuevos fósiles, pero en realidad los trabajos interdisciplinarios en localidades ya conocidas, pero poco exploradas, abren nuevas ventanas al pasado y disparan nuevas investigaciones. Aquí les vamos a contar sobre una de ellas:

El trabajo recientemente publicado en la revista Scientific Reports del Grupo de revistas de Nature, es el resultado de una larga historia de cooperación entre paleontólogos de Argentina y Brasil. Es una publicación que ha llevado años de trabajo en una localidad fosilífera prácticamente olvidada en la historia, la cual fue poco explorada desde su descubrimiento en los años 60.

Crédito: Jorge Blanco.
Gracias a la perseverancia de un equipo interdisciplinario de paleontólogos, geólogos, tafónomos y geoquímicos se han obtenido resultados novedosos. El equipo está coordinado por la Dra. Julia B. Desojo (CONICET-MLP) y el Dr. Lucas E. Fiorelli (CONICET-CRILAR) junto con el Prof. Dr. Max Langer de la Universidade de São Paulo (Ribeirao Preto, SP, Brasil); y otros investigadores del MACN-CONICET (Buenos Aires), CICTERRA-CONICET (Córdoba), CIGEOBIO (UNSJ-San Juan), Massachusetts Institute of Technology (Estados Unidos), Universidade Estadual Paulista (Brasil) y Universidade Federal de Santa Maria (Brasil). 

COMIENZO DE LOS TRABAJOS

La historia comienza en mayo del 2013, luego de las XVII Jornadas Argentinas de Paleontología de Vertebrados celebradas en la ciudad de La Rioja, donde gran parte del equipo del Archosauriform Research Group (https://archosaurarg.wixsite.com/archosaur) asistió y fue parte de la organización. Luego del evento, cinco de nosotros (J. B. Desojo, A. Martinelli, B. von Baczko, J. R. Taborda y M. Iberlucea) realizamos una breve campaña exploratoria (solo 4 días) a la localidad conocida como Hoyada del Cerro Las Lajas. En la misma afloran rocas de la Formación Ischigualasto, a unos 20 km al sur de Villa Unión, provincia de La Rioja. 

La Formación Ischigualasto es una unidad geológica con rocas que fueron depositadas durante parte del Triásico Superior, hace aproximadamente 230 a 221 millones de años. Por décadas, la mayoría de los fósiles de esta formación fueron encontrados y estudiados en el Valle de la Luna, en el Parque Provincial Ischigualasto, en la provincia de San Juan. Los primeros fósiles del lado riojano, en la Hoyada del Cerro Las Lajas, fueron encontrados por el famoso paleontólogo argentino José F. Bonaparte en 1962, junto con el paleobotánico Rafael Herbst y los técnicos Galileo J. Scaglia y Martín Vince. En ese viaje se exhumaron numerosos restos fósiles, entre los que se destacan el arcosaurio ornitosúquido Venaticosuchus rusconii y el probable dinosaurio ornitisquio Pisanosaurus mertii, el más antiguo del mundo de su grupo.

El equipo de trabajo en el año 2017.
A pesar de estos descubrimientos iniciales, el equipo de Bonaparte se focalizó subsecuentemente en otras áreas más fosilíferas del Mesozoico de la Argentina y en consecuencia, esa localidad perdió notoriedad siendo, inclusive, omitida en algunos trabajos científicos y en otros catalogada como “pobremente fosilífera”. De todos modos, los descubrimientos iniciales y publicación de sus fósiles resaltaron la importancia de esa localidad, y por ello el interés del Archosauriform Research Group para iniciar nuevas exploraciones en el 2013.

Durante el viaje fugaz en el 2013 recuperamos restos fósiles de arcosauromorfos (rincosaurios) y cinodontes (Exaeretodon) en los niveles basales de la formación en la Hoyada del Cerro Las Lajas. Lamentablemente el clima no ayudó, pues durante dos días de los cuatro de exploración fuimos azotados por el viento zonda, complicando el trabajo de campo. Si bien los materiales colectados fueron pocos, el área resultó interesante para planear una campaña paleontológica más amplia, con más personas y de mayor complejidad. 

NUEVAS CAMPAÑAS DURANTE LOS AÑOS 2016, 2017 Y 2019 

Fue así que se realizaron tres nuevas campañas, incluyendo de 10 a 14 participantes y aproximadamente 10 días de duración, en los meses de abril y mayo de 2016, 2017 y 2019. Este trabajo fue posible gracias a la cooperación del Prof. Dr. Max Langer (USP, Ribeirão Preto, São Paulo, Brasil) y su equipo, al apoyo de la SecretarIa de Cultura de la Rioja (quien autorizó los trabajos paleontológicos en el área) y la localidad de Villa Unión que colaboró con la logística y alojamiento (agencias de turismo, policía, etc.). Asimismo, estas campañas contaron con paleontólogos, geólogos y estudiantes de diversas Instituciones del CONICET (MACN, CICTERRA, CRILAR, CIGEOBIO), Museo de La Plata, Brasil y Estados Unidos. Además, dicho trabajo fue financiado con un proyecto de CICITCA, otorgado a la Dra. Jimena Trotteyn.

Las campañas fueron muy fructíferas y se exhumaron más de 100 nuevos fósiles de vertebrados que fueron ingresados a la Colección de Paleontología de Vertebrados del CRILAR-CONICET, en Anillaco (La Rioja). Entre estos fósiles, los arcosauromorfos rincosaurios son los más abundantes, siendo formas herbívoras con cráneos robustos y con un pico, cuadrúpedos y median hasta 2 metros de largo. Además del registro del rincosaurio Hyperodapedon, ya conocido en San Juan, se adicionó una nueva especie para este género. También se reconoció por primera vez la presencia del género Teyumbaita (una nueva especie), un rincosaurio previamente conocido solamente en rocas del Triásico Superior de Rio Grande do Sul, en el sur de Brasil.

DESCUBRIMIENTOS Y CONFECCIÓN DE UNA COLUMNA ESTRATIGRÁFICA

Entre los descubrimientos también se destacan restos del cráneo y esqueleto axial del arcosauriforme Proterochampsa, posiblemente de hábitos semi-acuáticos como un cocodrilo actual., el arcosaurio pseudosúquio Aetosaurorides (más cercanamente emparentado con los cocodrilos que con las aves), que poseía una amplia coraza dorsal y ventral sobre su cuerpo, y un paracrocodilomorfo indeterminado de pequeño tamaño. Finalmente, se han encontrado algunos restos de cinodontes, formas relacionas al linaje de los mamíferos, representados por el género Exaeretodon, la cual es una forma herbívora, cuadrúpeda, que tendría un tamaño similar al de un tapir.

Crédito: Dr. Lucas E. Fiorelli.
Además de la búsqueda y extracción de fósiles, se confeccionó una columna estratigráfica detallada de más de 1000 metros de espesor de la unidad en la localidad de estudio. Se seleccionaron varios niveles de tobas volcánicas para buscar zircones (cristales de muy pequeño tamaño generados en la cámara magmática de los volcanes) con el objetivo de obtener dataciones absolutas (U-Pb) de los sedimentos que se depositaron en forma simultánea a los fósiles que contienen. Afortunadamente, los análisis radiométricos dieron resultados positivos y permitieron conocer la edades de la base (incluyendo los niveles fosilíferos) y el techo de la Formación Ischigualasto en la Hoyada del Cerro Las Lajas. Las dataciones se utilizaron para construir un modelo de edad de depositación de los sedimentos a lo largo de la columna estratigráfica empleando métodos de estadística Bayesiana (la cual tiene en cuenta las observaciones y probabilidades previas al análisis determinadas por el observador).

De forma complementaria, se estudió la roca portadora del dinosaurio Pisanosaurus hallado hace aproximadamente medio siglo con el objetivo de conocer su procedencia. Sumado a ello, mediante fotos históricas y datos de la libreta de campo del Dr. Bonaparte sobre el hallazgo del pseudosúquio Venaticosuchus, fue posible estimar los niveles portadores de estos ejemplares. En particular, estos estudios sirvieron para datar en forma precisa la edad de las rocas portadoras de Pisanosaurus en 229 millones de años atrás. Reevaluamos las relaciones de parentesco de Pisanosaurus y concluimos que es un dinosaurio ornitisquio, concordando con la hipótesis más tradicional que había sido puesta en duda por algunos autores recientes.

En consecuencia, Pisanosaurus cobra especial relevancia por ser el dinosaurio ornitisquio más antiguo de todo el mundo, precediendo al siguiente registro del grupo en aproximadamente 30 millones de años.

Toda esta información (fósiles, dataciones, perfiles estratigráficos, notas históricas, etc.) permitió analizar los aspectos paleobiológicos y paleobioestratigráficos de la Formación Ischigualasto en la Hoyada del Cerro Las Lajas. Entre los resultados más novedosos destacamos el reconocimiento de dos Zonas de Asociación Faunística, mostrando su corelación con las asociaciones descriptas en el sector sanjuanino de la Formación Ischigualasto, así como también con las asociaciones presentes en la Secuencia Candelária, aflorante en el estado de Rio Grande do Sul, Brasil. 

Julia B. Desojo: «una localidad olvidad, nuevos hallazgos, una columna estratigráfica detallada y edades absolutas nos permiten sacar una foto instantánea en el tiempo».  

Lucas E. Fiorelli: «El estudio multidiciplinario realizado en esta clásica localidad del oeste riojano aumenta el conocimiento geológico y paleontológico regional y aporta información crucial para el desarrollo de un nuevo Geositio aplicado al geoturismo tan importante para la provincia».  

Martín D. Ezcurra: “La diversidad de especies de rincosaurios que encontramos fue mayor que la esperada y muestra la presencia de diferentes especies a lo largo del tiempo de depositación de la Formación Ischigualasto. Esta nueva información nos posibilita refinar los esquemas biológico-temporales de los ecosistemas que incluyeron a algunos de los dinosaurios más antiguos conocidos en todo el mundo”.  

Agustín G. Martinelli: “Los resultados en esta localidad fueron grandiosamente satisfactorios y nos incentivan a seguir trabajando en la región”.  

Belén von Baczko: “La integración de los datos históricos junto a nuestros nuevos estudios y hallazgos fue crucial para la interpretación de la geología y fauna fósil de la región”. 

Referencia bibliográfica:

The Late Triassic Ischigualasto Formation at Cerro Las Lajas (La Rioja, Argentina): fossil tetrapods, high‑resolution chronostratigraphy, and faunal correlations. Scientific Reports, https://doi.org/10.1038/s41598-020-67854-1 

Sobre investigación:

– Julia B. Desojo (División Paleontología Vertebrados FCNyM – CONICET)

– Lucas E. Fiorelli (Geociencias del CRILAR – CONICET, La Rioja)

– Martín D. Ezcurra (Sección de Paleontología  Vertebrados MACN – CONICET)

– Agustín G. Martinelli (Sección de Paleontología  Vertebrados MACN – CONICET)

– Jahandar Ramezani (Massachusetts Institute of Technology, USA)

– Átila. A. S. Da Rosa (Universidade Federal de Santa Maria, Brasil)

– M. Belén von Baczko (Sección de Paleontología Vertebrados MACN – CONICET)

– M. Jimena Trotteyn (CIGEOBIO – CONICET, San Juan)

– Felipe C. Montefeltro (Universidade Estadual Paulista, Brasil)

– Miguel Ezpeleta (CICTERRA – CONICET, Córdoba)

– Max C. Langer (Universidade de São Paulo, Brasil)


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