Hay más de 1.460 especies vivas de murciélagos en el mundo. Estos mamíferos voladores se encuentran en casi todas partes del mundo, con la excepción de las regiones polares y algunas islas remotas. El origen de los murciélagos está envuelto en el misterio. Los murciélagos tienen un registro fósil notoriamente incompleto, y algunos estudios estiman que en la actualidad falta hasta el 88% de su registro fósil.
Un esqueleto fósil de Icaronycteris gunnelli, conservado en el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York. (Foto: Mick Ellison / © AMNH) |
Revisando de nuevo esqueletos de ese yacimiento, un equipo
integrado, entre otros, por Tim B. Rietbergen, del Centro de Biodiversidad
Naturalis en Leiden, Países Bajos, y Nancy Simmons, del Museo Americano de
Historia Natural en la ciudad estadounidense de Nueva York, ha descubierto y
descrito una tercera especie, que hasta ahora era desconocida.
A esta especie se le ha dado el nombre de Icaronycteris
gunnelli, y su descripción científica se ha hecho a partir de esqueletos
fósiles conservados en el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York y
en el Museo Real de Ontario en Canadá. Estos esqueletos fósiles fueron
encontrados a una profundidad mayor que a la que fueron hallados los demás
esqueletos de murciélago de este yacimiento. Aunque hay dudas sobre la
antigüedad exacta de cada una de las capas del yacimiento, su posición en las
rocas sugiere que estos esqueletos son los más antiguos encontrados hasta
ahora. Por ello, se cree que probablemente sean los esqueletos fósiles de
murciélago más antiguos de entre todos los que están conservados enteros o casi
enteros.
El murciélago extinto vivió en lo que hoy es Wyoming hace,
según algunas estimaciones, unos 52 millones de años.
Mediante escaneos de tomografía computerizada hechos a los esqueletos, los investigadores compararon la nueva especie con otros murciélagos del periodo Eoceno, que duró desde hace unos 56 millones de años hasta hace unos 34 millones. La especie recién descubierta es la de tamaño corporal menor de entre todas las de murciélago halladas en la formación de río Verde de Wyoming, y tenía los antebrazos y las extremidades posteriores comparativamente cortas.
Los resultados del análisis del Icaronycteris gunnelli
respaldan la sospecha de que los murciélagos se diversificaron rápidamente en
múltiples continentes durante el Eoceno.
Aunque los esqueletos de Icaronycteris gunnelli son los
fósiles de murciélago más antiguos de este yacimiento, no son los más
primitivos, lo que apoya la hipótesis de que la evolución de los murciélagos de
la formación de río Verde de Wyoming discurrió separada de la del resto de
murciélagos del mundo durante el Eoceno.
El estudio se titula “The oldest known bat skeletons and their implications for Eocene chiropteran diversification”. Y se ha publicado
en la revista académica PLOS ONE. (Fuente: NCYT de Amazings)
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