Tras examinar restos fosilizados de casi veinte especies de plantas de la Patagonia, constataron que los “relojes moleculares” o análisis de ADN subvaloran su antigüedad.
Un método para determinar la antigüedad de animales y
plantas que habitaron la Tierra, el llamado “reloj molecular”, en realidad
“adelanta” hasta decenas de millones de años y puede indicar una edad mucho más
joven de la verdadera. según informó la Agencia CyTA-Instituto Leloir.
Así lo revelaron paleontólogos de Argentina y de Estados
Unidos, quienes señalaron que los resultados contribuyen a aclarar una
controversia acalorada entre los especialistas de las ciencias naturales.
La técnica del “reloj molecular” estima la antigüedad de
un grupo de seres vivos a partir de las modificaciones que sufrió el ADN de las
especies que lo componen. Históricamente, el método había sido acusado de
“atrasar”: indicar, por ejemplo, que una planta apareció hace 70 millones de
años cuando el registro fósil señala que apenas tiene 10 millones de años.
Pero en los últimos años, con las mejoras del
procedimiento, el desajuste cambió de sentido: los relojes moleculares
comenzaron a obtener edades más jóvenes que las evidenciadas por los restos
fosilizados.
Ahora, un equipo del Museo Paleontológico Egidio Feruglio
(MEF) de Trelew, en Chubut, y del Departamento de Geociencias de la Universidad
de Pensilvania, en Estados Unidos, aportó pruebas contundentes de que los
relojes moleculares, en efecto, “adelantan”.
Para llegar a esa conclusión, los científicos estudiaron
fósiles de 19 linajes de plantas cuya antigüedad estaba bien establecida. Y
comprobaron que los estudios basados en análisis de ADN “rejuvenecían” las
especies. Por ejemplo, araucarias de más de 150 millones de años tenían, según
los cálculos de esa metodología, sólo 40 millones de años.
“La edad de los fósiles era mucho más antigua para un
grupo que lo sugerido por sus moléculas de ADN”, señaló el doctor Ignacio
Escapa, especialista en paleobotánica del MEF y primer autor del trabajo
publicado en la revista “New Phytologist”.
De todas maneras, Escapa destacó que los relojes
moleculares han avanzado “y es posible que en el futuro puedan reducir estos
sesgos”.
Asimismo el investigador del CONICET explicó que la vía
convencional y más precisa que se emplea en la actualidad para determinar la
edad de los fósiles se basa en las dataciones radiométricas. La más conocida es
la del carbono 14. Esta técnica se usa para datar sucesos relativamente
recientes (hasta 60 mil años, aproximadamente). Para la datación de fósiles, de
mucha más antigüedad, se usa el mismo método, pero con pares radioactivos como
el Potasio-Argon o Plomo-Uranio, que permiten dataciones de sucesos de millones
de años, publicó la Agencia CyTA-Instituto Leloir.
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